020

64 11 0
                                    

—¿A dónde vamos? —cuestionó ella, yendo de su brazo con molestia, Jungkook no había dicho absolutamente nada, sólo apareció en su casa a las seis de la mañana, en su día libre para sacarla de ahí.

"Por las buenas o por las malas" advirtió.

—Quiero hacer algo.

—¿Qué es algo? No seas travieso.

—¿Ni tantito?

—No —abrió bien los ojos al notar como se detenian frente a la tienda de tatuajes —Ay, tus hermanos me van a culpar por esto.

—No lo harán.

—Seokjin y yo eramos amigos ¿Sabías? Ya no lo seremos más, será tu culpa.

—No seas así —abrió la puerta para ella, ella pasó curiosa.

—Aún tendré a Yoongi, pero es porque tú no haces nada malo ante sus ojos, está tan equivocado.

—Me las vas a pagar, Kim Su-mi.

—Si, si... no me molesta —guiño un ojo —Oh, Dios, se donde estamos ¿Cómo conseguiste una cita?

—¿Se te olvida quién soy, princesa?

—Hola —se presentó el tatuador, Su-mi suspiró emocionada.

—Ella es mi novia, Kim Su-missi, sólo vino a acompañarme.

—¿Eh? —ella frunció el sueño —Yo debería tatuarme por ti, señor, él está pequeño, no puede ni beber en América.

—Kim Su-mi, soy tu novio ¿Se te olvida?

—Tú mamá me va a matar y ni me conoce —se quejó.

—Tranquila, me haré responsable, tu vida quedará intacta.

—Ash, Jeon.

—No me llames así, no ahora.

Su-mi se sentó en una silla dándole espacio al tatuador, la chica abrió los ojos con sorpresa viendo como acomodaba los estenciles, perdió la cuenta con rapidez.

Comenzó tatuando su mano, eran líneas simples, ella pudo notar como dedicaba su primer tatuaje a sus primeros amores, Army... no podía evitar sentirse celosa, claro que el sentimiento cambió con rapidez al pasar un par de horas, cuando pasaron a tatuajes que requerían detalles.

El chico ni fruncía el rostro, parecía estar listo para tomar una siesta.

Su-mi quien estaba cansada de sólo observar se levantó del asiento, reconociendo el objeto que estaba siendo tatuado en su antebrazo.

Era una ninfeácea, su flor de nacimiento.

—Ya que esta listo, creo que debemos descansar por hoy, no quiero sobre trabajar tu piel.

—Okey —Jungkook sonrió satisfecho, notando la extrema sorpresa de Su-mi —¿Te gustaría hacerte algo?

—No, gracias.

—¿Estás bien? ¿Necesitas una soda?

—¿Una ninfeácea por qué? —cuestionó ignorando sus preguntas.

—Por mi novia —respondió como si no fuera la mayor cosa.

—¿Por qué? —musitó.

Jungkook sonrió.

—Hablamos de eso luego.

Jungkook pagó por los tatuajes, se despidió del famoso artista y salieron de allí.

—¿Vas a decirme? —dijo al subir al auto, sentía el rubor apoderarse de su rostro.

—Kim Su-mi, quiero tomar control de mi vida, es injusto que por mi posición no pueda —suspiró —Siempre he sentido curiosidad, así que lo hice.

EUPHORIA - JEON JUNGKOOK [MONOCHROME THREE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora