Amarte duele - CARMUEL

Capítulo 12

CARLA

Ya no soportaba mas estar en este lugar, el efecto que Samuel tenía en Así era demasiado grande y no me gustaba para nada.

-¿Nos vamos ya? – le dije

-Nos quedamos un rato mas, tengo que hablar con un cliente importante.

Claro.

-Voy por otra copa de vino – dije

Me levanté caminando hacia el bar donde estaba ella, no soportaba verla ni en la pintura, joder.

-Escucha, no entiendo cuáles son tus intenciones, pero con Samuel no te metas.

-¿Perdón?

-Lo que oíste, tampoco pienso repetírtelo mil de veces.

Es una tonta.

-Tu evidentemente tienes un gran problema, tía.

-Si lo tengo, pero solo con personas que andan detrás de hombres ocupados.

-¿Ocupados? – se ríe

-Samuel es un hombre casado, métetelo en la cabeza.

En vez de dar la vuelta e irse de aquí, ella me enfrenta.

-Puede ser casado, pero eso no significa que está feliz... nada mas míralo, hace tanto esfuerzo para estar contigo y tu solo piensas en su hermano.

-Eso no es verdad, no tienes ni puta idea de nada.

-No soy tonta, espero poder abrirle los ojos a Samuel pronto.

Hija de puta.

-Ya te advertí, ... No te metes con Samuel porque es mío, ¿okay?

No sabía que esta persona me irita tanto hasta este momento, puede ser que yo tenía problemas con devolverle sentimientos a Samuel, pero no pienso renunciar a esta batalla.

SAMUEL

Yo también quería largarme de este lugar lo antes posible, sobre todo cuando vi a Christian entrando.

Fije mi mirada hacia Carla de reojo y me sorprendí al no obtener ninguna reacción a Christian de su parte.

-Ahora vuelvo – dije

Camino hacia él empujándole.

-¿Por qué estás aquí?

-Tranquilo, Samu.

-Ni tranquilo ni nada, has llegado solo para provocarme y arruinarme la noche.

-Joder, tu sí que estás mal de la cabeza... estoy esperando a papa porque los dos estamos trabajando en la empresa, ¿lo recuerdas bien?

Idiota.

-Además, si yo fuera tu me calmaría un poco, ya que tú no eres ningún santo, aún no quieres reconocer que te casaste con Carla solo para perjudicarme, te molesta que tenías que hacer la carrera que papa quería y así te vengaste – decía

-Cállate.

-¿Por qué es la verdad?

Era la verdad, lamentablemente... puede ser que siempre me gustaba, pero ese rencor y rabia me han llevado a casarme con ella, para que él nunca pueda estar con Carla.

Solo di vuelta y tomaba mi asiento junto a Carla.

-¿Qué quería ahora? – dice ella

-¿Qué?

-Christian.

-Nada, unas tonterías, no le hagas el caso.

-Bien... porque no quiero que nada nos arruine la noche - dice al acariciar mi mejilla