Para: Papá.[EDITADO]

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-Querido padre.

Hace un año que no te escribo una verdadera carta, y dirás que ingratitud de mi parte por escribirte solo cuando me encuentro mal, a veces simplemente no puedo evitarlo, porque sé que de ti provienen los murmullos de buenos consejos, de buenas decisiones.

En todo este tiempo que ha pasado desde tu muerte, te he sentido aún más presente; han pasado años, etapas, amistades, amores, decepciones y felicidades. Pero eso no me ha impedido sentirte como un alma perenne, siempre que te recuerdo lo hago desde el amor que me inculcaste y cuando me veo en el espejo busco tener cada mañana aquella sonrisa que tú me regalabas.

Recuerdo las anteriores cartas que te he escrito; algunas desde el amor, otras desde el sufrimiento. Solo tú sabes la transparencia de mis sentimientos.

Esta carta es simplemente de amor y agradecimiento, también a modo de confidencia, de evocar nuestros ratos juntos viendo a aquel pajarito a través de la ventana.

Puedo contarte que estoy bien, que aún entre la tormenta que mi mente y corazón tenían, encontré la calma junto a los que conviven conmigo terrenalmente. Como sabes, la relación con Vicenta y Mauricio es cada vez mejor, mi madre a cambiado demasiado, no sé en general que habrá causado su vario de actitud; no sé si fue el amor, no sé si fue el destino, no sé si fue la coincidencia, (o su propia autoconciencia), pero estoy contenta con ello de un modo u otro.

También mis amigos han estado muy presentes a mi lado, y aún más la señora Margaret, que en tan poco tiempo se ha convertido en uno de mis puntos de referencia, (una señora tan conocedora y amable es alguien para memorar). Créeme, si tu cuerpo aún existiera sobre la tierra y tu conciencia estuviera unida a el, te la hubiera presentado y estoy segura de que habrían sido muy buenos amigos.

Sobre Valentina , todo ha ido mejorando exponencialmente, al principio creí que su presencia en mi casa me irritaría y que en menos de una semana ya la habría sacado de allí, pero no, estar con ella nos hizo revivir aquella amistad que se había apagado, no fue fácil; tuve que cambiar una parte de mi para mejorar; debí ser más paciente, más empática, más abierta a sus cariños.
Todo eso para encontrarme así de bien con su compañía, ahora puedo decir con total confianza que es mi mejor amiga y que lo seguirá siendo por el resto de mi vida.

Otro punto importante, (del cual es obligatorio informarte), es de mi conexión con el hermoso e increíblemente tierno hijo de Valentina, nadie lo sabe, pero Anthony, aparte de ti, es el primer hombre al que amo infinitamente sin importar que, lo sé por su amplia inocencia y por robarse mi corazón con cada carcajada que me brinda. Ver sus ojos es como ver a la mismísima felicidad y gratitud juntas, él es un ser hermoso cargado de luz y estoy indefinidamente contenta de poder hacer parte de su vida y de tener la oportunidad de aportar en su crianza.

Tía Marie, como bien lo sabes, es una de mis personas favoritas y me alegra mucho el saber que ahora tiene a una agradable persona a su lado, (como lo es Alberto) para acompañarla. Ella ha sido una persona super importante en toda mi vida y de mi parte que te quede a ti testimonio, de todo el amor profundo que a ella le tengo.

Como antepenúltimo tema está Sebastyan, me es complicado hablarte de él, porque en si todo es incierto.

Ya conoces lo que pasó, lo que hice, las decisiones que se tomaron; sabes que aún en el fondo, (así lo oculte), lo amo y sabes que estoy completamente segura de que en el caso de volver a verlo todo ese amor se desbordaría como derrumbe en terreno húmedo y rocoso.


Para ello, como única petición, te pido tu serenidad, transmítemela desde ese punto infinito en el que te encuentras, permíteme sentir y tomar la decisión correcta.

Y como último ítem, te contaré del amor. No de ese que se destruye luego de una traición, no de ese que se esfuma con la muerte y mucho menos de ese que se va en un avión. Si no de aquel persistente, que tú me has tallado tanto, aquel al que le escribo y cuento mis confidencias como lo hago en esta carta.

Te hablo del amor sincero: que siento al escribirte, al pensarte, al pensar en mí familia, mis amigos, mi presencia, mi soledad.

Aquel amor presente en la ausencia de todo.

Para finalizar, solo puedo agradecerte. Por estar conmigo aún en la inmaterialidad de tu cuerpo, por darme tu amor, aún en la inexistencia de los medios para ello.

Te amo papá y hasta el fin de mis días lo seguiré haciendo.

Con amor.

Josefa.

CARTAS AL AMOR.[EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora