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—¿Qué demonios? —nada podía confundir más a Su-mi que la creencia del internet de que estaba saliendo con su novio.

Era cierto, pero no había forma de que lo supieran, de verdad que el fandom tenía un sexto sentido si con solo verla sabían que Jungkook estaría con ella, quizás lo conocían mucho más de lo que pensaba.

Su-mi los había subestimado, no tenía idea de que un comentario sobre una sudadera prestada fuera a provocar tanto caos y lo peor era que no tenía idea de que significaría eso para todos en su trabajo.

Era el día del concierto, así que no tenía más opción que ser valiente y seguir con su trabajo con profesionalidad.

Estaba sorprendida de algo más, nadie parecía haberse tomado en serio los comentarios de army, sus compañeros seguían con sus vidas y se enfocaban en sus asuntos para variar.

Suspiró, acomodando sus cosas en la mesa.

—¿Kim Su-mi? —llamó el jefe de empleados.

—¿Si?

—¿Podemos hablar?

Ella asintió, siguiéndolo.

—¿Sucede algo, señor?

—Sólo quería saber si estás bien, sé que la gente asuma cosas de ti por un escándalo pasado debe ser frustrante.

—Así es —dijo seria —Lo peor es que no hay nada que pueda hacerlos creer esos comentarios que están haciendo, me ofende profundamente.

—Oh, lo sé —siguió él —Los fanáticos, hacen eso con personas al azar, es bastante común, sólo quería asegurarte que no estás en problemas y que controlaremos las redes lo más que podamos sobre el tema.

—Muchas gracias, señor —se inclinó, satisfecha con la conversación.

Volvió a su puesto, Jungkook ya la esperaba en su silla, le había advertido que no lo hiciera pero claro que no iba a hacer caso.

Distancia, eso necesitaban en horarios laborales, ya era suficiente con que army hubiese puesto la idea en la cabeza del mundo de que ellos podían ser pareja.

—Jeon —se quejó entre dientes, él sonrió con falsa inocencia.

—Noona, maquílleme bien.

—Ajá —sujetó su barbilla, Jungkook rio ante sus expresión de molestia, guiñó un ojo, haciendo que ella bufara.

—Me gusta verte así —susurró.

—Shh —lo mando a callar.

—Umm... usted es mi persona favorita en este mundo.

—Si Dios de verdad existe necesito que me de paciencia ahora mismo.

Seokjin rio.

Llegado el primer interludio, Su-mi ya se imaginaba lo que iba a suceder, el chico comenzó a desvestirse y mientras secaba su sudor se dirigía a su silla, con la ropa en la mano.

Ella se apresuró a retocarlo aunque sintiera que su cuerpo temblara de sólo mirarlo, debía concentrarse en su rostro, en sus preciosos ojos, aunque de verdad no hiciera la diferencia, ya que él parecía esculpido por los mismos ángeles.

Sus suegros habían hecho muy buen trabajo.

—Ash, qué calor esta haciendo —se quejó el maknae, jadeando provocativo.

Este desgraciado, pensó.

—Su-mi noona —llamó Yoongi, ella lo miró, él le hizo señas para que bajara la cabeza.

EUPHORIA - JEON JUNGKOOK [MONOCHROME THREE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora