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Su-mi abrió los ojos, todo estaba oscuro por lo que se desorientó un poco, sin embargo, rápidamente pudo recordar lo que había pasado.

—Mierda —musitó, buscando salirse de la cama, los reflejos de Jeon eran muy buenos, la detuvo, aferrándose a ella con fuerza.

—¿A dónde vas, princesa? —cuestionó soltando un quejido.

—Debo irme.

—Noona, es tarde, duerme —pasó una pierna sobre ella para mantenerla inmóvil.

—Jungkook.

—Shh —mantuvo su abrazo —Anda, princesa, no me hagas cantarte una canción de cuna.

Ella sintió su corazón ablandarse ante la repetición del dulce apodo, el pánico dejando su cuerpo, ya tendría tiempo para lidiar con las consecuencias.

—Está bien.

Él besó su mejilla.

—Tranquila —cabeceó, quedándose dormido una vez más, Su-mi suspiró, sintiendo su aliento golpear su nuca, ella no podía dormir, sabía bien que había cometido un error que no podría solucionar.

Pero los errores no debían sentirse así de bien, ¿Cierto?

Estar entre sus brazos le daba seguridad, como nunca antes había experimentado, era muy dulce, como habría sido fácil predecir, todo era una tragedia, sabía que se había complicado las cosas, pero ya no lo podía cambiar.

Al amanecer ella reaccionó al sentir al  chico moverse.

—Buenos días, Kim Su-mi —susurró a su oído —¿Cómo amanece la chica más preciosa?

Besó su mejilla.

—Muy bien —admitió.

—¿Hice un buen trabajo, eh? —bromeó, acariciando su costado.

La chica soltó una risa.

—Eres muy bueno, Jeon.

—Ummm ¿En serio?

—Si —buscó salirse de su agarre.

—¿Nos duchamos juntos? —cuestionó él.

—Debería irme —giró a verlo.

—Por favor no —le hizo un puchero —No he terminado de cuidar de ti, tengo que darte de comer —sonrió —Si estuviéramos en Corea cocinaría para ti, pero ya que estamos aquí te ordenaré comida, mientras, deberíamos asearnos, estábamos tan cansados anoche que no lo hicimos —rio.

—Estábamos ebrios.

—Eso también, pero lo recuerdas bien ¿No?

—¿Ahora me hablaras así?

—¿Quiere que vuelva a hablarle formal, noona?

—No, está bien.

—No bebimos tanto como quisieras, no puedes fingir que no pasó.

—No quiero fingir que no pasó, sólo que no sé qué hacer ahora.

—Umm, déjame decirte que hacer, te gusta ser obediente ¿No es así, princesa?

Ella tragó saliva con pesadez, admirando la sonrisa pícara del chico.

—No me hagas eso, Jungkook.

Volvió a reír.

—Noona, relájate —unió sus labios, dejándola asombrada por su súbita confianza, él acarició sus mejillas —Estoy bromeando contigo.

EUPHORIA - JEON JUNGKOOK [MONOCHROME THREE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora