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Chapter Forty six

Hajime se había adelantado a lo que Seishu, cuando terminó de derrotar a unos cuantos, le siguió la pista hasta subir la escalera al primer piso

Se encontró con una escena un tanto desagradable, a Koko lo tenían golpeado a más no poder y soltando sangre por la boca. El pelinegro al verla le dijo que se fuera, a lo que ella claramente no cedió

──Vete Inupi, no...  ──escupió un poco de sangre ──,... seas obstinada

──Ni de broma ──avanzó más ──. Me dijiste que estábamos juntos y nos protegeríamos mutuamente

──Solo vete Inupi, no quiero que te hagan daño ──su voz salía amortiguada

──Ya dije que...

Deberías hacerle caso al chico

Solo pudo voltear la cara. Terminó recibiendo todo el impacto de un tubo de madera haciéndola saltar por los aires debido al impulso y rodando cuando cayó en el piso

── ¡Seishu! ──el grito que soltó Koko fue desgarrador, se retorcía para que lo soltaran

──Hasta ahora no oponías resistencia ──uno de los que lo estaban golpeando sonrió con soberbia ──, así que la chica es tu punto débil

──No te atrevas a tocarle un solo pelo a Inupi, bastardo ──la molestia era palpable a simple vista ──. Te lo advierto

No supo de donde la sacó, pero usó toda la fuerza que pudo y empujó de una patada al tipo haciendo que rodara por las escaleras

Inupi comenzó a despertar. Cuando logró enfocar bien se percató que Koko venía hacia ella, pero no sonrió, más bien desencajó la mirada. Detrás del pelinegro venía otro tipo dispuesto atacarlo con un cuchillo, a lo que ella usó la poca fuerza que le quedaba, pues sentía que se desmayaría en cualquier momento. Saltó a los brazos de Koko, giró su cuerpo usando la fuerza de su empuje, para terminar recibiendo la puñalada que se dirigía a él

──Maldita sea Inupi ──la sostuvo sobre su pecho ── ¿Por qué carajos lo hiciste? ──la apretaba cada vez más

──Porque tú ya lo hiciste conmigo ──recostó su cabeza en el hombro de Koko ── ¿Lo recuerdas? ──tosió y escupió un poco de sangre manchando el uniforme del contrario ──. Te metiste a una casa en llamas solo para rescatarme, pudiste haber muerto, y aun así fuiste a mi rescate ──sonrió mientras sentía como su fuerza se iba desvaneciendo

──Joder, pero no me interpuse para recibir una puñalada ──soltaba lágrimas mientras apretaba el cuerpo de Inupi y sentía que su respiración cada vez se hacía más lenta ──. En aquella ocasión podíamos salvarnos los dos, no que ahora solo puedo salvarme yo ──ya casi no sentía su respiración ──. Mierda Seishu no me dejes solo

Empezó a llorar, apretaba su cuerpo contra su pecho con desespero. La alejó un poco y observó sus hermosas pestañas doradas, sus cabellos dorados, su tersa piel y la cicatriz resultado de haberla salvado de un incendio. La volvió a estrechar entre sus brazos. Se sintió culpable, se mordía el labio porque se sentía culpable. Esa vez terminó con la cara quemada porque no llegó a tiempo, y esta vez terminará con una cicatriz por salvarlo, y probablemente muera. Todo por su culpa

No...te sientas...culpable...Koko...

Sintió el aliento de la rubia en su cuello e inmediatamente la separó para verla. Inupi respiraba de forma errática y sus ojos ya no poseían ese hermoso brillo que los caracterizaba, al parecer solo se había desmayado, pero por su desesperación no se había percatado de tal hecho

── ¡Inupi! ──sus lágrimas ahora eran de felicidad, si estaba consiente había una posibilidad de que se pudiera salvar ──. Me alegro que estés bien

── ¡Estoy a punto de morir y dices que estoy bien! ──le dedicó una sonrisa débil, una que solo se podía permitir debido a la poca fuerza que tenía en ese instante

──No digas eso idiota ──se comenzó a levantar con delicadeza, la cargó estilo princesa y comenzó a correr con ella tratando de no lastimarla más de lo que ya estaba ──. Te salvarás, yo me encargaré de eso

──Lo sé ──le dedicó una sonrisa de oreja a oreja cerrando sus preciosos ojos ──, sé que mientras estés cerca de mí nada malo podrá pasarme

Se acomodó sobre su pecho para descansar. Quería aferrarse al calor que el pecho de Koko le brindaba, se dijo a sí misma que sobreviviría, no quería dejarlo solo

──No puedo mensajear chicas ──dijo Souya a través de la llamada grupal que mantenía con Emma y Chifuyu ──, recuerden lo de mis brazos

──Hagamos videollamada entonces ──dijo Emma sonriendo, aunque nadie podía verla

──Por mi bien ──respondió Chifuyu

──Ok, espérenme unos minutos

Fin de llamada

La peliceleste a como pudo, pues tenía ambos brazos enyesados, entró a WhatsApp. Buscó el grupo que compartía con todas sus amigas y activó la videollamada grupal con las otras dos

Inicio de videollamada

──Ahora si

En la pantalla de su celular aparecieron dos chicas rubias. Emma permanecía con una sonrisa mientras traía una venda alrededor de su cabeza y Chifuyu también traía una sonrisa mientras estaba acostada en la cama

──Miren ──Chifuyu desvió la cámara hacia su pie enyesado y luego hacia su silla de ruedas ──. Ahora sí que estoy incapacitada

── ¡Incapacitada tú! ──Souya soltó una sutil carcajada ──. O sea, yo tengo ambos brazos enyesados Fuyu

──No sé cual está peor aquí ──Emma comenzó a carcajearse contagiando a las otras dos ──. A mí me dan ligeros dolores cuando muevo de forma brusca la cabeza. Fuyu-chan no se puede parar porque no puede forzar mucho el pie y Sou-chan no puede sostener nada por mucho tiempo por si misma

──Es increíble todo lo que está pasando ──Chifuyu soltó un bufido ── ¿Me pregunto cómo estará yendo todo con los chicos?

──Tienen a Mikey y a Izana con ellos, nada malo pasará ──dijo Emma convencida ──. Además, cuentan con la fuerza de Draken, la agilidad de Keisuke y la destreza de Haruchiyo

──En eso tienes razón ──Souya asentía ──. Podemos confiar. Las chicas están con ellos. Toman siempre gana, aparte de que está junto a Tenjiku, esta pequeña adversidad no será la excepción

──Exacto, confiemos ──Chifuyu sonrió ──. Confiemos en todas las chicas, ellas sabrán cuidar de los chicos y viceversa. Nada malo podrá pasar, y si pasa, saldremos de los problemas victoriosos, como siempre hemos hecho

──Cuando todo esto acabe, cuando todos los problemas se solucionen ──Souya suspiró antes de continuar ── ¿Les gustaría celebrarlo en la playa?

──Me sumo ──dijo Emma

──Igual yo ──Chifuyu asentía

──Bien, está decidido. Cuando se acabe todo este conflicto iremos de viaje y acamparemos en la playa ──sentenció la de cabellos celestes

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