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Chapter Twenty six

── ¿Qué fue eso? ──preguntó el de la trenza

── ¿Qué cosa? ──se aguantaba de la parrilla metálica situada al extremo del asiento trasero

──Eso de ‘‘Lo siento Koko, yo me iré con Draken’’ ──aceleró ya que estaban prontos a llegar

──Pues eso ──dijo con obviedad ── ¿Qué más querías que le dijera?

──No sé ──se encogió de hombros ──. Te dijo que la reunión era conjunta y aun así decidiste venir conmigo ¿Pasó algo entre ustedes? Siempre andan juntos ¿no?

──Eso es algo de lo que no quiero hablar Draken ──suspiró pesadamente ──. No estoy de ánimos para indagar en ese asunto justo ahora

──Bueno ──habían llegado y ahora estaban bajando de la moto con la mirada de los presentes puesta en ellos ──, sabes que puedes contar conmigo

──Lo sé ──mostró una sonrisa sincera ──, muchísimas gracias Draken

...Anabelle cállate ya...

...Pero Pelusita, le quieren bajar la novia al Koko...

Ambos rubios miraron en dirección a las voces que parecían discutir encontrándose con los hermanos Haitani y las gemelas Kawata

── ¿Quién le quiere bajar la novia a quién? ──el rubio se les acercó y les sonrió aun teniendo una vena sobresaliente en la sien, su intervención asustó a todos

──Nada importante Draken ──dijo Angry antes de que se pusieran a discutir

──Más les vale

Draken se fue caminando en busca de sus demás amigos dejando así a una Seishu en compañía de los otros cuatro

──No soy la novia de nadie, y menos del imbécil de Koko. Ese idiota no tiene los huevos suficientes como para eso

Todos la miraron asombrados, es que hasta ella estaba asombrada ¿Desde cuándo podía insultar así? Y la respuesta era: Desde que estaba reteniendo el enojo

──A mí me parece que sí ──dijo el de mechas celestes ──. Puede que no los tenga para decirte algo pero si para espiarte, como el día que lo acompañé a vigilarte cuando tú y la pequeña Angry fueron a la exhibición de... ──se quedó callado de golpe, lo había dicho todo, se había delatado así mismo

──RinRin ──Souya lo miró entre incrédula y confundida ── ¿Nos seguiste?

──Al menos yo ya lo sabía, que conste ──dijo Seishu

──Ese Koko tiene la lengua suelta ──soltó Rindou

Mira quien habla de lengua suelta

Simultáneamente a esas palabras el menor de los Haitani recibió un golpe en la nuca por parte del pelinegro del que estaban hablando

──Joder Koko ──se pasa la mano por esa zona ── ¿para qué me golpeas si tú soltaste la sopa primero?

──Eso es lo de menos ──les mostró una sonrisa, dirigió su vista a Inupi pero esta rápidamente rompió el contacto visual ──. Aquí lo que cuenta es que a ti se te fue...

Sus palabras fueron interrumpidas por un efusivo llamado diciendo: ¡Haruchiyooo!

Todos giraron la cabeza a la vez para ver una escena de lo más extraña y desconcertante. La rubia de ojos azules bajo el nombre de Takemichi corría con una sonrisa en la cara en dirección a un pelirrosa que justo acababa de llegar en compañía de Baji, Mikey e Izana

Destaquemos que Haruchiyo tenía también una sonrisa en la cara y sus brazos abiertos a la espera de la rubia. Por parte de Mikey y Baji, bueno, Baji solo se limitó a mirar la expresión torcida y la mirada penetrante de Mikey hacia la escena de los otros dos

──Pequeña ──cuando Takemichi llegó a sus brazos se lanzó y este la recibió alzándola y dando una vuelta sobre su propio eje ── ¿Me extrañaste?

──Muchísimo Haruchiyo ──sus ojos brillaron de alegría y por algunas lágrimas ──, Senju me dijo que...

Ni terminar la frase pudo. Mikey la había jalado de los brazos de Sanzu y ahora la aprisionaba contra su pecho como macho alfa celoso. Todos miraron la escena asustados menos Haruchiyo, Keisuke y Draken, este último se había acercado por si habría que evitar algún conflicto. Los demás estaban pasmados ¿Tanta confianza tenía el pelirrosa como para tocar lo que es de su comandante?

── ¿Qué haces con mi Takemicchi? ──dijo furioso, con un ligero puchero y apretando a la rubia entre sus brazos

──Así que la pequeña Takemichi ¿no? ──soltó una sonrisa descarada ──. Eres increíble Mikey, me quitaste a mi chica, no desaprovechaste la oportunidad

── ¿Qué estás diciendo Sanzu? ──lo miró mal

──Pues lo que escuchaste, me quitaste a mi futura esposa ¿No crees que Akashi Takemichi suena bien? ──confirmado, Sanzu no le temía al peligro

──Ya basta viejo ──Keisuke puso la mano en su hombro a la par que intentaba reprimir una carcajada ──, ni siquiera yo...me arriesgo así de feo...

Después de eso la tan esperada reunión iba a dar comienzo, y debido a lo sucedido con Takemichi minutos atrás, ahora Mikey estaba en lo alto de las escaleras aguantando a una Takemichi de la cintura marcando territorio. A su lado estaban Draken, Izana y Kakucho

──Bien ──ya su voz no es la berrinchuda de antes, ahora usaba la dominante que suele usar para su papel de líder ──, en las últimas semanas se han dado graves incidentes en los que varios de nuestros compañeros resultaron heridos, como la puñalada que le dieron a Takemicchi, el corte de los frenos a Mitsuya e incluso la emboscada que sufrió Smiley junto a Haitani Ran ──todos comenzaron a cuchichear ──. Es por eso que Tenjiku forma parte de la reunión de hoy, porque cuando atacaron a Smiley junto a Ran, lo hicieron conscientes de que Ran es de Tenjiku, Smiley de Toman y de que ambas pandillas son aliadas

──Según me informó Mikey ──esta vez habló Izana ──, todo se trata de una pandilla que quiere acabar con la Tokyo Manji a toda costa y debido a nuestros lazos pretenden acabar con Tenjiku también ──todos estaban escuchando detenidamente cada palabra ──. Si nuestros aliados nos necesitan nos uniremos, si se meten con nosotros nos uniremos ¿Quién está con nosotros?

Todos los presentes gritaban eufóricos bajo el mantra ‘‘Tenjiku, Toman’’ una y otra vez

──Ahora le cedo la palabra a nuestro compañero Sanzu quien a partir de hoy ocupará el puesto de capitán de la quinta división

El pelirrosa subió las escaleras a paso seguro y se plantó al lado izquierdo de Mikey como demostrando que se trataban como iguales a pesar del respeto

──Después de una investigación exhaustiva y con ayuda de ambos líderes llegamos a la conclusión de que la pandilla que está tratando de darnos caza es...

¡Devil! Si, somos nosotros

Unas nueve personas vestidas de negro habían llegado al santuario montadas en motocicletas

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