16. ¿Estás ahí, cariño?

2.5K 290 59
                                    


—Namjoon, ¿puedes ir más rápido? —pidió Taehyung, que estaba atento al celular por si recibía algún mensaje de Naeun.

Namjoon, que conducía hecho un manojo de nervios y preocupación, asintió con la cabeza, se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano y pisó el acelerador. Jungkook, sentado en el medio, se agarró fuertemente de Taehyung.

—¿Ya nos dirás qué le pasó a Naeun? —preguntó Jungkook, exasperado.

—Espera un momento... —dijo Taehyung, sin despegar la mirada de la pantalla del celular. Frunció el entrecejo y, como por arte de magia, un nuevo mensaje arribó—: Ella está bien, está escondida, esperando a que vayamos a recogerla.

—¿Escondida? ¿De quién? —preguntó Namjoon.

—De la pandilla de Yoongi, al parecer.

Namjoon y Jungkook compartieron miradas.

—Los motociclistas —dijeron al unísono.

Taehyung pareció desconcertado.

—¿Ya lo sabían?

—Lo habíamos notado, pero Naeun nos pidió no meternos —aclaró Namjoon.

—Pues compraron el silencio del guardia nocturno y fueron a buscarla a su departamento —dijo Taehyung—. Afortunadamente, ella no estaba dentro y alcanzó a esconderse en el cuarto de limpieza. Desafortunadamente, el edificio está rodeado y creo que vamos a tener que pelear para ayudarla a salir.

—¿Pelear? —preguntó Namjoon, preocupado.

—¿Por qué no llamamos a la policía? —dijo Jungkook.

—Naeun tiene una abuela mafiosa, la policía no es una opción —respondió Taehyung y miró a Namjoon—. Tú no pelearás, nos esperarás en el auto.

Jungkook se relajó, pensando que se refería a él. Al ver que Namjoon soltaba un suspiro de alivio, miró a Taehyung con los ojos bien abiertos.

—¿Pelearemos?

Taehyung asintió con determinación.

—Pelearemos.

—P-pero si yo no...

—Yo te defenderé, corazón. Tú solo serás el refuerzo en caso de que no pueda con ellos —le dijo Taehyung. Jungkook se sonrojó al escucharlo—. Estaremos bien, ¿sí?

—Te creo.

Mientras iban a toda velocidad, Namjoon, que solía pasar las tardes con Naeun, les trazó un plano mental del edificio: había seis plantas, Naeun vivía en la segunda, donde también estaba la sala de limpieza, en el otro extremo, así que se encontrarían directamente con la pandilla de Yoongi. Había una entrada, una salida de emergencia y una salida alternativa para los suministros de la tienda de conveniencia del edificio, pero esta última era prácticamente inaccesible.

—Pues tendremos que apañarnosla —anunció Taehyung mientras veía la pantalla del celular—. Naeun se movió ahí y el encargado la está cubriendo por tiempo indefinido.

—¿El encargado no puede darnos la llave y ya? —preguntó Jungkook.

—Para entonces los de la pandilla ya nos habrán reconocido y probablemente tendrán la salida bloqueada.

Los tres se quedaron en silencio, pensativos.

—¿Y si no los reconocieran? —planteó Namjoon.

Taehyung alzó una ceja.

—¿Qué propones?

—Jungkook, sostén el volante.

Jungkook obedeció. Namjoon se quitó el suéter de cuadros y la camisa de botones con dificultad y se las dio a Taehyung, que tenía las mejillas rojas.

ROSAS EN EL JARDÍN ; kth&jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora