—¿Y por qué habrías de fijarte en mí? —Rhaenyra ahueco su cabello con la mano mientras seguía peinándolo—Eras un bebé que solo sabía jugar, comer y llorar—No pudo encontrar la respuesta correcta a eso. No pudo evitar mirarla fijamente, tan hermosa, tan seductora. Aegon se aclaró la garganta.
—Supongo que no lo habría hecho, pero ahora que soy mayor y veo lo hermosa que eres, no puedo evitar fijarme en ti.
—Ve a que los maestres te revisan—ordeno Rhaenyra, como si le hablase a alguno de sus bastardos—no quiero que termines con moretones por la caída y me echen la culpa a mí—la manta que cubría su desnudez se pegó a su cuerpo mojado, volviéndose traslucida en varios lugares—todos en este castillo me odian y están buscando excusas para matarme, no les demos esa excusa, ¿entendido?
Aegon quedó desconcertado por el repentino cambio en su tono. ¿Estaba realmente preocupada por su salud o era más bien que no quería meterse en problemas? El rey no pudo evitar mirarla fijamente, todavía estaba fascinado por su belleza a pesar de su enojo. La manta húmeda se pegaba a su cuerpo, revelando lo suficiente como para volver loco de deseo al rey. El rey tuvo que apartar la mirada de su cuerpo y su ira lo desconcertaba. La forma en que ella dijo que todos la odiaban y que la querían muerta le hizo sentirse protector con ella. No le gustaba escucharla hablar así.
—No te odian tanto...— dijo suavemente, sin estar seguro de cuánto debía presionar, pero sin querer dejar que la conversación terminara ahí, sintiéndose ligeramente culpable de que ella pensara así.—Si no me odiaran, ¿Por qué apoyaron tu reclamo en lugar del mío? —la reina humedeció un pequeño trozo de tela y comenzó a limpiar la espuma de sus senos, estaba claro que ya no podría bañarse en paz—Me odian y me quieren muerta, acabarán conmigo a la primera oportunidad.
El rey odió oír eso. No quería creerlo. Ella tenía razón, mucha gente apoyó su reclamo en lugar de la de ella, pero eso no significaba que harían todo lo posible para matarla.
—Bueno, eso es sólo porque piensan que serías una mala reina. No necesitan matarte, sólo casarte con un buen señor y todo estará bien.
—¿Así? —Rhaenyra termino de limpiar la espuma de sus senos, dejándolos tan mojados como relucientes, la reina sonrío al ver que el cuerpo de su hermano respondía a lo que veía—¿Y quién sería ese "buen señor" con el cual todo podría estar bien?—la reina sabía que Aegon preferiría verla muerta antes de con otro hombre
Aegon sintió que algo le pasaba a su cuerpo cuando vio los pechos de su hermana. Su piel estaba tan suave y húmeda que quería tocarla. Se dio cuenta de que él se estaba excitando y ella se estaba burlando de él, jugando con su deseo por ella. Lo odiaba pero... ella era tan jodidamente sexy. Él era sólo un hombre, sólo un humano, ¿por qué ella no lo entendía? La respiración de Aegon se hizo entrecortada, lo que no notaba era el efecto que su cuerpo estaba teniendo en él.
—¿Mmm?— Aegon parpadeó y salió de su trance. —¿Quién podría ser? Bueno, realmente no he pensado mucho en eso, pero...—No podía pensar con claridad, sólo podía pensar en una cosa, tocar sus senos. Su piel estaba tan húmeda y suave, tan irresistible. Aegon dio un paso más hacia ella, sus ojos nunca abandonaron su cuerpo mientras se acercaba. Tú eres la princesa, debes casarte con alguien, eso es una realidad. ¿Pero tendrías algún deseo por él? ¿Quieres que te toque? Lo dudo. Esas fueron todas preguntas en las que pensó pero no pudo decírselas. Y no quería admitirlo, pero su piel húmeda le estaba afectando. Ya debería haberlo sabido y, para colmo, sus pezones estaban duros. Podía verlos. Aegon suspiró, había sido demasiado ingenuo, pensó que tener a Rhaenyra por un tiempo en sus brazos finalmente podría satisfacer su hambre, su deseo por ella, pero ahora el rey verde entendió y aceptó que nunca podría tener suficiente de ella. Ni siquiera tenerla como concubina, sólo había una solución: convertirla en su esposa; Era lógico, tenía derecho, le pertenecía ya que era su hermana mayor, las tradiciones de la antigua Valirya dictaban que ella debía ser suya, su esposa y madre de sus hijos. Al principio había pensado en divorciarse de Helaena en busca de una mujer que pudiera darle hijos sin defectos, no soportaba a Helaena y Cassandra Baratheon le parecía una buena opción, casi aceptó la orden de Alicent y solo convirtió a Rhaenyra en su concubina, pero ahora , más que nada estaba decidido a divorciarse y convertir a Rhaenyra en su reina. Su esposa.
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La Danza de los Corazones Durmientes
FanfictionRhaenyra x Aegon/Aemond/y un sorpresa. Tras la muerte del rey Viserys y la usurpación de Aegon II, Rhaenyra busca aliados que puedan ayudarla a recuperar lo que por derecho es suyo, prontamente su amado hijo, Lucerys Velaryon perece a manos de Aemon...