Tulips

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Chapter Thirty nine

Chifuyu se quedó perpleja. Sus ojos se desorbitaron ante la presencia de ella. Su cabello negro lleno de mechas rubias, su arete de cascabel, su tatuaje tribal de tigre del lado derecho del cuello. Su corazón se estrujó, hacía años que no la veía y verla en esa situación hizo que le embargaran un montón de recuerdos y sentimientos

── ¿Por qué te fuiste? ──le gritó, fue lo primero que le pasó por la mente ── ¿Por qué te dejaste engañar por Kishima? ¿Por qué me dejaste con la culpa de tu partida todo este tiempo? ──el sentimiento de volver a verla junto a los sucesos que pasaron minutos atrás le dieron profundas ganas de llorar ── ¿Por qué Kazutora, por qué joder...por qué?

── No seas rencorosa... ──le sonrió a la par que cerraba sus ojos mientras le extendía la mano ──,...Fuyu...

Chifuyu se abrazó a ella. Esa frase de ‘‘No seas rencorosa, Fuyu’’ se la solía decir siempre que le recriminaba o regañaba por algo. Ver que la estaba tratando como solía hacerlo antes de que todo pasara le hacía sentirse bien, sentirse en paz

──Te extrañé tanto Tora ──sus lágrimas empañaron el abdomen descubierto de la de tatuaje ──, tengo tantas preguntas que hacerte, tanto de lo que hablar y...

──Sí, sí, sí... ──le palmeó levemente la cabeza y la separó para verla a los ojos ──,... pero eso no es importante ahora. Hay que llevar a tus amigas al hospital

──Cierto ──miró tanto a Souya como a Emma ──, Tora ellas...ellas recibieron fuertes golpes en la cabeza y... ──intentó pararse de la banca por si sola pero terminó cayendo junto al cuerpo de la peliceleste

Kazutora la ayudó a sentarse otra vez. Luego levantó a Souya y la colocó al lado de ella, pero cuando fue a levantar a Emma se le quedó mirando puesto que sabía quién era pero hacía tiempo no la veía

── ¿Emma? ──la colocó junto a las otras dos

── ¿La conoces? ──Chifuyu se sorprendió de que ella la conociera

──Claro ──asintió ──, si es la hermana menor de Shinichiro y Mikey

── ¿Cómo es que conoces a Shinichiro y a Mikey? ──la rubia no podía estar más sorprendida

── ¿Nunca te lo llegué a contar? ──Chifuyu negó a la par que la miraba alzando una ceja en confusión ──. Pues soy una de los miembros fundadores de la Toman, es obvio que los conozco

── ¿Qué tú qué?

──Pues eso ──suspiró y negó haciendo un ademán para restarle importancia ──, pero esos son temas que no vienen al caso. Lo importante aquí es llamar a la ambulancia y tratarlas a ambas antes de que las secuelas de los golpes le provoquen algún problema

Takemichi estaba dirigiendo toda la organización del local. Mikey se sentía orgulloso de ella, era buena líder, le recordaba a su hermano en demasía. Sus cabellos rubios que se ondeaban a la par que hacía algún gesto, la forma en la que se curvaban sus labios cuando hablaba, el brillo de sus preciosos ojos azules, todo en ella tenía encantado al invencible Mikey, aunque muy invencible ya no era puesto que había caído derrotado de los encantos de Takemichi desde su primer encuentro

¡Mikey-kun!

Se sobresaltó cuando escuchó su voz tan cerca. Cuando logró enfocar bien, la ojiazul estaba levemente inclinada hacia su dirección con sus manos apoyadas a sus caderas y mirándolo con reproche

──Te estoy hablando desde hace rato ──se pone erguida pero aun manteniendo sus manos en su cintura

── ¿Qué pasa Takemicchi?