CARTAS AL AMOR.[EDITADO]

El error.[EDITADO]

-Querido amor.

. . .

Debido a su beso, me descontrolé, ya no pensaba como debería, ahora era el deseo y el amor, el que tomaban las decisiones por mí.

Cerramos la puerta de la torre y a trompicones subimos las escaleras, abrí la puerta y entramos. Dejamos de besarnos y lo dirigí a mi cuarto.

El calor ya era evidente, simplemente el vestido me estorbaba y quería ver a Sebastyan en todo su esplendor. La lascivia se apoderó completamente de mí, no quedaba rastro de aquella Josefa correcta y desanimada por haber roto su corazón, solo estaba presente aquella que se arriesgaba y buscaba en esa noche el éxtasis.

Comencé a besar a Sebastyan de manera devoradora, no solo actuaban mis labios, también mis manos hacían parte de la obra estelar, tocaba su cuerpo y repasaba aquel bulto en su entrepierna, me encantaba oír sus jadeos y la sincronía de nuestros cuerpos; debido a mis continuos contoneos, se fue deshaciendo de la ropa que separaba nuestras pieles, y en un abrir y cerrar de ojos, tan solo estaba presente nuestra carne en contacto continuo.

-Hace mucho que quiero esto Josefa.

- Yo igual.

Dije antes de comenzar a gemir cuando sentí sus dedos dentro de mí.

Ese acto nos llevó a terminar abriendo un preservativo, era muy bueno en esto y su cuerpo y sus gemidos me prendían aún más.

Pero, aunque fuera notable nuestro deseo y el amor que nos teníamos, seguía pareciendo una despedida.

- ¿Esto qué significa Antonella?

Dijo Sebastyan a punto de llegar al orgasmo.

-Nada.

Dije sin ninguna duda, e instantáneamente me arrepentí de mis palabras, pues noté, el abrupto momento en el que Sebastyan salió de mí.

- A qué te refieres Josefa.

-A que debes irte Sebastyan, a que debes aceptar la beca y alejarte de mí, a que debes cumplir tus sueños y olvidarme.

- ¿Y si no quiero olvidarte?

- Entonces tan solo hazlo por mí.

Aquel momento se había arruinado, desde un principio sabía que todo esto sería un error, que terminaríamos arrepintiéndonos.

-Dime Antonella, ¿Me amas?

Quise decírselo, juro que quise, pero simplemente aquel te amo no estaba preparado para ser dicho. Al parecer no era el momento. Debía esperar.

Mi silencio contó como respuesta, y eso le dio paso a Sebastyan para irse.

Se vistió y sin decir más se fue.

Inevitablemente comencé a llorar, no sabía qué pensar. Me iré a dormir y espero enserio no encontrármelo mañana en el instituto.

Ay Amor, no he podido dormir, es por eso que te escribo esta carta, no sé si tomé la mejor decisión, no sé qué pueda ser de nosotros, no sé qué pasará, pero en algo de lo que no me arrepiento es de haber garantizado el futuro de Sebastyan, por qué una vida conmigo, significaría renunciar a sus sueños y eso para mí sería más que una tortura, no sé si es la última vez que lo veré, no sé si dentro de unos meses lo seguiré amando.

En este momento las dudas me asaltan, pero me es más fácil que me roben el sueño a que me roben las esperanzas.

Josefa.