CAPÍTULO 76: MARATÓN 1/3

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-Puedes dejar de reír...esto no es gracioso. —me dijo Matt mientras se desataba las manos y se acercó a mí. —no puedo creer que en esta situación te estés riendo.

-Si lo es...por lo menos la caída lo fue, además déjame...estoy tratando de no pensar en el dolor en mis brazos. —él intentó mover el alambre y solté un pequeño quejido mirándolo mal. —no hagas eso...es más fácil que tomes las pinzas que están en la mesa.

-Ah perdón...es solo que estoy preocupado, tenemos que salir de aquí y llevarte al hospital. —tomó las pinzas y mordí mi labio cuando empezó a cortar los alambres, al retirarlos unas cuantas lágrimas se me escaparon...mis tatuajes quedaron arruinados.

-Mi*rda...necesito tu camisa para hacer presión en las heridas. —se quitó la camisa y la rompió para después ayudarme a enredar los trozos en mis brazos. —ahora...pon mucha atención, te ayudaré a salir de aquí, tendrás que ir hacia el sur, estamos cómo a dos horas a pie de donde dejaron los autos, tal vez alguno de los chicos este revisando la zona, toma esto. —saqué de mi zapato el rastreador y se lo di. —en cuanto empecé a parpadear en rojo es porque ya tiene señal, creo que tienen algún aparato para intervenir estas cosas...Matt debes tener cuidado, no confíes en nadie, trata de no ir tan cerca de la carretera.

-¿Y tú? Me niego a dejarte aquí...nos iremos los dos y no te estoy preguntando. —rodé mis ojos acercándome a la mesa, en ella solo había un destornillador, pinzas, el cuchillo y un bate.

-Tampoco te estoy preguntando Matt, yo tengo cuentas pendientes con ellos... ¿eres bueno con el bate? —me sujetó de los brazos haciéndome girar. —solo estás haciendo que nos retrasemos.

-Allison... ¿cómo conoces a esos tipo? Entiendo que quieras vengar a tu amigo, pero podemos irnos y llamar a la policía. —no sé si su mirada es de preocupación por mí o solo está preocupado porque piensa que estoy embarazada.

-Te prometo que te contaré todo lo que tú quieras, pero primero debes de salir de aquí y buscar a mis hermanos, cuando lo hagas ellos vendrán a ayudar...solo por esta vez confía en mí. —asintió tomando el bate y yo tomé el desarmador al igual que el cuchillo. —quédate detrás de mí y si son muchos enciérrate en donde puedas, pase lo que pase tienes que mantenerte a salvo...promételo.

-Lo prometo...pero tú también tienes que mantenerte a salvo, ¿estás lista? —preguntó a lo que asentí despacio respirando hondo caminando delante de él y abriendo la puerta con cuidado.

-Están dos hombres al final del pasillo, espera aquí, no abras hasta que vuelva. —salí cerrando la puerta detrás de mí y me acerqué a los tipos tratando de no hacer ruido. Al estar cerca de ellos levanté mi mano enterrando el destornillador en el cuello de uno, golpeé la entrepierna del otro enterrando el cuchillo en su ojo izquierdo y mordí mi labio al ver que otro más se acercó, pero levanté mi mano. —solo...dame un... —sujeté mi estómago y sin querer vomité sus zapatos. —de verdad...lo siento. —se miró los pies por lo qué aproveché para dar una patada en su pecho y tomé su mano doblándola hacia atrás haciendo que se arrodille. —lo siento la sangre me dio asco. —le encajó el cuchillo en el cuello y miré hacia otro lado alejándome de él. —mi*rda...no vomites de nuevo. —sentí un escalofrío y me acerqué a la puerta abriéndola un poco. —Matt es hora de irnos. —en cuanto él salió caminamos por el pasillo, no sin antes haber tomado las pistolas.

-Jod*r...por lo menos nos va a servir que seas una delincuente. —paré de golpe al escucharlo y lo miré frunciendo mi ceño. —no me mires así, eso es lo que eres.

-No soy una delincuente, no seas id*ota...pero piensa lo que quieras, no voy a darte explicaciones sobre mi vida, menos si piensas así de mí. —seguí caminando hasta llegar a una puerta, me puse de puntitas para poder ver un poco mejor y había una escaleras.

-¿No? Por lo que yo vi eres una asesina, peleas ilegales y estoy seguro de que tu pérdida de la memoria fue mentira, así que si, eres una delincuente mentirosa...una criminal. —apreté mis manos al escucharlo hablar así.

-Piensa lo que quieras, criminal o no, te estoy salvando el trasero, porque gracias a que quieren robarte todo lo que tienes estoy aquí y será mejor que te calles o seré yo quien te golpee. —me estoy aguantando de no romperle la cabezota hueca que tiene.

-Bien...pero hablaremos de esto después... ¿por qué no abres la puerta? —rodé mis ojos cuando preguntó.

-Porque está cerrado, además de seguro hay muchos hombros arriba, vamos por acá. —caminé hacia el pasillo de la derecha y al ver una de las puertas la abrí lentamente frunciendo mi ceño al ver una pequeña oficina, aunque estaba algo sucia. —entra rápido. —lo jalé al interior al escuchar unos pasos y cerré la puerta con seguro. —agáchate y guarda silencio. —susurré colocándome de cuclillas apoyando mi oído en la puerta. Estaba tan concentrada tratando de escuchar cuando esos tipos se fueran que no me di cuenta de que Matt estaba detrás de mí, así que cuando me giré me sobresalte al ver su rostro frente al mío. — ¿qué te pasa? Me asustas.

-Perdón, solo quería tratar de escuchar. —su mirada bajó a mis labios y tragué saliva levantándome de inmediato rascando mi ceja.

-Revisa el lugar, puede haber algo que nos sirva. —me acerqué al escritorio revisando los cajones mientras él revisaba los muebles y me senté en la silla apretando un poco mis piernas.

-¿Estas bien? —Matt se acercó tomando mi mano y mordí mi labio asintiendo despacio. —no te ves nada bien, debemos llevarte al hospital para que te atiendan las heridas.

-Si...solo me duelen los brazos, pero no son cortes profundos así que no pasa nada. —obvio no le diré que me está matando el dolor en el vientre. —sigue buscando, estaré bien. —se separó mirándome dudoso y siguió buscando hasta encontrar un celular. —trata de encenderlo, ya vuelvo, iré a revisar si está alguna salida cerca, no salgas. —mordí mi labio levantándome y al salir caminé por el pasillo apoyando mi mano en la pared al sentir una punzada. —mi*rda... —cerré mis ojos y los abrí de golpe al sentir que me cargaban. —Matt...te dije que te quedarás adentro.

-No me interesa, estás débil por la sangre que has perdido, solo dime por donde y ya. —le apunte con el dedo hacia el pasillo de la izquierda para después tomar el bate y comenzó a caminar, el silencio se volvió incómodo o bueno por lo menos para mí.

-Pero que tiernos, que lástima que los tengo. —giré mi cabeza mirando sobre el hombro de Matt y sonreí al ver a Jane. —no se atrevan a moverse.

-No sé si eres valiente o estúp*da, pero de todos modos te romperé el hocico. —me bajé de los brazos entregándole el destornillador, el cuchillo y el bate. — ¿estás segura de que no quieres huir?

-No te tengo miedo, solo mírate das asco. —me gritó mirándome enojada...está loca. —puedo contigo, no me conoces, Liam me entrenó bien.

-¿Teentrenó? Eso solo confirma que eres su perra... —sonreí acercándome, aunque ellano lo quiera admitir me tiene miedo, eso se le ve en la mirada, además de quele tiembla el labio inferior.  

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