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Su-mi se puso sus pantuflas, todo estaba oscuro en el avión, era una molestia sufrir de insomnio ya que era el momento exacto en el que todos hacían caso al ambiente y dormían, ella simplemente no podía.

Decidió que era la hora de estirar sus piernas, mientras se comía una barrita de proteína, cuidando de sus niveles de azúcar.

—Noona —llamó Jungkook al verla pasar.

—¿Ah? —giró a verlo, lo miró de arriba abajo, notando sus pies descalzos —¿No llevas medias de compresión?

—¿Medias de compresión?

—Para la circulación, eres bailarín, debes preocuparte por esas cosas.

—Ah —sonrió —Lo tomaré en cuenta —pasó su mirada a la pantalla con timidez.

—¿Qué ves?

—Iron Man.

—¿Uno, dos o tres?

—Dos.

—Buen gusto.

—¿Le gusta Iron Man?

—Ujum.

—¿Quiere verla conmigo? Ya que tampoco puede dormir.

—¿Qué te hace creer que eso es apropiado?

—¿Quién está despierto para juzgarnos? —cuestionó de vuelta.

Ella rio.

—Okey, tienes un punto.

El asiento junto a él estaba vacío, pudo ver que todos los miembros se habían divido en pares dejándolo solo, quizás porque sabían que no iba a dormirse pronto.

Se acomodó junto a él, sintiendo como de inmediato era rodeada con una manta.

—Está fría, noona —ella mostró una pequeña sonrisa, notando el perfume floral con rastros de vainilla —¿Qué?

—La manta huele a tu perfume.

—¿Y eso le hace feliz?

—No —mintió con bastante obviedad para que él pudiera darse cuenta —Jungkook.

—¿Umm?

—¿Qué era tu deseo de cumpleaños?

—Adivine.

—No tengo idea.

—Diga lo que sea que pase por su mente.

—¿Un Grammy? —bromeó.

Él negó.

—¿Se hace la tonta o de verdad no tiene idea?

—¿A quién le hablas así, niño?

—A usted —miró sus labios, soltando una risa seca —Sé bien lo que quiero, no me haga decírselo.

Su-mi pasó a ver la laptop, una escena de acción de la película, buscando fingir que esos ojos dueños de las constelaciones más preciosas no habían sacudido su ser.

—Finja todo lo que quiera Kim Su-missi—siguió él, no lo había escuchado decir su nombre desde el día en el que se conocieron, haberse sentado en esa silla había sido un error que le costaría —Obtengo todo lo que quiero.

—¿Qué estás tratando de decirme?

—Nada —sonrió, orgulloso de haber provocado un poco de rubor en el rostro limpio de la maquilladora.

—Eres insoportable.

—¿Ah? ¿En serio? —rio —¿Es su forma de decirme que le gusto? No me parece apropiado, Kim Su-mi.

EUPHORIA - JEON JUNGKOOK [MONOCHROME THREE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora