El matrimonio.[EDITADO]

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— Querido Amor.

Hubo un cambio de planes entre lo que tenía presupuestado contarte de mi viernes al día de hoy sábado, verás...

Luego de no haber dormido casi nada por la presencia de aquel extraño en mi celular y, por tanto, mi mente, tuve un día de trabajo común y corriente; puesto que una compañera había tenido una calamidad doméstica y mi jefe me preguntó que si podía reemplazarla, por lo que acepté y me la pase todo el viernes en la biblioteca atendiendo a las personas, ofreciendo planes, organizando libros, pensando en la señora Margaret, etc.

Durante mi tiempo en el trabajo se me había pasado por completo el percance que tuve el día anterior en la noche, por lo que, cuando me llegó una llamada al mismo número desconocido me asusté, pero no dudé en contestar.

En primera instancia guardé silencio, no sería yo la que daría mi voz para próximos intentos de extorsión y quería escuchar que tendrían para decir.

- ¿Cuándo tendré la oportunidad de pasar a hacerte compañía en casa?, hace mucho no veo tu cuerpo en persona y se me apetece.

- ¿Qué quieres?

- Tomar el té contigo preciosa, ya te lo dije ayer en la noche. ¿Sabes? Puedes invitarme cuando Valentina y tu tierno sobrino no estén en casa.

Estaba muy confundida, de un momento a otro me comenzaron a dar náuseas debido a la idea de que aquel extraño llevara persiguiéndome hace mucho y de que conociera mucho más de mi vida, de lo que debería.

- Le aconsejo que no vuelva a molestarme.

- ¿Acaso te molesto, preciosa?

- Bastante, espero tome en serio mis palabras, ahora si me disculpa...

Luego de haberme disculpado, colgué, no necesitaba más de ese escepticismo y tampoco iba a dejar que me acosaran sin valer mis derechos. Por lo que bloqueé aquel número y di por terminado el estrés que me generaba aquel extraño. Aunque de igual manera estaría pendiente y de ser necesario iría a las autoridades. (espero no sea necesario).

Ya en la noche de ese viernes, fui a descansar, el sábado no debía trabajar gracias al evento de la boda de tía Marie, por lo que pedí permiso en mi trabajo en la heladería; tenía que arreglarme y también organizar algunos preparativos para la boda que me habían sido delegados.

Por lo tanto, el sábado en la mañana me levanté un poco tarde y desayuné tranquilamente con mi mejor amiga y su hermoso bebé, hace mucho no teníamos un momento parecido, por lo que lo guardé en lo más profundo de mi corazón. Valentina y Anthony también estaban invitados a la boda, por lo que nos organizaríamos para llegar al evento al mismo tiempo.

- ¿Ya sabes que ponerte Valen?

- Mmm no estoy muy segura, quería ponerme el vestido violeta que me había comprado para la graduación, pero ahora ni me voy a graduar, ni tengo el mismo cuerpo que antes de tener a Anthony.

Eso era cierto, luego de que Valentina tuviera a su pequeño niño cambió completamente de apariencia, seguía siendo igual de hermosa, siempre lo ha sido. Tanto en su pelo largo y pelirrojo como en su cuerpo delgado, pero la llegada de su maternidad también trajo consigo otros cambios mucho más notorios, como el crecimiento de sus senos con la lactancia o la caía de los músculos de sus glúteos. De igual manera estaba segura de que se vería hermosa, así que la animé a que no tomara eso en cuenta y de que, si quería y le gustaba, lo hiciera.

- Eso es cierto, no voy a negártelo mi Valen, pero aún te sigues viendo hermosa.

- ¿Debería usarlo?

CARTAS AL AMOR.[EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora