Chica Cristiana

Éxodo 4:10-13 ❤️

DEVOCIONAL VII♥️

"Entonces Moisés dijo al SEÑOR: «Por favor, Señor, nunca he sido hombre elocuente. Ni ayer ni en tiempos pasados, ni aun después de que has hablado a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua».
Y el SEÑOR le dijo: «¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy Yo, el SEÑOR? Ahora pues, ve, y Yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar». Pero Moisés dijo: «Te ruego, Señor, envía ahora el mensaje por medio de quien Tú quieras»."

En el relato de Éxodo, observamos que después de la muerte de José, el siguiente Faraón se levantó en contra del pueblo de Israel, oprimiéndolo y teniéndolo por servidumbre.

Por muchos años, los israelitas sufrieron como esclavos, y el Señor oyó su clamor.
Fue en ese momento que Dios llama a Moisés en medio del monte Sinaí.
Dios le estaba encomendando un desafío muy grande: liderar al pueblo de Israel fuera de la esclavitud egipcia.

Moisés, se encuentra inundado de dudas, lleno de objeciones, de miedo y con pensamientos sobre lo que podría ocurrir, así como su incapacidad para lograrlo.

¿Alguna vez te has sentido así? ¿Has dudado de tu capacidad en la labor que Dios te ha puesto por delante?

Como muchos de nosotros, Moisés se estaba enfrentando a la duda al considerar la tarea encomendada como imposible.

Pero no importa en qué situación pueda imaginarse, Dios tiene suficientes recursos para acreditarle, por lo que tiene que dejar esos pensamientos de lado.

La respuesta de Dios no solo aborda las preocupaciones de Moisés, sino que también nos desafía a superar nuestras propias dudas. Muy a menudo, nos encontramos frente a llamadas que parecen superar nuestra capacidad (puedes poner aquí su nombre), pero la historia de Moisés nos recuerda que Dios capacita a aquellos a quienes llama.

Es por esta razón que la confianza en Dios no se basa en nuestras habilidades, sino en la fidelidad, el amor y el cuidado de Aquel que nos llama.

Al final del pasaje, no vemos a Moisés negándose ante tal revelación divina. Al contrario, leemos un poco más adelante que él obedeció al Señor, y el resto es una de las historias más conocidas del Antiguo Testamento.

Moisés, quien comienza siendo un hombre temeroso y lleno de incertidumbre, termina siendo uno de los líderes más influyentes. Dios se reveló a él y su vida cambió por completo.

Este acto nos insta a examinar y considerar cómo podemos abrazar con valentía el llamado de Dios a nuestras vidas y, cuando aparezca la duda, recordar que Dios ha prometido estar con nosotras todos los días hasta el fin del mundo.