Tulips

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Chapter Thirteen

Eran las 09:30 pm y Chifuyu había salido de su cómoda habitación en donde estaba jugando con Peke J, su gato negro, para prepararse un refrigerio porque le había entrado hambre. Su gato la había seguido y mientras esta se servía jugo, Peke J se paseaba por entre sus piernas buscando que su dueña le prestara atención

── ¿Tú también tienes hambre no, Peke J? ──le dedicó una sonrisa a lo que su gato le maulló y le cerró los ojitos como diciéndole que sí ──. Bien, ve a por tu platico que en breve te doy comida ──se arrodilló y le acarició la cabecita, gesto que Peke J correspondió con otro maullido

Y así mismo fue. El gato arrastró con su boquita el recipiente donde comía, a los pies de la rubia. Chifuyu puso su comida para gatos favorita y se deleitaba viendo cómo su mascota comía con lo que parecía ser una sonrisa. A los minutos la puerta de su casa comenzó a sonar de forma estrepitosa, en ese momento se estaba sirviendo algo de agua y tras decir ‘‘Ya va’’ siguió bebiendo, pero como los toques seguían de forma insistente se dirigió a abrir la puerta mientras se preguntaba quién tocaba a esas horas

── ¿Baji-san? ──miró al de ojos chocolate extrañada, eran vecinos por lo que no era tan raro verlo en su casa a cualquier hora, pero le resultaba extraño que fuera a buscarla a esa hora cuando muy a lo probable ella estuviera durmiendo porque al día siguiente tenían clases ── ¿Qué haces aquí a esta ho...?

──Apuñalaron a Takemichi ──Chifuyu soltó el vaso de cristal con agua que tenía entre sus manos mientras que en su rostro se reflejaba una mirada perdida ──. Mikey me acaba de llamar que ya están en la ambulancia, están dirigiéndose al hospital central. Vine a buscarte

Con la misma Chifuyu salió corriendo hasta su cuarto mientras chocaba con todo a su paso haciendo más escándalo que el que armó Baji hacía unos minutos. Agradecía que su madre, la cual trabajaba en el hospital central como enfermera, estuviera de guardia y no estuviera en casa. Llegó hasta su habitación y agradeciendo que tenía un suéter de lana negro con estampado de gatitos que le había regalado Baji para su cumpleaños, solo tuvo que ponerse unas botas blancas a medio tobillo y una bufanda tipo pashmina del mismo color, y todo debido al frío de la noche, y con la misma agarrar sus llaves y salir junto con Keisuke rumbo al hospital para ver a su amiga. No sin antes barrer los vidrios rotos obviamente

Emma saltó de su cama exaltada. Cuando la llamada de Chifuyu la despertó pensó que era para preguntarle algo, pero en cuanto la ojiverde le mencionó lo sucedido lo primero que hizo fue salir a prisas de la cama e ir en busca de alguien que la llevara

Miró la puerta de su habitación, después de lo sucedido hace semanas, no había tenido el valor para estar a solas con él. Se sentía algo extraña, el beso le había gustado y todo y realmente no sabía cómo sentirse al respecto. Lo más razonable era hablar con él directamente y aclarar las cosas, pero simplemente le daba pavor que su relación de hermanos se rompiera

──Solo respira Emma ──tomó una gran bocanada de aire ──, aparte no es momento de estar pensando en boberías como esa ──se dio valor ──, solo debes...

¿Qué haces en la puerta de mi habitación?

Cuando escuchó su ronca voz en su oído y sintió el impacto de la palma de su mano contra la madera de la puerta se percató que estaba acorralada. Se fue volteando lentamente y se sorprendió verlo con tan solo unos short, sin camisa, con algunas gotas de agua goteándole del cabello y la toalla colgada en el cuello clara señal de que se acababa de dar un baño. Emma se tuvo que morder el labio inferior para intentar controlar el sonrojo que le estaba creciendo fallando en el proceso. Su corazón latía con fuerza y reparó en que nunca se había fijado en lo lindo que era Izana

──Esto...yo... ──se maldijo por tartamudear

──Emma ──le dijo acercando aún más su rostro al de ella, chocando las frentes y haciendo que sus alientos se mezclasen ── ¿A qué viniste a mi habitación? ──levantó su barbilla haciendo que sus labios se rozaran, acción que aumentó el sonrojo de Emma y la sonrisa burlona de Izana

──Apuñalaron a...a mi... ──suspiró para controlarse, pues al acordarse sus manos comenzaron a temblar ──,...a mi amiga Takemichi y... necesito que me lleves

Izana arqueó una ceja en confusión. Al percatarse de los temblores de la rubia, el peliblanco agarró su nuca y la atrajo hacia su pecho. Figuraba que debía de ser una persona importante para ella, recordaba vagamente el nombre de esa chica, pero no sabía de donde

──Espera ──un vago recuerdo le pasó por la cabeza ──, Shinichiro no está en casa porque dijo que hoy se quedaría con Wakasa, entonces lo más normal es que le pidas ayuda a Mikey como siempre haces y si me estás pidiendo ayuda a mí es porque Mikey no puede ──se quedó pensativo ── ¿Acaso tu amiga Takemichi es la chica de la que Mikey no para de hablar? ──preguntó con duda a lo que Emma asintió

──Una amiga me llamó diciendo que la apuñalaron en las narices de Mikey y que él no pudo hacer nada ──se volvió acercar y esta vez se le aferró en un abrazo ──. Tengo miedo Iza-nii, no quiero que le pase nada malo

──Bien ──la separó un poco ──, ve a prepararte en lo que yo me cambio y arranco la moto

A los minutos Emma salió de la casa y encontró a Izana ya sentado esperándola sobre su motocicleta. Arrancó y partieron camino al hospital