Capítulo 8: Una oscura y larga cueva.

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Pov Annabeth

Esa misma tarde realizamos nuestra primera captura de la bandera del verano. Todos los consejeros principales habían hecho las alianzas habituales en la cabaña, pero resultó que Quirón y Quintus tenían otros planes.

Aquella noche, después de cenar, Quintus indicó que nos pusiéramos todos la armadura, como si fuéramos a jugar a capturar la bandera, aunque el estado de ánimo general era más bien sombrío. Los cajones de madera habían desaparecido de la arena en algún momento del día y yo tenía la impresión de que su contenido, fuese lo que fuese, estaba en el bosque.

-Muy bien.- Anunció Quintus en la mesa principal, al tiempo que se ponía en pie. -Sitúense a mi alrededor.-

Iba todo cubierto de bronce y cuero negro. A la luz de las antorchas, su pelo gris le confería un aspecto fantasmal. La Señorita O'Leary saltaba a su lado y daba buena cuenta de las sobras de la cena.

-Estarán en equipos de dos, que ya han sido elegidos.- Informó Quintus, y por supuesto que nos tomó a todos por sorpresa.

-¡Uhhhhhh!-

Hubo un rugido de molestia, tanto por parte de los consejeros, cuyos intercambios de alianzas ahora eran inútiles, como de los niños más pequeños, que habían comenzado a formar parejas en el momento en que Quintus mencionó "equipos de dos".

-El objetivo es simple.- Quintus levantó un paquete circular de seda. -Recoger los laureles de oro sin morir.-

Explicó que había seis coronas de laurel, cada una envuelta dentro de un paquete de seda y adherida a la espalda de un monstruo, al que tendríamos que matar para recuperar nuestro premio.

La emoción crujió en las mesas. Era la primera vez que el premio por capturar la bandera lo podía ganar más de un equipo. Por supuesto, habría mucha competencia. Seis premios entre cuarenta parejas. Pero eso era parte de la diversión.

-Ahora anunciaré a sus socios. No habrá cambios, permutas ni quejas.-

Su mirada se posó en mí y supe que estaba pensando en mi cambio de mesa esta mañana. Intenté parecer inocente. Mi mente ya estaba pensando en la mejor estrategia para diferentes parejas potenciales.

Si tuviera a Clarisse, nos concentraríamos en el combate cuerpo a cuerpo. Percy no estaba mal, en caso de posicionarnos cerca del arrojo. Un chico de Apolo, Lee o Michael tal vez, también sería una buena dupla: podrían proporcionarme cobertura mientras yo me acercara. Pero para esto también estaba Zoe. Ella sí sería una increíble compañera. Por otro lado, uno de los campistas de Afrodita sería un desafío, aunque Silena podría no ser tan mala, pero si llegase a tocar Drew, oh Dioses, si iba a quejarme.

Después de esta mañana, no esperaba que Quintus me dejara con Alex, así que fue una sorpresa cuando escuché anunciar.

-¡Alexios Grace y Annabeth Chase!-

-Bueno...- Alex dirigió una pequeña sonrisa y con un hoyuelo.  -No está mal.- 

Intenté mantenerme normal. Juntos teníamos las mejores posibilidades de ganar. Eso fue todo.

-Tu muñequera está torcida.- Dije tan firmemente como pude, jalando su brazo para rehacerlos. Mis dedos juguetearon torpemente con los cordones.

Quintus enrolló su pergamino y anunció los últimos pares.

-Lee Fletcher con Zoe Belladona... Grover Underwood con Tyson... Percy Jackson con Clarisse La Rue.-

No se quienes fueron los que peor reaccionaron.

-Imprudente.- "La Batalla del Laberinto." (Saga Percy Jackson x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora