•TENTACIÓN• (Radioapple)-Omegaverse

IV

Escucho esos relámpagos en el cielo carmín, de lo fuerte que estaba la brisa abrio las puertas de cristal de su balcón, se dirigió a cerrarlas de mala gana, al parecer el soberano no se encontraba de humor si había ocasionado esos destellos en el cielo.

Las cerro para detenerse un momento algo había llamado su atención, un bajo demonio sentado en la fuente trasera del hotel, no entendía que hacía el soberano enpapandose con sus mismas lluvias, estaba apunto de cerrar las puertas pero se detuvo, regreso su mirada hacía el, exalo para aparecer un paraguas lo suficientemente grande para los dos, la extendió para repetir el mismo acto anterior apareciendo frente al mayor.

Lucifer al ver esos zapatos ya se imaginaba de quien se trataba, levanto sus cansados rubis para ver como el ciervo estaba inclinado ofreciéndole el paragua, quizo retomar su actitud engreída mas no lo consiguio estaba decaído así que solo nego con la cabeza empezando a caminar, haciendo que Alastor se levantara quedando confundido.

Empezo a seguirle tratando de hablar con el, más este no respindía, se canso de hablar así que solo se limito a caminar a su lado cubriéndolo de las lluvias.

El soberano se detuvo en seco haciendo que Alastor se detuviera dos pasos delante de el, levanto su rostro irritado ya que deseaba estar solo.

¿Por qué mierda no te vas y me dejas en paz?

Alastor veía incredulo como el soberano era tan descortez con el, fruncio el seño para dar un paso quedando frente a el, sus orejas se quedaron planas y con la mirada seria.

Su majestad....¿Por qué me odia?

Lucifer levantó sus cejas, no esperaba esa pregunta, se quedo en silencio para desviar su mirada.

Eso no es de tu incumbencia botones.

Dirigió su mano posicionando un dedo bajo su barbilla, este levantando su rostro haciendo que el mayor volteara a verlo.

Si es de mi incumbencia señor, soy la actual pareja de su hija y me gustaria tener una buena relacion con el padre de mi amada.

Lucifer fruncio el seño ante esa respuesta, con un golpe quito la mano contraria sorprendiendo al menor, observo como se daba nuevamente la vuelta alejándose de el, exalo para seguirle nuevamente.

Su majestad...

No hubo respuesta

Señor...

Silencio de nuevo.

¡Lucifer!

¡¿Que mierda quieres?!

Se dio la vuelta con el rostro arrugado.

Le prometí a su hija que intentaría llevar las cosas bien con usted, así que no me lo ponga tan dificil y copere ¿Quiere?

¿Coperar? ¿Yo? Eso jamas pasara, no eres digno para mi hija ni nadie de mi sangre.

El ciervo arrugo su rostro.

¿Porque no me quiere a lado de su hija?

Observo como desviaba la mirada sin responder.

Le hize una pregunta y aun no la responde.

Se rio engreidamente para sonreir en grande.

¿Quien crees que eres para que yo tenga que responder tus interrogativas?

Alastor se quedo serio ante esa pregunta, camino lentamente para quedar de nuevo frente a el cubriéndolo a ambos con ese paraguas, alzo su mano atrayéndolo a el.

Soy su yerno, así que eso debería bastar.

Posiciono sus manos en el pecho del menor guardando leve distancia, mas otra risa burlona fue la que dio de su parte.

Mi hijo podrías ser y aun así no tendría porque darte explicaciones.

Fruncio el ceño como respuesta, dejo caer el paraguas tras de el, empapando de igual forma su traje, coloco su mano libre en la cintura del soberano el cual estaba sorprendido, la tormenta estaba fuerte y sabía bien lo organizado que era el menor, no esperaba que dañara su traje, y sobre todo no entendía esa actitud hacía el, no quería confundir sus movimientos con sus sentimientos.

¿Alastor?

Fruncio el ceño al no recibir respuesta.

¿Por que mierda no respondes?

Se quedo en silencio al escuchar las risas del contrario.

Veé que desagrable es que no le respondan cuando pregunta algo.

El soberano bufó para verlo molesto, el ciervo se rio enternecido de ver ese pequeño puchero de parte de su suegro, se le hacia tierno que alguien que ah vivido por eones se comporte como un pequeño adolescente mimado.

Alastor levanto una mano acariciando su rostro, a lo cual el soberano volteo a verlo sin desaparecer su puchero, el menor sonrió con ternura al ver la actitud de su contrario.

Aver... ¿Que puedo hacer para calmar su berrinche?

A pesar de ser un enigma antipático estaba acostumbrado a liderar con berrinches, gracias a su amada que no pasaba un día sin formarle un drama.

Lucifer no decia nada, solo lo miraba con la misma expresion, a pesar de que se estuvieran empapando por la lluvia este no dejaria su posicion.

Mh...¡Ya se!

Hizo movimientos circulares apareciendo un pequeño patito de goma color blanco, con un pequeño traje similar al de el mayor, al cual se le iluminaron los ojos al verlo, daba pequeño saltos entre sus brazos como si de un niño se tratase, Alastor solo podía verlo con ternura en cada movimiento de que hacía.

Se abalanzó abrasarlo recostando su rostro en su pecho, el ciervo levanto una de sus manos para empezar acariciar sus cabellos dorados, a pesar del mal clima se sentía feliz de haber conseguido un abrazo sincero de su suegro.

Abrio sus rubis dandose cuenta de su posicion, levanto lentamente el rostro para ver la tierna sonrisa que le estaba regalando el menor, se sonrojo por eso, alejandose levemente para aclarar su garganta.

Gracias...por tu presente Al...

Es un placer consentir al rey del infierno su majestad.

Se rio ante su mismo comentario el soberano solo bufo para chaquetar los dedos desapareciendo de la vista del menor, él cual se quedó observando felizmente donde segundos atras se encontraba Lucifer, se dio la vuelta recogiendo el paraguas al cual cerro, de cualquier forma ya estaba empapado y no había nada que hacer, empezo a caminar felizmente hacía él hotel sabiendo que había ganado puntos con el padre de su amada.