Elsa Snow
Creo que Haddock se molestó por hacerlo dormir en el sofá, pero no es culpa mía yo no quería dormir a su lado. Así que le pedí dormir yo en el sofa a lo que él se negó.
Hiccup: Tengo algo para ti dice él tratando de besar mi mejilla, en lo cual fracasa y se molesta- abrelo- sonríe una vez más.
Temblorosa abro la bolsa que me entregó, sacando de ella una pijama de gasa rosa claro. Sin duda era hermosa. No tenia palabras. ¿Porque rayos me da una pijama así? Yo estoy bien con mis pantoloncillos calientitos son más cómodos.
Hiccup: Quita esa cara. Ya no dormirás aqui, así que tranquila- no pude evitar reflejar felicidad, volvería a mi habitación- sólo si la usas. ¿Entendido?
Elsa: Si. Tome mi toalla y mi ropa, dirigiéndome al sanitario para ducharme, cerrando con seguro la puerta. gracias a Dios él no ha intentado nada desde lo que paso aquel día en la camioneta. Aún así solo es por precaución.
Hiccup: ELSA. AMOR VOY A SALIR. NOS VEMOS AL RATO. lo escucho gritar al otro lado. Por mi que se vaya y jamás regrese, así podría regresa a mi vida de antes.
Al salir noto que no tengo más ropa que la que traigo puesta y mi pijama anterior, la cual utilice durante toda la mañana.
Elsa: -Buenos días- saludo a María y Elena al llegar a la cocina. - ¿puedo tomar jugo?
María: Por supuesto mi niña Sólo espera unos minutos por favor. Elena ¿podrías preparar el jugó de Elsa en lo que terminó de fregar los trastes?
Ella solo sonrio- Por supuesto- eso me tomo por sorpresa, hace mucho que no lo hacía, además ¿no se supone que me odiaba? Pero claro, no podía ser perfecto en un instante su semblante volvió a cambiar y esta vez sólo fruncia el ceño- Como no tiene manos ni pies. ¿no es cierto?-
Elsa: Pues yo puedo hacerlo, sólo dime donde puedo hayar las cosas. Gracias- respondí de la misma manera. Tenía que olvidar el echó de que Elena y yo alguna vez fuimos amigas
Maria: No mi niña. Ese es el trabajo de Elena y por cierto Elena Recuerda que ella es la señora de la casa. Además si el joven Hiccup se entera se enojara con ambas y podría irnos mal. Acuérdate de lo que te digo
Al escuchar las palabras de María sentí como la sangre comenzaba a hervir. ¡Era el mismo demonio! ¿Cómo podría lastimar a Maria?
Elena sólo rodó los ojos- Bien, pero primero iré a recoger la ropa para lavarla- una vez ella afuera me senté y mire unos minutos a la señora de cabello alborotado, era demasiado perfeccionista y un poco narcisista.
Elsa: Perdón María , pero- ella fijó su vista en mi- crees que podría entrar a mi habitación por mi ropa. Es que ya no tengo más que esta y mi pijama de ayer.
Querida eso será imposible- dijo alguien entre risas- niña Dejaste la habitación echa un desastre. ¿Sabes cuanto costará su reparación? Se agradecida con mi Primo, no seas una aprovechada- reprochó la rubia.
Punzi: Iremos de compras.
Elsa: ¿Iremos? - me sentí feliz. Por Fin saldría y quizás lograr escapar.
Punzi: No seas tonta- rieron Anna y la rubia- tú no puedes salir. Nosotras debemos comprarte ropa nueva. Como si nuestro tiempo fuera tuyo. Y sin más salieron.
No entendía sus razones para que me tratarán así. Ya se les había explicado la razón por la cual yo estaba encerrada.
Si Anna quiere estar en mi lugar, por mi encantada. Yo sólo quiero irme lejos de todo esto. Lejos de él.
-Bien ya regrese hora de hacerle el jugo a la Reina- río con falsedad. Después de un par de minutos Elena dejo un vaso de jugo frente a mi- Aquí tiene Majestad.
Elsa: Gracias. De verdad.
No salí, no me pare, tampoco hable sólo mire un punto en la nada mientras tomaba mi jugo.
Elena: ¿Quieres otro poco? pregunto Elena quien se acercaba con la jarra. Fue en ese momento que sentí como vaciaba el líquido en mi pantalón- Oh lo lamento, que distraída. Tome y avento un trapo a mis manos, para luego dirigirse al horno y sacar un pastel con glaseado rosa.
Yo me puse de pie tratando de secar mi pantalón, Elena se acercó una vez más a mi y arrojó un pedazo de pastel a mi cara- Perdón. Si que hoy No es mi día. su disculpa sonaba extraña, no había burla pero tampoco podría ser sincera.
Elena: Déjame ayudarte- tomo el trapo y de la misma manera ensucio mi playera con lo mismo
Elsa: Basta.. que es lo que te pasa eh? el jugo, el pastel te estás comportando de una manera tan insoportable - dije casi gritando- porque me haces esto?
Elena: Por qué te odio, odio que Hiccup tenga preferencia contigo, odio tener que soportar verlos, yo debería de estar disfrutando de todo esto, no estar como sirvienta y haciendo todo por ti
Elsa: Tu sabes perfectamente que yo no estoy aquí por gusto, si tanto te interesa Hiccup adelante, lánzate por el.- Limpié mis ojos y salí corriendo a la habitación ¿cómo podían hacerme esto?
Entre al baño y me mire en el espejo, mi cabello estaba lleno de pastel al igual que mi cara y mi blusa, mi pantalón estaba pegajoso. Tendre que darme otro baño, eso era seguro.
Las gotas recorrían todo mi cuerpo, me sentía relajada, en ocasiones me gustaría estar todo el día en la ducha. En ella Nadie me molesta, nadie ne juzga, sólo estoy relajada. Quiero escapar, estar lejos. Pero cada vez que lo intentó fallo, y ahora No sólo estoy más sola que antes, sino que menos posibilidades todo esta a su favor. Estar aquí es como estar en el mismo infierno, el lugar es hermoso, no puedo negarlo. Este hermoso lugar es mi prisión personal, mi jaula de oro como muchos dirían.
Al salir tomo la última ropa interior limpia que me queda, para mi mala suerte tiene un poco de encaje. Verme con eso me hace sentir pena para ser sincera, nunca me acostumbré a usar de este tipo de ropa, Pero no tengo nada más
Un momento.. mi mirada se dirige hacia la bolsa que hace unas horas Haddock me dio. Al principio temo en tomarla.
-A ver Elsa. Es ponerte esto o quedarte en ropa interior- trato de convencerme- además el dijo que ya no estaría en esta habitación a partir de hoy..
Al parecer hoy todo el día estaré en pijama. Es gracioso hasta cierto punto. Miro de nuevo mi ropa de hace un rato. Sin evitarlo la tristeza se apodera de mí. No podía y no quiero creer mi realidad. Hace algunos meses yo era libre, podía decidir lo que quisiera, nadie me tenia aprisionada, estaba con mi familia, mis amigos, podía escoger de quien enamorarme y era feliz.
Esto esta mal. ¿Porque no lo entienden? Yo no les eh quitado, sin embargo se comportan como si hubiera echo algo malo ¿Cómo se pueden poner así por un hombre?
Yo estaría encantada de cambiar mi lugar con tal de salir de aquí, de que se aleje de miSi Anna y Elena se han fijado en él no es mi problema y ellas deberían seducirlo para que su maldita obsesión se vaya, deberían seducirlo para que me corra de su vida y no vuelva a verlo más. Que huya de mi. Para que sea feliz.
No tengo ganas de salir y ver a Elena, o a Anna y a su tonta amiga que sólo me reprochan. Quiero descansar. Y sin más me repuesto cerrando poco a poco los ojos. Cayendo en el sueño.. dónde nadie puede molestar..
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El Rey De La Mafia
FantasyHiccup Haddock o mejor conocido como el Rey de la mafia, es uno de los más grandes, poderosos, respetados y por supuesto de los mas temidos mafiosos. Un hombre muy frívolo con todos y que no se tienta el corazón para nada, es tan frío como lo es un...