El radiante sol, junto con el sonido tranquilizador de las ramas de los árboles chocando entre si y el sonido de las flores moviéndose por las corrientes de viento. Una pareja de casados hacían un picnic en aquel lugar, observando jugar a su pequeña y única hija.
—Tilín, ten cuidado que te puedes caer del árbol –regaño la madre de la pequeña niña, la cual hizo caso omiso a aquel regaño y continuo subiendo aquel enorme árbol–
—Ya Quackity, déjala divertirse un rato –Sapnap fue el que hablo. Agarró la cintura de su esposo y lo apego a él mientras veía a su hija trepando aquel gran árbol para llegar a la cima de esté–
—Si se cae es tú culpa –amenazo Quackity a su esposo–
—No se va a caer. Tiene mis habilidades de escalar árboles después de todo –Sapnap tranquilizó a su esposo como pudo–
—¿Qué tanto hacen? –Karl apareció detrás de ambos, agarrando los de los hombros y apegando los hacía el–
—ver a Tilín escalar un árbol del que posiblemente y se caiga en algún momento –respondió Quackity a su esposo, sin despegar la vista de su hija–
—¿Qué? –Karl se quedó viendo a Sapnap–
—Nada Karl, ya sabes lo exagerado que llega a ser Quackity –le respondió Sapnap a su otro esposo–
—¿Exagerado? Es mi hija, me preocupa que se rompa la mano y le tenga que decir "te lo dije" –Quackity se cruzó de brazos mientras hacía un puchero y volteaba su rostro para mirar a otro lado–
Karl y Sapnap simplemente rieron ante aquella reacción, obviamente ambos estaban preocupados por el bienestar de su hija, pero sabían perfectamente que aquella niña eran igual de terca que la madre. Por lo que, en vez de demostrar preocupación alguna, se veían calmados y con confianza, confianza en que su hija no caería.
—Vamos Quacks, hice tus favoritas –Sapnap rompió aquel breve silencio y agarró a su esposo de los hombros–
—¿Pastel de fresa con chocolate y café? –Quackity se giró rápidamente, haciendo que el agarre de sus dos esposos se soltará. Sus ojos brillaban con emoción al imaginarse aquello que tanto quería–
—¿Qué? ¿Qué no era pastel de tres leches? –Sapnap se quedó un rato pensando–
A Quackity se le fue la alegría. Era normal que sus esposos cometieran algún error al recordar sus gustos, el también lo hacía. Pero, ¿Encerio pastel de tres leches?, le disgustaba el hecho de que esa cosa pareciera más agua que pastel.
—Sapnap, el hecho de que acepte comer esa chingadera no significa que sea mi cosa favorita –Quackity reprochó, volviendo a cruzarse de brazos con enfado–
Karl los veía "pelear" entre si, sabía que a Sapnap se le llegaba a olvidar cosas como esas. No es porque el contrario quisiera, ser el dueño de una pastelería conocida casi nacionalmente no era fácil después de todo. Sabía que algo como aquello podría llegar a suceder por lo que antes de salir de casa, sacó uno de los pasteles de fresa de aquella vitrina de muestras.
—¡Era broma patito! –Karl interrumpió a ambos y volteó su mirada a Sapnap, el cual, se encontraba algo desconcertado ante aquella repentina intromisión–. Sapnap y yo te queríamos hacer una pequeña broma, obviamente Sapnap si hizo tú pastel de fresa con chocolate, ¿No es así Sappy? –Karl le guiño disimuladamente el ojo a su esposo, dándole a entender su plan–
Sapnap asintió repetidas veces a manera de afirmar aquello. Ambos agarraron la mano de su esposo de manor estatura y se lo llevaron detrás de aquel gran árbol, lugar en el que hacían su picnic familiar. Los de mayor altura sentaron a su esposo sobre el mantel y sacaron juntos aquel pastel de la canasta de picnic.
—¡Tara! –ambos dejaron aquel pastel con cuidado sobre aquel mantel, obviamente después Karl saco una pequeña pastelera (cómo se llamaba la cosa esa en la que reposaban el pastel para exhibirlo?), Sapnap agarro con cuidado el patel y lo coloco sobre aquella pastelera/?–
Quackity los vio con un brillo en sus ojos, levantó sus brazos hacía arriba, formando una "v"con estos, iba a abrazar a sus esposos pero justamente una rama se rompió y con junto con esta cayó su hija, siendo mera suerte que la haya atrapado. Más, aquel pastel no tuvo la misma suerte que la niña, siendo que este quedó aplastado por la rama que cayó antes que la niña.
—¿Qué te dije? –Quackity acomodo a su hija entre sus brazos mientras veía su añorado pastel destruido frente suyo–
—Que tuviera cuidado que si no me caería –Respondió la niña a su madre–
—¿Y qué paso? –le volvió a hablar, sin apartar la vista de su pastel–
—me caí –la niña bajo la mirada avergonzada y enojada–. Y aplaste tú pastel –volvio a hablar–
Quackity no aguanto más, un puchero se formó en sus labios y empezó a llorar en silencio por el puchero. Las lágrimas caían por sus ojitos celestes y sus mofletes se tornaron rojos.
Palabras: 834
Hora: 9:08 a.m
Publicada: 28/03/24
Me gusta el Karlnapity y amo el Soft así que les dí esto jsjs.
Voy a seguir fingiendo que no tengo tres borradores en esta historia y que ninguno aún está terminado :)
Bay bay ;)
