Cuando menos te lo esperas

|11|

Capítulo 11

Vanesa - 12:00PM
¿Qué vas a hacer hoy?

Mónica - 12:02PM
Acabo de volver de desayunar con Carol.

Así que probablemente preparando la comida para la semana. Limpieza. Esperando a que Abbie llegue a casa mañana.

Mónica- 12:02PM
Vivo para la aventura y la espontaneidad.

Vanesa - 12:03PM
Si quieres algo de espontaneidad, sal fuera.

Vive para ver la cara de Mónica cuando sale, la sorpresa y la sonrisa brillante y emocionada que se dibuja en su rostro y la hace parecer increíblemente luminosa en el aire primaveral. El día es perfecto para su plan y Mónica también, con unos vaqueros ajustados y una camiseta verde que, de alguna manera, hacía que sus ojos fueran aún más intensos.

—¿Qué haces aquí?

—Vamos a coger el metro demasiados destinos para estar parados en el tráfico hoy. –Vanesa aparca y cierra su RAV4.

—Tengo que... cocinar y limpiar y... realmente nunca tengo un día libre sin Abbie para hacer estas cosas. –Mónica se muerde el labio, claramente desgarrada.

Vanesa ladea la cabeza y le lanza una mirada cómplice.

—Y vas a sentarte en el apartamento vacío y sentirte sola. No en mi guardia.

—No quiero que sientas que tienes que cuidarme. Aquí estoy, ocupando todo tu tiempo un viernes y un sábado por la noche... –se detiene, sacudiendo la cabeza.

—Te lo dije: No hago cosas que no quiero hacer.

—Quiero estar contigo, Mónica. –más de lo que debería, en realidad. Más de lo que es bueno para ella. Más de lo que es sabio o seguro para su corazón.

No pasa nada, se dice a sí misma. Se ha convertido en su mantra. Vanesa siempre ha jugado con demasiada seguridad cuando se trata de su corazón y esta... cosa con Mónica puede no ser segura, pero ella todavía siente que lo tiene bajo control.

Es una mujer adulta que ha tenido sentimientos no correspondidos en el pasado. Tal vez siempre ha sido diferente de esta situación exacta, pero está bien.

Mónica se une a ella con una sonrisa, caminando lo suficientemente cerca como para que sus hombros choquen.

—¿Adónde vamos?

No quiere estropearlo, pero ahora que está pasando, se siente un poco cohibida.

—Um. Me imaginé que podríamos hacer un poco de observación de la ciudad. Ver la arquitectura en particular. Ya que tú...

Se queda pensativa, dudando por completo de su idea. En teoría parecía buena, pero Vanesa no sabe nada de arquitectura, así que los lugares que eligiera podrían ser una pérdida de tiempo. Además, Mónica le ha hablado en varias ocasiones de lo mucho que deseaba licenciarse y de cómo lamenta no haberlo hecho. Que es uno de los mayores remordimientos de su vida.

¿Y ahora Vanesa está a punto de restregárselo por la cara?

—No tenemos por qué –dice, caminando más despacio. —Tú... definitivamente ya lo has visto todo...

Pero Mónica se limita a mirarla fijamente, con una mezcla de emoción y asombro que aleja sus dudas y le hace sentir también algo de vértigo. Solo con verlo reflejado en la cara de Mónica, sintió que le bullía en el estómago.