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Pasaba con fuerza ese trapo viejo sobre esos cristales esperando a la invitada de honor, no entendía porque esta mision de guiarla se le había asignado a el siendo solo un bartender, ¿Por qué no asignarle esta mision a el anfitrión del hotel? O minimo, ¿A su esposo? Gruño en lo bajo quebrando el vaso que intentaba limpiar.

¡Maldicion!

El trapo se había manchado de sangre, su pelaje blanco en la punta de sus dedos se había manchado igual, metío su garra en la boca para tratar de retener el sangrado, buscando un pañuelo o unas bandas para colocársela.

Aquí tienes lindo~

Aun con su garra en la boca levanto la vista encontrándose con la mirada de la reyna, abrio sus ojos para hacer una reverencia ante ella.

Gracias su majestad...

Con su mano limpia tomo la bandita que se le estaba otorgando.

Sabes...

Paso dos dedos por encima de su pecho simulando unos pasos con estos.

Estoy algo aburrida esperando a mi guía, ¿Sabes de quien se trata?

Trago en seco, no sabía cuanto tiempo había hecho esperar a la reyna.

U-una disculpa su majestad, yo sere su guía el día de hoy.

¿En serio?

Retiro su mano mientras levantaba sus cejas sorprendida, unos segundos despues hizo una mueca de desagrado que el alfa noto, haciéndolo fruncir el ceño.

¿Sucede algo señora?

No me esperaba que fuera tan poco importante para mi hija de no recibirme, y que como minimo no fuera capaz de dejarme de guía al anfitrión del hotel, ¿Acaso no es mi yerno? El tenía que darme la bienvenida si mi hija no estaba dispuesta a hacerlo.

El menor apreto mas su ceño por la reacción de la reyna.

Con todo respeto su majestad, se me hace increible que usted siendo la madre de su hija no conozca las fechas de sus celos, incluso su padre esta enterado de eso, su hija estara ausente una semana entera, y con respecto a Alastor, su yerno, esta muy ocupado haciendo tramites y pagos para el hotel, tambien se encargó de atender a los nuevos huéspedes que estan llegando y de despedir a los viejos que se retiran, ya que sin su hija el tiene que hacer el trabajo de ambos.

Bajame ese tono de voz gato igualado, no estas hablando con cualquiera, sea cual sea la situacion a mi hija no le costaba bajar a recibirme.

Esta diciendo ¿Que quería que la princesa bajara en pleno celo?

La reyna giro sus ojos para hacerle una mala cara.

Me mostraras el lugar ¿Si o No?

"Sera un placer"

Entre dientes hablo el alfa, rodeo la isla del bar para quedar frente a ella, con su mirada sería levanto su mano señalándole el lobby, la beta se levanto caminando frente al gato gruñón para empezar el recorrido.

Mientras que en otro lado El enigma había acorralado al rey en uno de los pasillos menos habitados, ¿Como se había llegado a eso? Facil, el siervo ya no recistia sus deseos, no era capaz de calmar sus impulsos, necesitaba sentir ese aroma de nuevo, busco al soberano hasta que lo encontró, empezo hacerlo caminar hasta esa zona desabitada.

A-alastor no...

El menor desabotono un par de botones de su saco al igual que su remera interior, la bajo hasta que quedaran bajo de sus hombros dejando ver su blanco pecho, luego de eso sobre sus prendas dibujo el torso de su majestad con sus manos, el cual suspiraba con cada toque.

El mayor curvo sus cejas mientras ponía sus manos en su pecho, el ciervo tenía su mente en blanco observando esa suave piel, se acerco lentamente a su cuello cuando sintio que el rey lo alejaba le gruño apareciendo sus ojos negros, levanto su rostro para voltearlo a ver, este estaba muy exitado al sentir su aroma a cafe, pero aun era conciente, no podía hacerle esa traición a su hija.

El ciervo suaviso su rostro para besar esos labios que lo volvían loco, con sus manos en su cintura lo acerco hasta el, fue bajando haciendo un camino de beso a su cuello, paso su lengua en este escuchando un agudo ruido proveniente del mayor, sonrió en lo bajo para empezar a lamer su cuello, podía sentir como el soberano apretaba el agarre de sus hombros, sentir esa lengua humedad en su cuello era una sensacion completamente extraordinaria, nunca había sido el que recibía, sus aventuras fueran con hombre o con mujer siempre era el dominante, pero había que admitir que ser el dominado se sentía realmente placentero.

Ah~

El ciervo empezaba a recorrer su cuerpo con sus manos, empezo a succionar el cuello de su majestad dejando diversas marcas en este, el soberano respiraba agitadamente, aun quería detener todo eso pero su deseo era mayor.

A-alastor... Aun...pode...mos parar...esto...

Recibía un beso luego de pronunciar cada palabra.

Lucifer...

Detuvo sus manos en su cintura, observándolo tratar de respirar, se acerco a el quedando a milimentros de sus labio.

Dime que pare...

¿Eh?

Dime que me detenga, y te juró que lo haré.

Lucifer solo podía observarlo con duda, tenía una lucha en su interior, de verdad quería detenerse, pero la tentacion de una aventura era grande, estaba apunto de darle su respuesta cuando escucho unas voces al fondo del pasillo haciéndolo entrar en pánico al escuchar la risa de su esposa.

Dirigió su mirada al menor pero este le habia cubierto su boca mientras levantaba su dedo con su otra mano haciendo una señal de silencio, luego lo jalo ocultándolo en su pecho para chasquear los dedos apareciendo en la recamara real, se separo levemente para observar al sonrojado soberano, sintió unas punzadas en su parte baja y ese bulto aparecer en su entrepierna, sabía bien que lo que estaba haciendo estaba mal, se sentía culpable, su amada no merecía tal traición.

Bajo sus orejas ante ese sentimiento, su nariz se estremeció al sentir esa vainilla penetrarle su ser, rapidamente perdio la cordura de nuevo, dejo salir sus feromonas embriagando de placer al mas bajo.

Empezó a besarlo desesperado, lo guío hasta la cama callendo encima de el, quería deborarlo completamente.

El soberano volteo a un lado su rostro cada que Alastor pasaba su lengua en su pecho, sentía como los ultimos botones de sus prendas eran desabotonados, abrio levemente sus ojos observando una foto de su hija y el haciendo un castillo de arena en el mundo humano, una lágrima de culpa salió de su ser tomando la cabeza de su amado lo hizo levantar para verlo a sus ojos, con dificultad junto a una gran tristeza hablo.

Detente...

¿Que?

Me dijiste que si te lo pedía lo harias, bueno, te lo pido, detente...

Alastor analizaba sus palabras, bajo sus orejas empezando a sentirse culpable de lo sucedido, y mas porque había sido su culpa que todo llegara a esa situacion.

Como tu quieras Lu....

Levanto la mano contraria depositando un beso en esta, se levanto de la cama para sonreírle con nostalgia, chasqueo sus dedos para desaparecer de la vista del mayor.

Lucifer empezo a sacar lagrimas de sus rubis, escondio su rostro entre sus rodillas con el corazon roto, realmente queria seguir con lo que estaba haciendo, pero no podía, no podía traicionar a su hija, y aun que no estuviera del todo bien con Lilith, ella aun seguía siendo su esposa y le debía fidelidad, no podía hacer nada, el amor entre el y su amado estaba prohibido, nunca podrían estar juntos, tenía que evitar sus encuentros, su destino no podía ser para el, no si era pareja de su hija, tenía que olvidarlo, costara lo que costara.

•TENTACIÓN• (Radioapple)-OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora