TEXTO: Daniel 3:15-18>>Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.<<
~ REFLEXIÓN ~
En el capítulo tres se relata otra historia en la que el rey Nabucodonosor había mandado a hacer una estatua de oro, para que todo aquel que al escuchar el sonido de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, se postrarse y debía adorar aquella inmensa estatua de aproximadamente para el tiempo actual tenía 27 metros de largo y 2 y medio metros de ancho.
Los amigos de Daniel eran tan jóvenes como él, tenían un corazón consagrado totalmente a Dios, en una tierra extraña, en medio de gente desconocida, rodeados de un pueblo idólatra y sin ninguna salida. Cuando son acusados de no estar dispuestos a adorar aquella imagen, el mismo rey se enfurece contra ellos, a lo que con una declaración de fe le responden: "He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo y de tu mano, oh rey, nos librará.
La fe que podemos mostrar en momentos de máxima dificultad mueve la mano de Dios, estos jóvenes no hablaron y les dejaron libres, ellos fueron echados al horno de fuego atados de pies y manos, sin ninguna posibilidad de salvación, no tenían nada, pero tenían su fe puesta en Dios, que es lo que realmente tenemos cuando todas las posibilidades de ayuda se han terminado, pero es lo único que realmente necesitamos.
El final de esta apasionante historia de poder y victoria de nuestro Dios habla del rey, lleno de espanto quien se levanta apresuradamente al ver que el fuego no ardía en los cuerpos de aquellos jóvenes, al contrario se paseaban en medio de fuego, sin sufrir ningún daño y había uno más entre las llamas, semejante a hijo de los dioses.
En medio de la prueba más grande de fuego que puedas vivir, Dios NO te va a abandonar, entrará contigo en esas llamas, te dará libertad para caminar en medio del fuego y saldrás de allí sin ningún daño como estos jóvenes que salieron intactos, tanto que ni olor a fuego tenían.
Ese es nuestro Dios, en quien confiamos y esperamos.
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Chica Cristiana
EspiritualPoema escrito por una joven cristiana en tiempos difíciles. Dios está con nosotros en todo tiempo!