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Chapter Nine

Emma se encontraba sola en casa

Su abuelo había salido con su hermano mayor Shinichiro a comprar los víveres necesarios para llenar la despensa. Mikey andaba dando una vuelta y no volvería hasta bien tarde porque ese día tenía su reunión semanal con los capitanes y subcapitanes de la Toman. En cuanto a Izana, ese debía estar con los miembros de su pandilla en un lujoso bar de Roppongi, pues cortesía de las conexiones de los Haitani, habían hecho de ese lugar su punto de reunión y descanso

Viendo que tenía la residencia Sano para ella sola, decidió ponerse a realizar las típicas tareas del hogar que hacía siempre con la diferencia de que esta vez estaba sola y no tenía que molestarse con Shinichiro por llegar y mancharle el piso de grasa antes o después de limpiar, con Manjiro por mancharlo de comida y con Izana por llenarlo de papeles y restos de lo que sea que estuviera utilizando para algunos de sus proyectos de la universidad

Desempolvó, barrió, acomodó, pulió y hasta lavó todo lo que pudo. La gran casa estilo japonesa se veía impecable y la rubia se sintió satisfecha con su trabajo. Viendo que ya había acabado decidió darse un merecido baño para al salir dedicarse a preparar la cena

Estaba mirando la palma de sus manos por debajo del agua de la tina, las movió y suspiró. Su corazón se estrujó de momento, recordó la conversación que tuvo con su amiga pelilila hace unos días mientras le servía de modelo para su club de costura

──..., sabes Emma ──la pelilila estaba hablando a la par que acomodaba unos alfileres para poder marcar en donde debía de ir la costura ── ¿Creo que me gusta Draken? Te lo digo porque...sé que él te interesa y no quiero perder una amistad por algo así

A Emma se le detuvo el corazón. Había estado ‘‘enamorada’’ del mejor amigo de su hermano Mikey por mucho tiempo. Para ella Draken era un chico amable y educado a pesar de su apariencia intimidante. Pensaba que era amable con ella por ser especial, aunque al ver cómo trataba a su amiga de cabellos lilas y de que tenía historia con ella incluso antes de conocer a Manjiro, la hizo entender que quizás el rubio de la trenza gustaba de ella. Como no habían dado el paso decidió seguir intentando, pero al escuchar de la boca de su amiga esas palabras se lo volvió a plantear. Se dice que cuando quieres a alguien déjalo ir, y eso haría, aparte de que se sentía aliviada de ver que su amiga había confiado en ella como para consultárselo

──Si eso es lo que sientes, te ayudaré ──sonrió ──, somos amigas ¿no?, y las amigas están para apoyarse...

Suspiró y decidió salir del baño, si seguía deambulando en sus pensamientos se haría pasita. Salió de la tina y procedió a secarse, para cuando se disponía a vestirse se percató de que no había traído nada de ropa, ni siquiera su ropa interior

──Lo último que me faltaba

Sabiendo que estaba sola se envolvió en su toalla y salió así mismo del baño, en dirección hacia su habitación

Kurokawa Izana acabada de llegar de su reunión. Puede que estuviera algo tomado, pero estaba plenamente consciente de lo que hacía y decía. Pudo llegar a su casa en su motocicleta sin sufrir daños y sin problemas, así que para él todo estaba perfecto

Cuando entró y miró a su alrededor se percató de que todo estaba limpio y ordenado señal de que Emma ya estaba en casa, así que como era habitual para él, fue hasta su cuarto. Era una costumbre que tenía, se decía así mismo que era para cerciorarse de que todos estuvieran bien, hacía lo mismo tanto con ella como con Manjiro y Shinichiro pero más con Emma, después de todo, era su hermanita pequeña y tenía el deber de protegerla

Estando delante de la puerta la abrió de golpe

──Emma ya lle...gué...

Se quedó paralizado y los colores se le subieron debido a no poder controlarse producto al alcohol, Emma estaba delante de él con solo unas bragas y con sus pechos al aire. Su corazón le latía a mil por hora, y en vez de hacerle caso a la voz de su conciencia que le gritaba que saliera le terminó haciendo caso a su instinto. Entró cerrando la puerta tras de sí y comenzó a caminar en su dirección sin apartar la vista de ella

──Iza-nii ──Izana no se detuvo ──, estoy desnuda deberías sa... ──como caminaba hacia ella, Emma tenía que retroceder hasta que al final terminó acorralada teniendo a un moreno unos centímetros más grande delante ──,... lir...

──Emma ──su voz era ronca, melodiosa y varonil, tenía una mano apoyada a la pared mientras con la otra le acariciaba la mejilla, la rubia estaba paralizada pero sintió cálido el toque de su hermano ──, yo... perdóname...

──Iza-nii, que es lo que... ──la estaba besando, su hermano la estaba besando

Vale que sabía que a pesar de haberse criado juntos no era su hermano de sangre pero había sido criada como tal. Al pasar de los años, cuando Shinichiro lo trajo a vivir a la residencia Sano estaba que no cabía de la felicidad. Cuando sus miradas chocaron lo primero que hizo fue correr y saltar a sus brazos siendo recibida por este bastante gustoso, adoraba a todos sus hermanos y estaba orgullosa de ser la menor

Por parte de Izana también sentía lo mismo, siempre había estado ahí para protegerla cuando lo había necesitado y se sintió un poco destruido cuando lo mandaron a un orfanato. Para cuando conoció a Shinichiro y lo llevó a vivir con él se sorprendió de ver que Emma era toda una señorita. Con el pasar de los años empezó a tener ciertos sentimientos por ella, pero se repetía una y otra vez que era su hermana y se dedicó a redireccionar sus sentimientos en base a eso. Ahora que la llegó a ver prácticamente desnuda y sumándole que había bebido no había podido controlar los sentimientos reprimidos que tenía, simplemente no pudo, y ahí estaba besándola

Para Emma era su primer beso. Siempre pensó que este sería con el primer chico que le gustara, o sea Draken, pero se equivocó ¿Quién en su sano juicio pensaría que su primer beso sería con uno de sus hermanos mayores? Su corazón latía y se sentía un tanto perdida, aunque el beso le estaba gustando. Izana besaba increíble a su parecer y su cálida mano en su mejilla la hacía sentirse especial. El de ojos violetas fue bajando su mano por su cuello con delicadeza, de su cuello bajó a uno sus pechos el cual masajeó por unos instantes sintiéndolos suaves y perfectos a su tacto y arrancándole un pequeño jadeo a la rubia, de ahí fue hasta su cintura donde la acercó más a él y al final terminó apretándole el trasero volviéndole a arrancar otro jadeo. Izana se sentía malditamente bien, definitivamente era el mejor momento de toda su vida

¡Izana, Emma! ¿Están en casa?

Emma se sobresaltó al escuchar la voz de Shinichiro haciendo reír un poco al peliblanco. Este último dio por terminado el beso dándole una leve mordida a su labio inferior. Se quedaron observándose unos segundos, Izana sonrió internamente, después de esto le costará contenerse, pero por ahora le echará la culpa al alcohol

──Emma ──se le acercó y le besó la frente ──, te pido que me perdones. Esto no volverá a pasar

Con la misma se separó y salió de la habitación dejando a una Emma hecha un manojo de nervios y sonrojada hasta las orejas

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