Isaías 40:28-31

2 0 0
                                    

Isaías 40:28-31

"¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído?
El Dios eterno, el SEÑOR, el creador de los confines de la tierra
no se fatiga ni se cansa. Su entendimiento es inescrutable.
El da fuerzas al fatigado, y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor.
Aun los mancebos se fatigan y se cansan, y los jóvenes tropiezan y vacilan, pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán."

En medio de capítulos con profecías y advertencias sobre el cautiverio del pueblo de Dios por causa de su pecado, nos encontramos con un capítulo de consolación y esperanza para ellos.

Los israelitas habían sido desobedientes e infieles a Dios entregándose a malos hábitos; a la idolatría ante dioses paganos y a la fornicación con otros pueblos, eso trajo la disciplina del Señor sobre ellos, poniéndolos bajo el cautiverio en manos de Babilonia.

Este pueblo rebelde, también recibió la compasión y gracia del Señor, porque Él se mantuvo fiel a sus promesas. Eso los capacitaba también, para anunciar la bondad del Señor y llevar consuelo a otros, siendo ellos mismos un testimonio vivo de cómo cobraron nuevas fuerzas cuando ya no podían más y se levantaron con vigor desde lo más profundo hasta lo más alto, todo por el poder de Dios.

Seguramente has leído antes este pasaje, conoces ésta promesa.
Nos dice que, aunque pequemos Dios no se cansa, Su amor es inagotable, Su misericordia es nueva, y no nos deja olvidados.
Podemos confiar en Él porque Su fidelidad nos da seguridad.

En esos momentos, en los que tu vida parece ir de cuesta abajo, estos versículos son una esperanza real de que el Señor se acuerda de nosotros.
"Pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán"

Esperar en el Señor no es fácil o comprensible, pero es lo mejor. Es un milagro ver que, en medio de la nada que sentimos, Dios nos da cosas nuevas, fuerzas que nos impulsan a seguir adelante, un alivio que supera el dolor, y que nos permite ver el camino que nos conduce al bien.

No importa cuál sea la dificultad que estés pasando hoy, o si has pecado y te aflige la vergüenza, cansados y abatidos, siempre podremos descansar en Él porque Su entendimiento y poder son mayores que cualquier situación o sentimiento.

Tómate un tiempo hoy para pensar, reflexiona en las bondades del Señor sobre Su pueblo, y sobre tu vida, y haz que ese recuerdo traiga consuelo a tu corazón y compártelo con otros que también estén pasando momentos de dolor o angustia.

Chica CristianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora