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Chapter Thirty eight

Cuando hizo intento de levantarse para ayudarla sintió que la agarraban por debajo de los brazos. Intentó patalear para que la soltaran, pero lo único que logró fue que con su bastón la golpearan fuertemente en el pie lastimado haciendo que soltara un grito gutural qué alertó a la peliceleste

──Ya inmovilizamos a la menor de los hermanos Sano ──el que había golpeado a Emma agarra a la mencionada por los cabellos de forma brusca alzándola en peso ── ¿Me pregunto qué reacción tendrán el jefe de la Toman y el de Tenjiku cuando se enteren de lo que le hicimos a su querida hermanita?

──Ustedes... ──la cara de Chifuyu reflejaba molestia, dolor y muchas cosas más ──,... ¿Son de Devil, verdad? Solo unos cabrones rastreros como ustedes son capaces de algo así... ──intentó patalear pero volvió a recibir un golpe en su pierna ── ¡Suelten a Emma!

──Tú solo tienes que callarte ──volvió a recibir un golpe, pero esta vez en el estómago

Cuando Souya sintió el primer grito de Chifuyu soltó todo lo que estaba haciendo y comenzó a correr en dirección a sus amigas. De lejos pudo ver cuando la golpearon en la pierna y como trataban a Emma como muñeca de trapo. Para cuando estaba casi llegando unos hombres la interceptaron por lo que tuvo que comenzar a luchar para deshacerse de ellos. Golpes, patadas, puñetazos, todo iba de aquí para allá. Ciertamente no amaba las peleas como su hermana, pero en lo que respecta a pelear era igual de ágil qué ella

──Déjenme pasar ──dio un salto y le golpeó la coronilla con su talón causando qué el que estaba frente a ella cayera de cara al suelo inconsciente ── ¡Quítense idiotas!

Otra ronda de puñetazos y patadas comenzó. Uno de ellos la atacó por la espalda haciéndole una tacleada qué la tumbó al suelo, el sujeto se subió sobre su espalda y la inmovilizó, agarró su brazo derecho y le hizo una llave qué le terminó partiendo dicha extremidad. El grito se sintió bastante fuerte, Souya comenzó a removerse soltando gritos de dolor puesto que a cada que se movía el chico sobre ella le apretaba más el brazo lastimado a modo de tortura

──Suel...suéltame desgraciado ──le volvieron apretar el brazo volviendo así a soltar un grito gutural ──. Me las pagarán por lo que le hicieron a Mitchy, a Takashi, a mi hermana, a Chifuyu y por lo que le acaban de hacer a Emma ──le colocaron la rodilla en el cuello y le sujetaron el brazo sano ──. Mierda... Váyanse al diablo Dev...

Justo antes de poder terminar la frase el que la tenía retenida le partió el brazo izquierdo. Su grito se mezcló junto al segundo grito de Chifuyu. La menor de las Kawata sintió vagamente el grito de su amiga de ojos verdes por lo que importándole menos el dolor de sus brazos intentó zafarse ejerciendo algo de fuerza. Logrando qué el que estaba montada sobre ella aflojara un poco el agarre, le dio una patada como si uno de sus pies fuera el aguijón de un escorpión noqueándolo al momento. Usando la fuerza de sus propias piernas se levanta y comienza a correr hacía sus amigas

── ¡Chifuyu! ──la nombrada la volteó a mirar con algo de dificultad recibiendo así otro golpe en la pierna, a Emma la arrojaron al pavimento como si de una basura se tratara ──. Malditos ¿Cómo son capaces de eso?

Siguió corriendo pero debido a no tener el apoyo de sus brazos terminó tropezando y cayendo de bruces al suelo. El que tenía aguantada a Emma se aproxima a ella antes de que esta se pudiera levantar y la sujeta del cabello justo como había hecho con la rubia de ojos miel minutos atrás

── ¡Oh! Así que la subcapitana de la cuarta división también ──soltó una carcajada desdeñosa ──. Mmm... ¿Me pregunto qué pasará si golpeamos más a tus amigas?

