Tulips

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Chapter Forty four

En el templo Musashi, lugar de reunión de la Tokyo Manji Gang, habían reunidos aproximadamente unos mil hombres, o quizás un poco más. Tanto la Toman como Tenjiku estaban cada uno en espera de que los comandantes de ambas pandillas dieran inicio a la reunión previa a la pelea. En la sima de la escalera estaba Mikey, Izana, Draken y Kakucho

──Bien ──habló el rubio del tatuaje de dragón ──. Daremos comienzo a la reunión

──No será demasiado larga porque nos están esperando y sabemos el daño que Devil nos ha provocado como para darle más largo al asunto

──Como justo hoy en la tarde emboscaron a Kawata Souya, la novia de Haitani Rindou, también resultó herida mi hermana Emma ──todos los que no estaban enterados comenzaron a cuchichear del sombro por la noticia ──. Así que partiremos hacia la batalla ¿Quién está con nosotros?

Toda aquella masa de pandilleros comenzó a gritar ‘‘Tenjiku, Toman’’ mientras también hacían resonar los motores de sus motos. Todo sonido daba valor, y eso era lo que tenían todos, valor y ganas de pelear

──Mitsuya ──la nombrada volteó a verlo ──...estooo... Hakkai ¿Puedes dejarnos solos? ──el peliazul asintió y fue a ver a Inupi

── ¿Pasó algo, Draken? ──miró por donde se había ido Hakkai ──. Hakkai es de confianza, podía quedarse

──No es que no sea de confianza, es que simplemente te lo quería decir a solas, por si no te lo puedo decir después ──sacó de uno de los bolsillos de su uniforme una pequeña tarjeta con el dibujo del tatuaje de ambos, pero de los que tenían la cabeza apuntando a la izquierda ──. Quiero que lo leas, es para que entiendas y dejes de estar molesta conmigo

Con la misma se volteó y emprendió su camino hacia su motocicleta la cual estaba al lado de la de Mikey y este último lo esperaba con Takemichi junto a él

Cuando Hakkai vio que Draken se había alejado se empezó a acercar a su amiga la cual miraba algo entre sus manos con una ceja alzada y un ligero sonrojo

── ¿Qué pasa Taka-chan? ¿Qué te dio Draken?

Le enseñó la tarjeta

── ¡Oh Dios! ──sonrió ──. Pues es verdad

── ¡Eh! Dejemos eso para después, ahora lo que cuenta es que tenemos que partir a una pelea

──Tienes razón ──Hakkai le devolvió la tarjeta y esta la guardó en uno de los bolsillos de su chaqueta ──. Vallamos a partirle el trasero a esos desgraciados

Muchos hombres se encontraban en la entrada de aquel hospital abandonado como guardias. Iban armados con cuchillos y tubos tanto de madera como de metal, incluso habían algunos que en sus palos de madera tenían incrustados clavos. Así iban a enfrentar a las dos pandillas más fuertes de la región de Kanto, sabían que no podían vencerlos de otra forma, más que con trucos sucios

Se comenzó a escuchar el ruido de muchas motos. A lo lejos se podían vislumbrar muchas luces parpadeantes, cada vez se acercaban más y más. Tanto la Toman como Tenjiku ya se estaban haciendo presentes, ya estaban preparados para dar pelea

──No puedo creerlo ──dijo Ran mientras aceleraba

── ¿Qué pasó? ──intentó mirar pero la estatura de Ran no se lo permitía

──El idiota de tu ex

── ¡Eh!

Nahoya se puso de pie sobre el asiento trasero y se aguantó de los hombros del mayor

──No puedo creerlo ──soltó una carcajada desdeñosa

──Lo mismo que dije yo

──Amor ──Ran se sorprendió por el apodo, pero no se sonrojó, simplemente sonrió con arrogancia ──, arranca, lo más rápido que puedas

── ¿Confías en mí?

──Obvio que no Anabelle, y déjate de cursilerías

──La que empezaste fuiste tú

──Como sea, solo hazme caso ──luego se dirigió a sus amigos los cuales se sorprendieron por lo loca que era la maniobra que estaba haciendo, o pesaba hacer ──. Chicos, el que parece ser el líder de la avanzada es mío, yo me encargaré de él

Diciendo eso Ran arrancó rebasando así a todos los que estaban delante de él

──Aparte de acosador y sordo, también un pandillero resentido ──le gritó a Irin lo que hizo al chico sorprenderse de su presencia

── ¡Nahoya! Sabía que regresarías ──era extraño el brillo retorcido con el que la miraba

──Acelera Ran

El mayor de los Haitani acató la orden y estando a una distancia que consideró adecuada, Nahoya ejerció fuerza en los hombros del de ojos amatistas, hizo una parada de manos y al bajar golpeó lo más fuerte que pudo la nuca del chico haciendo que cayera desmayado al instante

Primer paso: Vencer al líder del escuadrón de avanzada (hecho)