-Imprudente.- "La Batalla del Laberinto." (Saga Percy Jackson x Oc)

Capítulo 12: Una malvada madrastra de Disney.

Pov Annabeth

Era como estar en una alcantarilla de la ciudad. El túnel no se parecía en nada a aquel en el que Alex y yo habíamos caído. En lugar de muros de piedra cubiertos de musgo, estábamos rodeados de ladrillos y hierro. 

Un viento frío y rancio soplaba a través del túnel, oliendo peor que los baños públicos de San Francisco. El pasillo delante de nosotros estaba tan oscuro que los rayos de nuestras linternas desaparecieron en la nada.

Y como si fuese poco, tenía que oír las quejas de Alex con cada paso que dábamos.

-Dédalo realmente se inspiró en las alcantarillas de "It". Esto es un asco. ¿Por qué tártaros no pueden hacer algo lindo y limpio como los baños del Olimpo? O al menos visible.-

-Oh, deja de quejarte.- Espeté delante del grupo. -No es tan malo.-

-No es tan malo, si claro.- Murmuró desde atrás. -Había olvidado porque no quería entrar en primer lugar. Ni siquiera puedo ver mis pies.-

Tuve que inhalar profundamente para calmarme y no detenerme a golpearlo. Pero las veces que su TDAH realmente podía llevarme al límite.

-Tal vez si hablaras menos, verías mejor.- Le respondí.

Habíamos dado unos treinta pasos cuando recordé la primera regla para recorrer un laberinto. Permanecer siempre en las esquinas. Me resistía a tocar las paredes de la alcantarilla, con las manchas malolientes corriendo por los ladrillos, pero extendí la mano.

-Si mantenemos una mano en la pared izquierda y la seguimos, deberíamos poder encontrar nuestro camino...- Expliqué

Pero en el momento en que terminé mi frase, los ladrillos se derritieron bajo mis dedos, dejándonos en una habitación grande y abierta.

-Creo que te escuchó.- Dijo Alex. -Tal vez deberías haber hablado menos.-

Me volteé hacia él indignada, jurando que podía ver su sonrisa en la oscuridad. De nuevo, tuve que poner todo lo que tenía en no golpearlo y en cambio me centré en la habitación en la que estábamos.

Formó un círculo a nuestro alrededor. Una cámara como la que había visto en mi sueño, con múltiples aberturas espaciadas uniformemente en las paredes de mármol. Casi una docena de ellas.

Esto tenía que ser bueno. Significaba que estábamos cerca de la entrada, o al menos de lo que había sido la entrada en la antigüedad. Mientras pudiéramos marcar nuestro progreso en...

-Um...- La linterna de Grover iluminó su rostro asustado. -¿Por dónde entramos?-

-Solo demos la vuelta.- Dije.

Pero tan pronto giré, detrás de nosotros había cuatro túneles oscuros. Podríamos haber venido de cualquiera de ellos.

Percy señaló hacia el más cercano a él. Grover señaló a otro. Tyson eligió un tercero, y Alex se encogió de hombros. Quería golpearme la cabeza contra las paredes de la cámara. Diez minutos de entrar y ya estábamos perdidos.

-Las paredes izquierdas son malas.- Gimió Tyson.

-¿Ahora hacia dónde?- Preguntó Percy.

Apreté los dientes. Yo era el líder. Tenía que tomar una decisión.

Bueno, puede que no sepamos cómo regresar, pero nuestro objetivo era entrar. Descarté los cuatro túneles detrás de nosotros. Quedaban ocho, cada uno idéntico a los demás. Ninguno de sus arcos tenía marcas de identificación.