8. Los desconocidos se vuelven conocidos.

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El repentino cambio no le sentó tan bien a Jungkook como a los demás. La abuela despertaba temprano por la mañana y exigía a sus invitados tomar un gran desayuno junto a ella. El resto del día eran libres de hacer lo que quisieran dentro de los límites de la zona segura. Para Taehyung y Naeun fue como las vacaciones perfectas. Tenían una sauna, comida a la hora que quisieran, un auto y tiempo de sobra. Jungkook y Namjoon habrían querido relajarse de esa manera. Pero sus preocupaciones se sobreponían a cualquier indicio de diversión. Namjoon desde que abrió los ojos, recuperado del desmayo, no escatimó esfuerzos en pedir que lo dejaran volver a casa con su abuela, quien no sabía el motivo de su desaparición.

—No eres ajeno a esto, muchacho —fue lo única respuesta que recibió de Gom.

Más tarde pudo llamarla para avisarle que estaría unos días fuera. Para su sorpresa, su abuela no pidió razones y se limitó a decirle que tuviera cuidado. Sin embargo, no fue suficiente para apaciguar la angustia de Namjoon, que creía que su abuela estaba en peligro igual que él.

La preocupación de Jungkook se debatía entre lo razonable y lo absolutamente desmedido. Seguía pensando en el trabajo y en lo que diría su jefe al no encontrarlos ahí. Ni siquiera las palabras de Naeun lograban convencerlo de que Lee's Ramen era en lo último que debía pensar. Se aferraba también a la limpieza incompleta de la casa de su abuelo y a un montón de otros detalles como su falta de maletas. Sin embargo, la Jefa Madre lo resolvió apenas Jungkook lo mencionó. A las tres de la tarde, cuando los cuatro tomaban una siesta bajo los árboles del jardín, Gom llegó de pronto cargando un montón de bolsas negras.

—Lo envía la Jefa Madre.

—¿Ropa? —preguntó Jungkook mientras abría las bolsas.

—De marca —dijo Namjoon, asombrado.

—Son réplicas —aclaró Naeun y bostezó.

—¿De verdad?

Gom asintió con la cabeza.

—Las mejores réplicas de todo el mercado, muchacho. De toda Asia, me atrevería a decir. Elijan lo que les guste —dijo antes de irse.

—Yo soy malo para escoger ropa —se quejó Namjoon.

—¡Yo te ayudo! —dijeron Naeun y Taehyung al mismo tiempo. Se miraron entre sí, sorprendidos. Jungkook y Namjoon también compartieron miradas.

—Tendré dos asesores, supongo...

—Yo trabajo mejor en equipo —dijo Naeun.

Taehyung miró a Naeun de pies a cabeza y permaneció en silencio unos segundos.

—Yo también —respondió al fin y sonrió.

Acordaron ir a la habitación para evitar manchar la ropa. Jungkook los vio correr a través del jardín mientras reían. Se abrazó a sí mismo y deseó tener la fuerza para ponerse de pie y unirse a ellos.

—¡Jungkook! ¿No vienes? —le gritó Namjoon.

Jungkook negó con la cabeza y forzó una sonrisa. Naeun corrió hacia él y le tendió una mano.

—Vamos. Será divertido.

—El jardín también es divertido —dijo Jungkook. Naeun rodó los ojos y rio. Jungkook suspiró, resignado—. Está bien.

La habitación de los chicos quedó hecha un desastre en un santiamén. Taehyung rebuscaba entre las prendas como un maniático mientras Naeun le pedía a Namjoon que se desvistiera para ver sus proporciones. Jungkook se limitaba a verlos desde la esquina.

ROSAS EN EL JARDÍN ; kth&jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora