-Imprudente.- "La Batalla del Laberinto." (Saga Percy Jackson x Oc)

Capítulo 36: Un-a-lgo permanente.

Pov Alex

Los siguientes días se deshicieron rápidamente. El Laberinto me había robado junio, y ahora las Parcas parecían arrancarme también julio bajo mis pies. En el pasado, esta parte del verano siempre había sido la mejor, con nuestras misiones completadas y sin nada de qué preocuparnos excepto cómo ganaría el próximo capturar la bandera.

Pero este año nos encontramos al borde de un precipicio, de una guerra inminente.

No me gustaría dar la falsa impresión de que después de las pérdidas que sufrimos en la batalla del puño de Zeus, todos seguimos adelante con nuestras vidas. Porque no fue tan sencillo. Si, todos nos unimos con un objetivo en común, pero ahora había que llevarlo adelante.

"¡Woof!"

Sonreí.

-¡Buena chica!-

La Sra. O'Leary agitaba su cola, con un muñeco de entrenamiento mordisqueado, justo delante de mis pies. Tomé el muñeco y, con fuerza, lo lancé lo más lejos que pude. La enorme sabueso del infierno ladró emocionada y se lanzó tras el juguete, corriendo con la gracia de un animal diez veces su tamaño. Detrás de ella, una niña con coletas rió y la persiguió.

-¡Vamos, Sra. O'Leary, tráemelo!- Gritó Lacy, mientras el sabueso masticaba el juguete y saltaba con él en sus fauces.

Observando la escena, recordé lo que significaba adiestrar y cuidar a un perro como ella. Aunque la Sra. O'Leary era imponente y gigantesca, en el fondo, era como cualquier otro perro. Necesitaba ejercicio, amor y cuidado, aunque a una escala mucho mayor claro.

Tuvimos que turnarnos con Percy para estar con ella, y ya era bastante que él no tuviera experiencia previa con perros antes. No es que yo tuviera mucha tampoco, pero Cerbero era otra cosa. La Sra. O'Leary era más manejable para él. Como la versión del inframundo de Clifford.

-¿Ya le estás enseñando malos hábitos? ¿Dejando que un perro del tamaño de un autobús juegue con una niña del alto de sus dedos?- Una voz conocida resonó detrás de mí, haciendo que soltara una risa nasal al reconocerla. -Eso es un poco imprudente.-

-Suerte que tengo un posgrado en eso, ¿no crees?- Respondí, mirando de reojo a Beckendorf.

Charlie sacudió la cabeza y rió hasta llegar a mi lado. Ambos nos quedamos de pie, viendo a la sra O'leary jugar con Lacy.

Después de un momento viéndolos jugar, Beckendorf habló de nuevo. Su tono cambiando a uno más tranquilo.

-Hoy comienzan los planes de entrenamiento.-

-Lo sé.- Asentí, en el mismo tono que él. -Habrá una nueva reunión de asamblea esta tarde.-

-Hm hmp...- Gimió, frotándose la nuca. -Percy y yo encontramos algo interesante mientras estuviste fuera.-

Eso me tomó desprevenido y le alcé una ceja en su dirección. Pero él solo se frotó la nuca, mientras miraba a la sra. O'leary jugar.

-Lo suficiente como para traer algo nuevo a nuestro lado.- Respondió. -Pero serán unos largos meses para eso.-

Todo se volvía más solemne. Cada uno de nosotros con nuestros propios pensamientos y preocupaciones sobre lo que vendría en los próximos meses. Preparándonos para lo que parecía una nueva fase de nuestras vidas en el campamento.

Beckendorf hizo un intento de hablar de nuevo, pero su voz salió mucho más suave y reflexiva como para venir de él. Casi como antes de la batalla, hace tres días.