Checo desde que tiene edad para el uso de la razón ha mostrado que su estabilidad emocional es escasa, esto causa el no poder expresarse y tomar la confianza para relacionarse con las personas.
Max es una persona que sabe manipular, no ve por los s...
El agua de aquel vaso se sentía extraña al momento de pasar por sus secos labios.
Después de aquella fracasante cita lo mejor que pudo hacer fue regresar a casa para ser consolado por sus amigos, se sentía falta y sin darse mucha cuenta recayó.
Carlos y Yuki trataron de todo pero el pecoso nunca mordió ni una galleta, se sentía melancólico con todo a su alrededor, sin importar lo mínima que fuera una cosa le traía recuerdos de Max, solo causaba una peor reacción en el, pronto sus amigos se fueron dejándolo solo, sus hermanos tenían una vida mucho más interesante que la suya y sus padres parecían desaparecer e irse a Narnia cada que un problema se presentaba en la vida de el.
Se sentía completamente solo y aunque pensara diferente siempre volvía al mismo sentimiento, una mezcla de odio, amor, melancolía junto a un poco de tristeza eran el batido seleccionado para el cuerpo del pecoso.
Las películas le mostraron que el amor y las relaciones eran la cosa más linda del mundo, sin embargo, eso no era una película, era su vida y su vida era una completa mierda, luego llego más y pensó ver un poco más de luz, no lo malinterpreten, amaba a su familia y amigos aunque su vida nunca fue un gusto total, era más culposo.
Posiblemente comenzaba a sentir ese gusto culposo por Max, principalmente por ese lado que salía en sus momentos más estúpidos que actuaba como un niño berrichudo, era lamentable y el estar pensando de más sobre eso lo hacía aún más.
Si hacía se sentía el amor prefería no volverlo a sentirlo nunca o al menos a un nivel tan bajo que ni siquiera noté que significa amor.
—¿Porque miras esas galletas con tanta tristeza?—Antonio se sentó junto a su hermano—. ¿Te comió la lengua tu novio?
Hasta ahora había notando que la tele seguía reproduciendo, de seguro el té que Yuki le prepara ya estaba frío, las galletas seguían en su misma posición, su cuerpo se sentía tan frío como el té, la manta parecía no funcionar para mantener su calor corporal normal.
—Solo...pienso cosas—contesto tapándose un poco más—
—¿Desde cuando miras películas románticas cerebrito?—
Ni siquiera se dio cuenta de que película estaba siendo reproducida, para este punto no se daba cuenta de muchas cosas a su alrededor, incluso hasta ahora noto que ya era de noche, su reflexión o sobrepensar lo mantuvo tan ocupado que dejó pasar el tiempo a más no poder y se sintió mal, porque recordó que el no es así, ¿en que momento había cambiado demasiado?.
—Yo saldré, te quedas con Pao y cenas algo—se levantó del sillón para buscar un suéter y tomar el pomo no le puerta—. No se cual sea el problema, pero, no te mortifiques por ello, el destino te ayudará a resolverlo, sigue siendo tu, ¿ok?
No espero una respuesta y salió, Sergio miro las galletas, Toño tenía razón, no debía cambiar su forma de ser por Max y sus problemas, podría sentirse de la peor manera pero nunca debía perder su tiempo con eso cuando tenía otras maneras de mantenerse lejos del hoyo de miseria que últimamente había comenzando a tener.
Había dejado que todos esos temas de amor lo hundieran perdiendo completamente su propio yo, nuevamente comenzaba a preguntar si estas reacciones eran correctas y si el amor significaba sentirse terrible cada día que despertabas, estar feliz cuando miras a la persona que creo ese amor y quererse morir cuando se quitaba de tu lado, odiaba eso, odiaba el amor, odiaba sus sentimientos, se odiaba pero no podía odiar a Max aunque lo intentará.
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La actu era ayer pero pasaron cositas (me dio hueva), pero ya andamos nuevamente intentando dar de todo o algo así.
Me complace anunciar que esta historia se sigue manteniendo en buenos números gracias a ustedes y les agradezco demasiado por apoyar lo que en un inicio era simplemente un pasatiempo.
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