Capítulo 02: El perro.

148 76 46
                                    

Jueves, 23 de Febrero de 2012.


Ivonne, era una niña a la que le encantaban los animales. Especialmente, los perros. Ella deseó uno durante toda su corta vida, pero sus estrictos padres nunca le llegaron a conceder ese deseo. Y no solo eso, tampoco la dejaban relacionarse mejor con sus amigas. Sus padres la querían solo como una niña trofeo, del colegio, a la casa, y viceversa.

E Ivonne, era una niña de once años, pero durante toda su vida sus padres le habían negado cualquier cosa que ella quisiera. Ellos decían que no se merecía tener un perro, y que los perros daban sarna. Ivonne lloraba todas las noches porque nunca podría tener un perro. Y porque nunca podría ir a casa de sus amigas. Nunca podría ser realmente feliz. No, teniendo los padres que tenía.

Pero las cosas cambiaron aquel día. Cuando la niña escuchó en su salón de clases, a unos compañeros, hablando sobre una curiosa tienda de mascotas ubicada en el centro. Ivonne era una niña, pero pensó que era estupido lo que estaba oyendo. «Se dice que Madame Fame puede venderte cualquier tipo de animal que quieras», escuchó la niña, pero lo que más le interesó fue cuando oyó que esa mujer cobraba por sus mascotas, un precio insignificante. «Muchas personas han ido a verla, y solo porque la mujer te puede cobrar hasta un dólar. ¡Sus animales son casi que gratis!»

Fue así, como la pequeña Ivonne, ese día se escapó del colegio. Fingió que estaba enferma y que debía regresarse. Y como los profesores no estaban tan concentrados en la niña, la dejaron ir, sin más.

Asi que, Ivonne se marchó rapidamente hacia la parada del bus. Se sentó a esperarlo, y apagó su movil. No quería que su perfecto día se arruinara por sus estrictos padres. Ella sabía que lo que hacía no estaba bien. Pero al mismo tiempo se sentía tan bien, y estaba decidida en que lo haría. Compraría finalmente a su perro.

La tienda se encontraba en la zona sur del centro, cerca de un barrio. Ivonne pudo llegar a ella fácilmente. El autobus la dejó una calle cerca, y nadie se cuestionó porqué una niña de su edad andaba por esos lados, sola.

Pero la pequeña tampoco dejó que la detuvieran. Ella se echó a correr con su mochila, enseguida que se bajó del autobus. Movió sus cortas piernas hasta que se perdio en una esquina. Y entonces, comenzó a buscar la tienda, sin que nadie la viera entrar a ese lugar.

La tienda, estaba en un pequeño edificio, escondida en una esquina donde ni siquiera pegaba el sol. La pequeña tardó unos minutos en encontrarla, pero al final lo hizo. Y antes de que alguien la llamara por la calle, para preguntarle el porqué andaba sola. Ivonne, bajó rapidamente los escalones que conducían a esa tienda, y entró torpemente, tropezando con sus propios pies y cayendo de bruces hacia el otro lado.

Todo pasó tan rapido, que incluso la puerta se cerró a sus espaldas, y la niña se quedó en el suelo, jadeando. Rogó mentalmente porque nadie la hubiera visto entrar a ese lugar.

Y cuando estuvo más calmada, levantó la cabeza, y se encontró de golpe con un niño parado frente suyo. La niña ahogó un grito, y se echó para atrás por instinto, dandose cuenta que era solo un niño aun mas pequeño que ella. Debía tener aproximadamente cinco años. Pero había algo inquietante en su mirada, impenetrable.

Ivonne lo miró de pies a cabeza. El niño estaba vestido completamente de negro, con un esmoquin, pero usaba unas bermudas. Sus cabellos eran blancos como la cal, y su piel tan pálida como la porcelana. Era tan blanco que no parecía tener color. Parecía un muerto, y aun más, con esa mirada inmovil que tenía en sus oscuros ojos. Y en sus brazos, abrazaba fuerte a un oso de peluche rojo.

—Tú... —de pronto el niño levantó su dedo, y señaló a la niña con una mirada catatonica—. Tú vas a morir.

Ivonne soltó un respingo, espantada. Pero antes de que pudiera levantarse, y salir corriendo de esa tienda oscura. Una mujer esbelta, con un vestido completamente negro, y que se arrastraba por el suelo, salió de entre las cortinas.

La tienda de animales extraños de Madame FameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora