Con el pasar de los días, tanto Jungkook como Namjoon superaron la preocupación inicial y se abandonaron al disfrute de las vacaciones forzadas. Sin embargo, Jungkook no tardó en advertir que la fantasía romántica primaveral que había ingeniado en sueños sería imposible de cumplir. Naeun no se ceñía a ninguna de sus imágenes inventadas. No daban paseos matutinos para digerir mejor el desayuno, ni dormían la siesta juntos a la hora más calurosa del día y el trabajo era un tema de conversación agotado. Naeun tomaba desayunos ligeros, dormía la siesta en el jardín cuando corría el viento fresco y no hablaba tanto como Jungkook pensaba. Dedicaba sus horas libres al miniclub de lectura que había inaugurado junto a Taehyung, donde leían los únicos libros que la Jefa Madre comercializaba: novelas de romance barato.
Namjoon y Jungkook se sorprendían cada vez de la determinación con la que Taehyung y Naeun conversaban acerca del amor. Aunque en muchos aspectos diferían, sus opiniones siempre se encontraban al hablar de los insalvables protagonistas masculinos. Si era atractivo, resultaba un narcisista. Si era musculoso, usaba su fuerza para intimidar. Si parecía agradable, cometía infidelidad. Y si no era ninguna de las anteriores, si por casualidad alguien escribía a un protagonista poco atractivo, acababa siendo un manipulador. «Como en la vida real», decía Naeun.
Los dos conocieron su límite con una novela nueva que la abuela había conseguido replicar antes que cualquier otro contrabandista. No prometía un protagonista amoroso, ni una historia de romance convencional. Naeun y Taehyung se vieron tan llenos de esperanza por la novedosa premisa que obligaron a Namjoon y a Jungkook a leer la novela. La decepción esta vez fue colectiva.
—¿Lo perdonó y ya? —dijo Naeun, mientras veía el libro abierto con desconcierto—. Después de todo lo que él le hizo, ¿lo perdonó y ya? ¿Dónde está la redención?
Taehyung lanzó su copia al bote de basura más cercano.
—¡Su pasado ni siquiera era tan trágico!
—Supongo que... —dijo Namjoon con timidez— ¿todos merecemos una segunda oportunidad?
—No creo que aplique en este caso —comentó Jungkook.
Naeun suspiró, frustrada.
—¿Dónde está lo romántico en esta historia? ¿Qué sentido tiene hacer una historia de amor donde nada se parece al amor?
—Me rindo con los libros de romance actual —declaró Taehyung—. Prefiero las fantasías de mi cabeza.
Naeun lo miró con curiosidad.
—¿Fantasías? ¿Con quién tienes fantasías?
Jungkook y Namjoon compartieron miradas de pánico. Taehyung soltó una risita malvada.
—Anoche fue con el cantante inglés que me mostraste.
—Deberíamos ir a un concierto suyo algún día.
Jungkook y Namjoon volvieron a mirarse entre sí.
—¿No estás sorprendida? —preguntó Jungkook.
—¿De qué? ¿De qué le guste Harry Styles? ¡Para nada!
—De que le gusten los chicos.
Naeun puso cara de confusión.
—Pensé que era algo que ya todos sabíamos. A Taehyung le gustan los chicos, a mí también, a Namjoon no le gusta nadie y a ti te gustan las chicas.
—Espera, ¿cómo que no me gusta nadie? —dijo Namjoon, alterado.
—¿Te gusta alguien?
Namjoon se quedó callado durante unos segundos.
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ROSAS EN EL JARDÍN ; kth&jjk
FanfictionDespués de fallar el examen de admisión a la universidad, Jeon Jungkook tiene un solo encargo: Vender la casa de su abuelo. Mientras recorre los rincones que albergan los recuerdos de su infancia, encuentra el pozo de los deseos, una leyenda del pue...