Capítulo 7Desearía que ella y Mónica no se hubieran conocido sólo de forma periférica durante tanto tiempo.
Se siente como mucho tiempo perdido, cuando podrían haber tenido esta amistad hace años. Una en la que se miran a los ojos y los ponen en blanco en los mismos momentos en los que oyen estupideces cuando están fuera, en los que leen los mismos libros.
Es un subconjunto de intereses comunes que Vanesa nunca ha tenido con ningún otro amigo, y de hecho no ha hecho nuevos amigos en años. El dolor de ser un adulto - y es agradable sentirse comprendido. Por supuesto, no podían haber sido amigas así antes, dado todo el aspecto de Diego, pero más vale tarde que nunca.
Y Vanesa está muy, muy contenta de que no fuera nunca.
***
Cuando va a visitar a Ana, está haciéndole caras tontas al hijo de su mejor amiga mientras está sentado en sus rodillas, y su cara se congela en una de las expresiones cuando su amiga se lo dice:
—Sólo... ten cuidado, ¿vale?
"¿Cuidado?" Se asegura de que Jason está completamente estable en su regazo antes de arquear una ceja hacia su amiga. Que se limita a poner los ojos en blanco.
—Sé que tienes cuidado con los bebés. –le lanza una mirada cómplice. —Quiero decir que tengas cuidado con esta maldita mujer heterosexual de la que te estás enamorando.
Vanesa se queda con la boca abierta, pero no sale ninguna palabra durante unos largos instantes mientras su cara se calienta.
—No me estoy enamorando de Mónica.
La mirada cómplice no se mueve en absoluto de la cara de Ana.
—Claro. –ella cede y sacude la cabeza. —Sólo, por favor. No quiero verte con el corazón roto. Verte el primer par de semanas después de que Liliana rompió las cosas. –una buena manera de decirlo —Fue tan difícil. No quiero que sigas el mismo camino sin ninguna posibilidad de recompensa.
—Estoy bien. Todo es normal. –Vanesa sacude la cabeza, el sentimiento inflexible en su interior es fuerte.
—¿Sí? ¿Estás bien? ¿Qué hiciste anoche, entonces? Como era viernes... ya sabes, una noche de cita. No una noche de canguro. –Ana arquea las cejas.
—Te lo dije, me estoy tomando un descanso de las citas en este momento. Y que sepas que cené con mis padres después del trabajo. –toda la verdad.
—¿Y después?
Vanesa rompe el contacto visual con Ana y en su lugar se centra en Jason, haciéndole rebotar deliberadamente.
Anoche podía ser viernes y sí, era uno de los días libres de Mónica, por lo que no tenía obligación de hacer de canguro. Pero tal vez había ido al cine con Mónica y Abbie después de cenar con sus padres. Le había prometido a Abbie que la llevaría al cine unas semanas antes y, bueno, el viernes por la noche parecía tan buen momento como cualquier otro.
Después de pagar las entradas y un gran cubo de palomitas para los tres, Mónica la había mirado. Una mirada juguetona.
—La estás malcriando.
—Me estoy mimando; me encantan las palomitas de cine. –levantó las manos en señal de defensa.
—¡No es lo mismo que en casa, mamá! –Abbie gritó por encima del hombro mientras avanzaba hacia sus asientos.
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Cuando menos te lo esperas
FanfictionCuando menos se lo esperaba, Vanesa Martín aceptó el caso más importante de su vida. Historia adaptada. Créditos a la autora