Capítulo 5: Una petición del inframundo.

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Pov Alex

El clima era frío, la nieve se cernía por todos lados, y el sol se deslizaba hacia el horizonte pintando el cielo con tonos naranjas y dorados. Acomodando mis pies sobre la gran escalera donde me sentaba, podía ver el hermoso y tranquilo lugar debajo de mí, con la suave luz del atardecer.

Un pequeño lago artificial y rectangular delante, que reflejaba los últimos destellos del sol del día. Al final se alzaba un gran obelisco, blanco y majestuoso, mientras el Capitolio se dibujaba en la distancia.

Con la mirada perdida en el paisaje, di un sorbo de mi café caliente, sintiendo la presencia serena de Abraham Lincoln de piedra, observándome desde atrás. Una exhalación de satisfacción escapó de mis labios mientras me dejaba envolver por la tranquilidad del momento, hasta que un sonido sordo de un batido me hizo girar a mi lado.

-Entonces, ¿entendiste?- Pregunté, mirando Nico. -Cuando estés luchando contra más de un oponente, mantenlos siempre frente a ti si puedes.-

Asintió. Todavía vestía la chaqueta del Smithsoniano. No se por que, pero por un momento temí que alguien aquí la reconocería, y diría algo, cuando teníamos a casi medio mundo tras nosotros.

-¿Entonces puedes saber cuándo están a punto de atacar?- Preguntó, con su batido en manos.

-Sí, si alguna vez te toman por sorpresa, se acabó, así de simple.- Expliqué, dando otro sorbo a mi café. -Tal vez, si eres lo suficientemente fuerte, puedes luchar por un tiempo, pero luego es sólo cuestión de tiempo.-

No parecía convencido.

-¿Pero qué pasa si hay demasiados para pelear a todos a la vez?-

Pensé en esa pregunta.

-Bueno, en primer lugar, nunca deberías ponerte en una posición en la que estés tan superado en número. Si te sientes lo suficientemente fuerte, tal vez pelearía contra tres a la vez como máximo... pero incluso entonces, depende de contra que estés peleando, ¿entiendes?-

Asintió vacilantemente.

-Evita un círculo, haz una línea.- Dije simplemente, acomodándome un poco en mi lugar.. -Que no te rodees, mantén a todos frente a ti y retrocede lo mejor que puedas. Corre si es necesario.-

-¡Correr!- Chilló Nico, casi escupiendo su batido. -¡Pero somos héroes, no podemos correr!-

Una risa nasal se escapó de mi nariz.

-Claro que si. A veces no podemos, cuando estamos protegiendo a alguien, o si se trata de una situación extrema.- Respondí, bebiendo de mi café. -Pero en una situación en la que tienes buenas posibilidades de escapar, huir es sólo otra estrategia, no es cobardía, es autoconservación.-

-Pero no podemos simplemente...-

-Sí, podemos y debemos. Pero muchos más semidioses estarían vivos y coleando si recordaran eso. Así que ten presente, si es necesario, solo corre y no mires atrás. Tan simple como eso...- Lo miré, pero parecía no comprenderlo, o no querer hacerlo. Suspiré. -No se trata de orgullo o fuerza en ese momento, es supervivencia. Haz todo lo que puedas para escapar, muerde, araña, rompe sus cabezas con la tuya si es necesario. Seguro que se reformarán, pero tú escaparás. Eso es todo lo que importa.-

Nico parecía un poco molesto. Como si fuese porque no éramos héroes de cuento de hadas que pudieran vencer a los ejércitos, pero asintió.

-Los monstruos pueden hacerte pedazos en un abrir y cerrar de ojos.- Continué, mirando el lago delante. -No juegan limpio, así que si son más de dos, intenta mantener uno frente a ti todo el tiempo. Ellos no suelen ser tan inteligentes, y tropezarán solos. Unos a otros para atacar. Eso te da tiempo para correr.-

-Imprudente.- "La Batalla del Laberinto." (Saga Percy Jackson x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora