Un día normal como todos los días, sin embargo un problema con mi padre que tubo que parar hacia la cárcel.
Ahora la persona que amo está en mí casa, no quiero que se vaya... siento que no podré tener otra oportunidad como ésta. Antes de eso tengo que...
- Quédate por favor... —Dije agachando la cabeza y sujetándolo de su brazo.
- ¿I-Izuke? Yo... no... —Pregunto y al mismo tiempo estaba sonrojado, es tan tierno verlo así—, S-Si quieres que me quede no hay problema... p-puedo avisar en mi casa que...
—Estaba nervioso.
Me acerqué más a él y le di un abrazo.
Traía un olor tan, tan, sin como describirlo sólo se que quería estar a su lado siempre en ese instante, todos mis instintos comenzaban a despertar, no puedo más...
No hay vuelta atrás...
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Pegué a Hiroshi hacia la pared con mis dos hombros, estábamos frente a frente... Entre cerré mis ojos y el estaba más sonrojado que antes. Su respiración caliente recorría por mí hocico.
- ¿Iz-Izuke? N-No pod--
Le di un beso interrumpiendo lo que quería decirme, sus labios eran tan suaves.
Pensé que todo terminaría acá, que él ya no me correspondería, pero no fue así...
..
Él me tomó de la espalda con una de sus patas haciendo que me pegara más a él. Fue mi primer beso, y yo, yo lo acabó de dar junto a la persona que amo...
El tiro su mochila al suelo mientras me seguía besando, tuvimos que separarnos por la falta del maldito aire.
Hiro no dijo nada y me comenzó a morderme el cuello haciendo que me exitara más y más. Me comenzó a quitar la playera haciendo que quedara semi-desnudo y dejar ver mi pecho hacia el, nos empezamos a dirigir a mi cuarto mientras tenía una sonrisa en su rostro.
- Y-Yo... también quiero... —Soltó Hiroshi al acostarme en mí cama.
Eso formó también una sonrisa en mis rostro y aumentando más el placer. Proseguí a quitarle su playera de la escuela.
Tenia un tatuaje de "Ying-Yang" por su abdomen se le vía tan sexy, nunca imaginé verle algo así detrás de esa estorbosa playera. De cualquier forma me gusta, me gusta mucho.Comencé a ir bajando mientras manoseaba su pecho...
Comencé a bajarle su sierre, cuando el me lanzó una mirada pervertida haciendo que me excitara aún más.
Saqué su pene, era moderadamente más grande de como lo imaginé y comencé a lamerlo poco a poco suavemente. El sabor medio salado estaba en mi boca, y pensar de que era de la persona que amo me traía más placer.
-¡Aghhh... Iz-Izu...! —Se escuchó un gemido y mi nombre en voz baja.
Comencé a meterlo todo en mi boca y poco a poco cada ves más rápido.
Varios gemidos se escuchaban por todo el cuarto pequeño.Ahora, bruscamente él se volteó haciendo que el quedara incado y yo en cuatro patas, me bajo el pantalón y el comenzó a lamer la parte trasera.
-¡Aghh Hi-Hiro... e-eso...!
- Tranquilo es para que no te duela...
El inserto dos de sus dedos en mi entrada, haciendo un gemido tan grande que el se éxito demasiado sintiendo que introducía otro más.
- Ya pasó...
El empezó a introducir su miembro en mi entrada poco a poco para acostumbrarme.
-¡Aaaah... N-No seas...!
El empezó a ir más rápido, comenzamos a sudar , los gemidos se escuchaban cada ves más y más...
- ¡Tienes que cooperar también jejeje! —Me lanzó una mirada provocativa.
Me levanté y comencé a introducir su miembro en mí entrada nuevamente, pero esta vez yo era el que estaba arriba y el sobre abajo.
Me comenzaba a gustar que lo tuviera dentro no quería que parara. Hasta que.. Hiroshi llegó a mi punto "G" tal vez, sólo sentía todo lleno de placer mi cuerpo y me exalté algo.
Arqueé mi espalda dejándola curveada, era obvio que estaba super mega excitado.
-¡¡Aghh aaaa, Izu, ya... Y-ya y-ya...!!
Sentí como se corría dentro de mí haciendo que gimiera nuevamente..
Di unos cuantos suspiros cuando terminó y él cambió la posición de modo que yo estuviera acostado yendo tras mi miembro comenzándola a chupar y masturbar.
- ¡Hiro...! sigue así... Voy... ¡¡A-AAH!!
Se chupé todo mí semen quedando exhausto...
El subió hasta mi dándome un tierno beso, los dos estábamos sonrojados...
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- Hiroshi... Te amo... Mucho...
Hiro sonrió cerrando sus dos ojos sin decir una palabra, una sonrisa un tanto peculiar, pero su expresión lo decía todo, no faltaba que dijera algo...
Era claro que decía "Yo también"
Él me abrazo y sólo cerré los ojos al igual que él, ahora más que nada en el mundo... Quería que el tiempo se detuviera y siempre estemos así...
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A la mañana siguiente...
Se escucha que tocan el timbre.Escucho vagamente y es cuando me doy cuenta de lo que está ocurriendo.
M-i-e-r-d-a...
- ¡¡Izuke!! ¡Ya regresé he venido por ti!
Puta madre...