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a propuesta de Diego hizo que Mía casi diera un grito de sorpresa.
― ¿¡Psicólogo!?
―Sí, Mía. OK, escúchame: su relación tropezó con un obstáculo bastante fuerte y difícil de eliminar. Y tomando en cuenta que ustedes dos se aman, pueden pensar en esta idea. Pueden recurrir a la ayuda de alguien especializado, que los enseñe superar los… Bueno… los efectos de esta infidelidad…
― ¿Tú crees que algo así pueda ser posible?
― ¿Por qué no?
―No sé Diego. Además Miguel no quiere volver a saber nada de mí. Y excluye la idea de una posible reconciliación.
―Pues sí porque no sabe cómo manejarlo, como arreglarlo. Lo que le pasó es muy fuerte… Pero si alguien le ayuda, lo hace ver el camino…
―Suena fácil… Pero… No, no sé.
― ¿Tú estarías dispuesta intentar esto?
―Yo haría lo que sea con tal de recuperarlo. ―respondió Mía
―En este caso, sólo falta que hables con él. Se lo propones.
―No lo va aceptar… El no acepta que se metan en su vida.
―Pues a veces uno simplemente no puede arreglarlo todo solo. Mía, no pierdes nada si le hablas sobre esta idea.
―Bueno, veré como le hago. ¡Gracias!
Mas tarde, mientras bajaba las escaleras, se llevó una sorpresa. Jorge le estaba visitando de nuevo, por segunda vez en la misma semana.
― ¡Hola!
― ¿¿¿Qué haces aquí??? ―cuestionó, corriendo hacia él
―Tranquila… ¿Se te olvidó que soy el manager de RBD?
―Habla rápido y vete.
― ¿Qué pasó? ¿Convencieron a Miguel?
―Por suerte sí.
―Perfecto. ―contestó Jorge― Entonces mañana nos vemos todos para la sesión fotográfica.
― ¿Es mañana?
―Sí. Avisa a todos.
―OK. ¿Algo más? ―preguntó mientras miraba en su alrededor, como buscando a alguien
―No me gusta que me trates así… ―reconoció él
Ella quedó viéndolo callada.
―En serio. Me gustaría que al menos fuéramos amigos.
―Eso es imposible.
―Pero ¿por qué?
― ¡Porque no! ―respondió, negándose decirle el motivo
De pronto, a unos pasos había aparecido Miguel. Mía no podía verlo porque estaba de espaldas, en cambio Jorge sí. Por primera vez desde que todo había salido a luz, estaban frente a frente. Sin embargo Miguel no actuó. No hacía más que mirarlo, visiblemente molesto y celoso.
―Hola. ―dijo Jorge finalmente
En ese instante Mía volteó.
― Mi-Miguel… ―tartamudeó algo asustada
―Disculpen la interrupción… ―contestó éste
―No es lo que… él sólo vino a decirme algo de la banda…
Sin prestarle atención, Miguel se acercó, mirando al hombre al que su novia se le había entregado.
―Es toda tuya. ―señaló, fingiendo desinterés
Dicho eso, se fue de ahí frenando las ganas de matarlo, antes de que ellos alcanzaran contestar.
― ¡Por eso es que no quiero ser tu amiga! Va a pensar lo peor… ¡Ya, lárgate!
―Pero si…
― ¡Adiós!
Subió las escaleras y fue directamente a su habitación, llorando de nuevo. Vico estaba ahí y no tardó en acercarse.
―Mía… Ay, no otra vez… No llores más…
―No puedo más… ―reconoció, buscando consuelo en los brazos de su amiga
―Ya… Tranquila… Por favor.
―Me quiero morir…
― ¡No digas esas cosas ni en broma!
Por el resto del día no se volvieron a ver. Mía quedó encerrada en su habitación, bastante deprimida, mientras que Miguel estaba con sus esfuerzos de superarlo todo de una vez, de olvidarla a ella, de dejarlo atrás.
Al día siguiente, tuvieron que ir rumbo al lugar donde iban a hacer las fotos para el disco. Mía trataba de concentrarse sólo en lo de la banda y no dejarse afectar por el hecho de que ella y Miguel estaban tan cerca y a la vez tan lejos, por ver que eran como dos extraños. Mientras, él trataba de fingir que era solo una compañera más a la que era libre de ignorar.
Después de que todos se pusieron la ropa adecuada para la sesión fotográfica, es decir trajes y vestidos negros, pasaron a la sala donde iban a hacer las fotos. Todo transcurría muy bien, la idea de los productores les parecían excelente. Sin embargo, las cosas cambiaron bruscamente.
― ¡De ninguna manera! ―exclamó Miguel, ante lo que Johnny le había dicho
―Pero la idea de las parejas tuvo mucho éxito hasta ahora, no veo cual sería el problema…
―No quiero fotos de pareja. ―anunció él
― ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo?
―Miguel, sólo serán unas fotos… ―dijo Diego― Hazlo para la banda.
―No.
―Pero, Miguel…
― ¿Me pueden explicar que es esto? ―cuestionó Johnny, algo molesto
―Es que, por un asunto personal muy delicado… ―trató de explicar Roberta
―A partir de este momento no quiero ningún tipo de acercamiento con Mía Colucci. Quiero que guardemos distancia tanto en el escenario…
―Miguel, espera. Los problemas personales no pueden afectar el lado profesional. ―contestó Johnny
― ¡Es mi deseo!
―Los sugiero que arreglen sus diferencias. Esto los va a afectar. No pueden trabajar así.
―No creo que es tanto lo que pido. ―replicó Miguel
―Tal vez. Pero si ni se soportan cerca, toda la banda sale perjudicada.

ENSEÑAME A PERDONAR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora