Chapter Six
El rubio más conocido como ‘‘El invencible Mikey’’ estaba sentado en una banca cerca del parque que quedaba a unas cuadras de la escuela
Cuando salió de la enfermería luego de que su amigo se fuera y le diera la indicación a la enfermera, se encaminó a los salones de tercero importándole menos el hecho de que toda la escuela estuviera en clases. Irrumpió en cada salón, menos en el de él porque sabía que allí no estaba, hasta que dio con el correcto. Abrió la puerta de este y observó los alrededores hasta que lo encontró. Se acercó de forma sigilosa mientras poseía en su cara una mirada serena y lo rodeaba un aura atemorizante. Ni escuchó el reclamo que le había hecho el maestro de dicho salón, simplemente se acercó al asiento de Kiyomasa, se inclinó un poco aún con las manos en sus bolsillos y con voz aguda, impostada y ronca le dijo: Te estaré esperado en el parque que queda a unas cuadras de aquí
Le susurraba al oído, pues no quería que nadie más escuchara y se regara el chisme, no quería que lo detuvieran
──Si tienes bolas ve y resolvamos lo de esta mañana
Con la misma salió y se encaminó a dicho parque, parque en el cual se encontraba justo ahora
──Son las tres ──dijo mirando su celular y echando un bostezo ──, por suerte me traje unos dorayakis
Sacó de su mochila su tan deseado alimento, sabiendo que no alcanzaría ni el receso ni el almuerzo se compró su postre favorito en el pequeño puesto colocado en la esquina de la preparatoria para aguantar y recuperar fuerzas, pues para estar con todos los sentidos activos y en modo funcional, debía comer su tan preciada ración de dorayakis
Cuando ya iba por su décimo dorayaki sintió una voz masculina secundada por el eco de muchas pisadas, pero prefirió ignorarlo, sus dorayakis eran su prioridad en ese instante. Ellos lo habían hecho esperar, pues él ahora los haría esperar a ellos
──Ya estoy aquí Mikey ──Kiyomasa vio como el rubio ni el amago de voltearlo a ver hizo, todo lo que obtuvo fue un rotundo silencio ──. Espero que no me hayas traído hasta aquí por gusto, tengo asuntos más importantes que atender ──volvió a obtener silencio ──, como el hecho de que mi perrita favorita debe de haberse recuperado. Si hubiera aceptado salir conmigo en primer lugar, no habría llegado hasta el punto de tener que asfixiarla
Mikey apretó el trozo de dorayaki entre sus manos ante lo que había escuchado ¿Ese malnacido lo estaba tratando de provocar? ¿Ese imbécil fue capaz de llamar a su ‘‘Takemicchi’’ como él la apodaba, ‘‘Perrita favorita’’?
──Oye, que Kiyomasa te está hablando ──uno de sus seguidores se acercó, sin medir el peligro, y le tumbó de las manos el último dorayaki
Mikey miró su postre ser pisoteado y escuchó las risas burlonas por lo sucedido ¿Acaso esos inútiles no sabían dónde se estaban metiendo? Con la misma se levantó de la banca donde estaba sentado y le propinó una patada que estrelló al pobre chico contra el concreto. Luego se traqueo los dedos y miró con sus penetrantes ojos a los restantes
──Bien, sígueme ──dijo dirigiendo toda su atención a Kiyomasa
Caminaron como dos cuadras más hasta que llegaron a una especie de hospital abandonado, lo había llevado allí porque en el parque no tendría toda la libertad que quería para patearle sus traseros
── ¿Para qué nos trajiste a...?
La pregunta del más alto quedó al aire cuando Mikey le pateo de la misma forma que había hecho en la mañana, pero esta vez con mucho más fuerza. Al pequeño rubio se le había estado acumulando la rabia en el pecho y ese solo golpe no bastó para saciar su sed de sangre. Luego de eso lo golpeó en la cara innumerables veces, lo pateó haciéndolo rodar por el suelo. Una y otra vez, lo seguía golpeando y golpeando, lo haría pagar, sino no lo detenían de inmediato acabaría matándolo a golpes
── ¿Crees que esto funcionará Baji? ──habló la pelilila ──. Mikey es obstinado y es difícil hacerlo cambiar de opinión
──No queda de otra ──terminó de marcar el número de teléfono del enano escurridizo en el celular de Takemichi ──. Intenté llamarlo yo y no contestó, lo llamó Draken y tampoco, hasta lo llamó Hakkai y menos que menos, solo queda esta variante
──No creo que... que funcione que lo... llame yo... Baji-kun ──Takemichi estaba de los nervios ── ¿Qué podría hacer... hacer yo?
──Tú solo hazlo ──dijo Draken, por primera vez estaba de acuerdo con uno de los descabellados planes de Keisuke ──. Contestará, tenlo por seguro
Con timidez y bajo la atenta mirada de todos los presentes dio en el número, puso altavoz por orden de Baji, y a los segundos contestó
Inicio de llamada
── ¿Quién jodidos eres? ──Takemichi se asustó por el tono de su voz
──Soy... yo... Mikey-kun... ──maldecía por tartamudear, con ese chico su poca cordura se iba al garete en segundos
Mikey en ese momento estaba pisándole la cabeza al bastardo
──Dime, Takemicchi ──su voz sonó un poco más calmada ahora
──Por favor, estés donde estés, deja de hacer lo que sea que estés haciendo. Estamos preocupados por ti, aparte de que no quiero que te pase nada por mi culpa ¿Harías eso por mí?...
Fin de la llamada
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Tulips
Fanfiction[Tulips - Tulipán: Amor perfecto y eterno] Una historia de siete amigas y de como encontraron a su amor eterno Habrá mucho amor, coqueteo, algo de intriga, celos y hermosos desenlaces