──Deténganse... ──golpearon a Emma por el estómago haciéndola rodar ──. Deténganse ──a Chifuyu le dieron un puñetazo en el estómago ──. Deténganse no sigan... ──a ella la zarandearon como trapo de cocina para luego soltarla ── ¡Deténganse!

... ──Oooh... ¿Tú hiciste todo esto sola...Sou? ──Nahoya miraba a todos los chicos de último año de su primaria tendidos en el suelo, golpeados a más no poder

──Lo...lo siento... Naho... ──Souya hipeaba por el llanto ──. E...ellos hablaban...hablaban mal de ti y...y se burlaban... ──comenzó a llorar otra vez

──Tranquila Sou ──la de cabellos naranjas fue hasta su gemela y le acaricio sus esponjosos cabellos celestes ──, solo trataste de defenderme, pero promete que nunca volverás a llorar ¿Si?...

──Desgraciados hijos de puta... ──su voz sonaba fría y su mirada tierna junto a sus lágrimas reflejaban una expresión aterradora, parecía una muñeca acabada de salir de una película de miedo ──,... me hicieron romper la promesa que le hice a mi hermana ──se levantó como si nada hubiera pasado y como si el dolor de sus brazos no existiera ──. La hirieron a ella, a mis amigas... ──los miró con rabia ──,...la pagarán...la pagarán caro...

Arremetió contra ellos a patadas. Era como si estuviera volando. Patadas por aquí y por allá, y uno a uno los fue noqueando a todos

Chifuyu se había quedado boquiabierta. Sabía que Angry era alguien a la que no le gustaba pelear y que si lo hacía no iba realmente en serio, pero ahora entendía por qué no se separaba de Nahoya nunca y la hermana nunca permitió que participara en peleas de alto riesgo, Kawata Souya era un monstruo. Estaba irreconocible, no había rastro alguno de la chica tímida, de la chica que aparenta estar enojada, de la chica que solo le sonríe a los que se lo merecen, de la chica que había conquistado el corazón del menor de los Haitani desde el primer momento

── ¡Angry cuidado!

Todo ocurrió en cámara lenta para Chifuyu. Cuando la de cabellos celestes iba a voltear a verla debido a su advertencia porque pretendían atacarla a traición con un tubo de metal, terminó recibiendo el tubazo, haciéndola caer contra la acera en un ruido sordo

──Son unos animales ──Chifuyu gritó e intentó moverse otra vez recibiendo otro puñetazo en el estómago ── ¿Tanto miedo tienen de Toman y Tenjiku que se ven en la necesidad de hacer estas barbaridades? Son unos hijos de puta... ──iba a seguir insultándolos pero le colocaron el cañón de una pistola en la sien, justo como aquella vez cuando recibió el balazo en la pierna

──Es mejor que te quedes calladita ──sintió como le quitó el seguro al arma de fuego ──. Así te ves más bonita ──se comenzaron a escuchar pasos de alguien corriendo ──. Al final va a ser verdad eso de que tanto la Toman como Tenjiku no tienen los cojones como para enfrentarse a nosotros... ──se escuchaban aquellos pasos aún más cerca

── ¿Qué no tenemos los cojones? ──la rubia rechinó los dientes ──. Son ustedes los que no tienen los cojones, arremeten contra nosotros por la espalda. Estoy completamente convencida de que su líder es un desgraciado cobarde que piensa que por mandar a atacarnos nos va a vencer y... ──el sujeto soltó un disparo que por muy poco no logra esquivar

──Te dije que te mantuvieras callada ──la agarra con brusquedad del mentón y la obliga a mirarlo ── ¿Acaso no me entendiste?

──Váyanse al diablo

──Eres una...

¿Acaso no escuchaste cuando dijo que te fueras al diablo?

Los pasos apresurados eran propiedad de una chica que vestía unos jeans negros rasgados en la rodilla, unas botas blancas de suela gruesa, un top negro sin tirantes que resaltaba sus pechos y que estaba a la vista debido a la chaqueta patchwork que llevaba. La chica había llegado justo en el momento en que el sujeto se disponía a disparar a Chifuyu dándole un botellazo en la cabeza y provocando que se reventara la misma en muchos fragmentos

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