CARTAS AL AMOR.[EDITADO]

Encuentros.[EDITADO]

- Querido amor.

Luego de acostarme en mi cuarto, comencé a llorar como nunca, me sentía bien por el House shower, pero el peso en mi conciencia sobre Sebastyan me aturdía, simplemente ahora me arrepiento de todo, siento como si mis decisiones se derrumbaran como las torres gemelas, de manera inesperada.

Toda aquella seguridad que hasta el momento tenía de mi vida, se fue en un vuelo con rumbo a Madrid.

Porque ahora me siento incompleta, porque tengo mi piso, a Valentina, trabajo, una beca, buenas notas, pero no lo tengo a él. Y siento que lo que más necesito es de su amor, pero sé que, por mis actos, ya no me pertenece.

Esta mañana me levanté con las ojeras de un oso panda; Valentina ya había preparado el desayuno, (panqueques de avena y miel), me invitó a la mesa y desayunamos en silencio, aún se me hacía raro tenerla aquí.

- Buenos días Josefa.

- Hola Valentina.

-¿Quieres que te prepare un té ?

- Me encantaría, en verdad lo necesito.

- ¿Que tienes planeado para hoy?

- Pues debo de ir a trabajar a la heladería y luego me veré con Lina y Thomas en el teatro.

- Entiendo. ¡Oye Josefa! necesito unas llaves, iré a buscar trabajo esta tarde y no sé a qué horas volveré.

- Claro, encima de la mesita de noche tengo una copia, cógelas cuando gustes.

Luego de entregarme el té y de guardar las llaves, Valentina se fue a duchar, mientras tanto, comencé a arreglar la casa y mi cuarto para tener todo organizado.

Ya había hecho todo lo que tenía pendiente y Valentina aún seguía en la ducha, llevaba aproximadamente una hora y media ahí adentro. Me estaba empezando a desesperar, debía llegar a mi trabajo en menos de una hora y ella seguía ahí, además, el recibo llegará costoso y ella aún no tiene dinero para pagarme.

Pensé en relajarme, y fui a alistar mi uniforme del trabajo y repasé una clase de italiano. Había pasado ya 30 minutos y ¡Valentina seguía en el baño!

Mi paciencia se esfumó, (ya no tenía tiempo ni ganas para aguantarme su morosidad).

- Valentina sal de ahí.

- No me demoro Josefa.

- ¡Sal ahora mismo, debo de irme al trabajo!

- No me grites, que yo me baño por dos.

- Deja de decir estupideces, salte ya o abro la puerta y lo hago yo misma.

A la par de mis palabras oí como se cerraba el grifo de la ducha y salía una Valentina hecha un lío; mojada y enfurruñada.

- Si sigues así te cobraré por minutos la ducha, se consciente.

Y sin más me metí a la ducha, estando atenta de los gritos ininteligibles que me mandaba. Me demoré poco tiempo y salí a vestirme con la fugacidad de la liebre a punto de comenzar la carrera.

Agarré mis llaves y salí de ahí, su presencia me enojaba en ese momento.

Llegué al trabajo 20 minutos tarde, me llamaron la atención, pero igualmente me puse a trabajar como siempre.

Creo que vivir con Valentina no será tan fácil como ilusamente lo pensé, (espero que no sea así diariamente).

Josefa.