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Chapter Twenty

Le daba gracias a Dios por darle la agilidad suficiente como para hacer esas locas maniobras sobre su moto. La ‘‘pequeña Angry’’, como la llamaba Ran, hacía de todo para llegar lo antes posible al lugar en el que le había dicho Rindou que estaba. No es que no se preocupara por su gemela, Rindou ya le había hecho saber que estaba bien, sino que quería ver con sus propios ojos lo que Nahoya había hecho, además, quería ayudar a RinRin a ‘‘limpiar el desastre’’

──Valla porquería ──el rubio de mechas celestes miraba como los subordinados de su hermano estaban haciendo un trabajo impecable ──, no se contuvieron

¡RinRin!

Al escuchar el apodo se dio la vuelta para quedar sorprendido al momento. Se olvidó de lo linda que parecía, para él la peliceleste había subido de nivel considerablemente. Traía un suéter color celeste, una falda negra ceñida a la cintura y unas botas blancas de suela gruesa que supuso usaba con su uniforme de pandillera, pero en fin, eso no había sido lo que había llamado su atención

── ¿Cómo...como mierdas hiciste eso? ──sus ojos no daban crédito a la que había visto

A Kawata Souya, segundos antes de llamar al chico por el apodo que le había puesto, un perro se le había atravesado y sumándole a eso un camión estaba a punto de cruzar a toda velocidad por la calle que debía de cruzar para llegar a dicho parque. En fin, y debido a su corazón de pollo noble e inocente, dio un espectacular derrape en el cual se inclinó lo suficiente ras con ras al suelo como para agarrar al perrito. Poniéndolo debajo de su hombro y usado esa misma mano para volver a coger impulso y erguirse, hizo un giro de 360º el cual pudo darle el suficiente tiempo al chofer de aquel camión a detenerse y a ella pasar por el hueco que había dejado libre. El menor de los Haitani se había quedado atónito ¿Alguien habrá visto a alguien hacer eso de forma tan temeraria y sin equipamiento? Joder, que acababa de ver a la chica que le atraía hacer una maniobra tan peligrosa como si nada

──RinRin ──vio como la peliceleste aparcaba, dejaba libre al perrito el cual le movía la colita suponiendo queriéndole decir gracias y dirigirse a él a paso apresurado ── ¿En qué puedo ayudar?

──Acabas de hacer la maniobra más genial y... ──nadie podía culparlo por estar sorprendido todavía ──,... y solo me preguntas en que puedes ayudar

──Sé que Nahoya está bien ──miró como a su alrededor todo parecía limpio ──, pero me preocupé con eso de que habían sido atacados, vine a ayudarte a investigar y a ver si... ──su teléfono comenzó a sonar con una llamada de su hermana ── ¡Oh, mira! Es ella

Inicio de llamada

──Naho, ahora mismo estaba hablando de... ──sintió un sollozo ── ¿Nahoya? ──se preocupó, nunca había escuchado a su hermana llorar ── ¿Nahoya estás llorando?

Al escuchar eso Rindou se acercó y se paró a su lado

──Sou...Sou...

──Kawata Nahoya, respira y dime que pasa, me estás preocupando

──Llegando...al hospital...una ambulancia hacía entrada... ──sintió como intentaba suspirar para poder ahogar sus sollozos y poder hablar mejor ──,... y... luego Draken apareció junto a...junto a Hakkai y... resulta que... que a Takashi le cortaron los frenos de...de la moto...

── ¡qué! ──la expresión no salió con la intensidad con la que pensaba que iba a salir ──, pero... ¿Está bien, no?

──Los doctores dicen que si pero...hasta que no despierte...no pueden dar un diagnóstico acertado y todos estamos...

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