¿Despedida?[EDITADO]

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- Querido amor.

Ya he terminado los exámenes y todo ha salido bien, me da nostalgia el pensar en que ya se termina el instituto y que muy pronto mis amigos y yo tomaremos rumbos muy distintos; con esto no quiero decir que sea imposible mantener una amistad así, pero es que la lejanía es un factor importante para olvidar a alguien y entre las posibilidades existentes, es la más común que se efectúe.

Me da miedo el pensar que podría ser yo quién olvidara a mis amigos, estaría violando todo aquello que dije en un principio y eso en sí, sería lo más triste.

Ahora por el momento estoy viviendo los últimos días de instituto como si fueran los primeros, me he hecho amiga de todos los de mi curso, incluido aquellos a los que llamé en algún punto monos.

Hemos estado saliendo, yendo a cenar, terminando nuestro proyecto de grado, entre otras cosas.

También he estado muy presente, ayudándole a Valentina con Anthony, ayer lo llevé a un control, y el médico me dijo que iba progresando en su proceso de crecimiento y que era notorio el trabajo y el amor que habíamos estado aportando para su mejora.

Valentina ha estado averiguando si podría terminar el último año en tan solo unos meses, pero para ello debía presentar una excusa detallada, en donde hubiera una inscripción médica que garantizara su anterior estado de embarazo y posterior a eso, debía aplicar a un examen que le permitiría terminar el instituto.

Es un proceso bastante complejo, pero para comenzar a trabajar es lo primero que le piden y está avergonzada de no poder pagarme el arriendo de la casa.

Es lindo ver cómo se esfuerza por mejorar, además me ha dicho que le encantaría ser ilustradora y quiere entrar rápidamente a la universidad para ello.

Me encontraba yendo a mi trabajo en la biblioteca. Cuando ya me encontraba ahí, pude divisar de lejos a la señora Margaret, se veía igual de costosa y hermosa que todas las veces que había estado con ella, y como era bien sabido me dirigí hacia ese espacio de la biblioteca en dónde particularmente le gustaba estar.

- Buenas tardes señora Margaret.

-Hola Josefy, ¿Cómo estás?

- Bien - le respondí, y con la dulzura propia de una abuelita apretó mi pómulo con expresión de cariño - ¿Sumercé cómo se encuentra?

- Bien, algo más cansada y débil que todos los días, pero ya se me pasará. Sabes, ahora que te encuentro, quiero entregarte algo, solo prométeme que abrirás esta carta luego de tener noticias sobre mí.

-Claro que si señora Margaret, con todo gusto, ¿De qué se trata?

- Luego lo sabrás mi niña.

Y de su bolso, sacó un suave sobre con bordado dorado, en donde en la parte superior se encontraba mi nombre con la caligrafía propia de un escritor del siglo XIII.

- Muchas gracias señora Margaret, lo abriré cuando acontezca lo presente.

- A ti mi niña, que sepas que lo hago con mucho amor.

Y sin intermediarios, me abrazó de una manera en que jamás lo había hecho, había sentido aquel abrazo como si fuera uno de despedida.

- Ya debo irme mi niña, tengo unas cosas pendientes para antes de irme.

Y sin más se marchó, con su bolso Versace y su cabeza en alto.

En ese momento se me había hecho raro pensar en a que se había referido con antes de irme.

Solo que en aquel momento no sabía que ese día había sido el último con el que iba a contar con su compañía.

Josefa.

CARTAS AL AMOR.[EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora