001

136 8 1
                                    

25 de Agosto del 2018

—¿Está bien, noona? —cuestionó el maknae, mirándola con esos brillantes ojos mientras lo maquillaba, que distracción tan maravillosa y frustrante.

—Si ¿Por qué preguntas, Jungkookah? —ladeó la cabeza examinando su expresión, disimulándolo como verificación de la simetría de su trabajo.

—Tiembla un poco.

Su-mi sufría de hipoglicemia, por lo que no debía saltarse comidas, cosa que, desgraciadamente hizo ese día por falta de tiempo.

—No tuve tiempo de comer, son mis niveles de azúcar.

—Noona —frunció el ceño, listo para regañarla, como si tuviera derecho.

Ella le sujetó la barbilla.

—Labial —anunció, era su mejor forma de callarlo de forma decente.

Él cerró los labios, mirándola con molestia, al verla terminar se decidió por seguir hablando.

—Noona, ¿Necesita que le busque comida?

—No, necesito que hagas nada —respondió imitando su tono, susurros.

—No puedo permitir que le pase algo.

—No me va a pasar nada —siguió acomodando detalles en su piel, lo que se sentía bastante electrizante.

Llevaba dos semanas trabajando con ellos y había una real diferencia entre cómo el maknae y los demás se sentían, nunca había dejado que la belleza de alguien la afectara tanto, pero parecía salirse de su control cada vez.

—Su-mi noona —escucharon a Jimin, ambos giraron en su dirección.

—¿Si?

—¿Me maquilla después? —pidió, sabiendo que iba a molestarle a Jungkook.

—Claro, Jimin.

—Gracias —respondió con ternura, haciéndola reír.

—¡Ey! No le haga caso —se quejó Jungkook.

—Es mi trabajo hacerle caso —aclaró, tomando un lápiz para así trazar sus cejas con ligereza.

—Pero yo soy su favorito ¿Verdad? —Su-mi se decidió a no responder eso, él de inmediato hizo un puchero, llenándose de aún más molestia.

—No me hagas pucheros, Jungkook —no era la primera vez que lo veía hacer algo así, el chico resultaba ser bastante berrinchudo —Me haces sentir mal.

—Tienes que responder.

—En realidad no tengo que hacerlo —le dijo, admirándolo por última vez—Estás listo —le permitió verse en el espejo.

Él no podía dejar de mirarla incluso en el reflejo.

—¿Me veo bien? —preguntó.

Su-mi sintió su corazón acelerarse, cuestionándose como iba a hacer para salir con vida de ese trabajo, cuando sentía que iba a tener un infarto en cualquier momento. Dudó si debía responder a esa pregunta por más obvio que fuera, no estaba en la posición correcta para decirle.

EUPHORIA - JEON JUNGKOOK [MONOCHROME THREE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora