SHIRLEY, de humana a vampiro

CAPITULO 14

SHIRLEY

Al terminar el largo pasillo llegamos a una sala llena de espejos lo que deduje que eran ventanas desde donde nos observarán, apareció un hombre con máscara y empezó a dar un discurso.

-Damas y caballeros hoy les traemos  mercancía fresca, lo mejor de lo mejor, empiecen sus pujas, primera puja por esta bella dama- señalando hacia mi - empezamos con 30 mil escuads, me ofrecen 35 a la de una a la de dos ofrecen 40 alguien ofrece 45 ? No nadie, a la de una a la de dos y a la de... tres adjudicado al número ocho- afirmó aquel hombre.

( los escuads son las monedas de este mundo)

Me sacaron de la sala y me llevaron donde estaba al principio junto a los demás, allí seguían los demás cuando vi a la niña me acerque y le dije en un susurro para que solo ella escuchara.

-si no te vuelvo a ver y algún día consigues escapar ves al reino vampiro busca a Lucian el príncipe y dile hermanos hoy y siempre, el sabrá que hacer ,- afirme con una sonrisa, ella sonrió y me habló en el mismo tono.

- pero porque no te volveré a ver,- pregunto triste, - porque me han comprado y tengo que irme ya mismo, no olvides lo que te e dicho y si tienes oportunidad y ves a un hombre con esta misma marca- enseñe mi cuello- dile que me conociste aquí el te cuidará- afirme con una sonrisa.

Poco después vinieron en mi busca, hice una señal a mis hombres para continuar la misión sin descubrirse, quería averiguar que clase de persona compraba personas...

Me metieron en un carruaje y pasaron lo que debió ser horas allí dentro metida, de golpe el carruaje se detuvo la puerta se abrió y me hicieron bajar, me encontraba frente a una mansión muy bonita ubicada al lado de un río, la mansión era de color blanco marfil con grandes columnas haciendo el porche de la entrada, grandes ventanas de estilo victorianas de marcos dorados, justo al lado de unas pequeñas escaleras para entrar al porche había dos figuras con la forma de un dragon, uno a cada lado de la pequeña escalera, cuando entre la mansión era igual de bella por dentro con unas escaleras en espiral que subían a una segunda planta, suelos de mármol blanco con toques negros y paredes de color gris claro que daban un toque de color sutil a la estancia. El hombre que me había comprado hizo acto de presencia bajando por las escaleras de espiral, llevaba una máscara para no ser reconocido, no se que más misterio quiere si ya me a comprado, entonces vi algo que me resultó familiar, una cicatriz que le bajaba desde el mentón hasta por debajo del cuello, no podía ser cierto que aquel hombre fuera un comprador de esclavos, este con un movimiento de mano ordenó que me metieran en un cuarto, al entrar vi que era un despacho, los dos hombres me ataron a una silla y salieron, el hombre entró a la estancia cerró con llave y se dirigió a su escritorio, dio un suspiro y se retiro la máscara, por las barbas de merlin era el teniente Martín, en ese momento mi alma cayó al suelo, lo mire furiosa pero debido a que me habían tapado la boca no podía hablar pero el si que hablo,

- Estas sorprendida? A que no puedes responder, bueno mejor así solo hablaré yo- afirmó con una sonrisa torcida en su  boca- verás... cuándo supe de la misión me emocione porque por fin podría tener mi venganza después de la humillacion de la otra vez, esta vez seré yo quien se divierta jugando contigo... veamos que puedo hacerte..... a ya se- afirmo con una sonrisa malévola,-que te parece si primero te voy cortando trozos de tu hermoso cuerpo y se los voy enviando a tu querido Dean, cuando me aburra te voy a violar porque quiero probar ese rico cuerpo tuyo, ya después te matare para terminar contigo, y devolveré tu cuerpo a tu amado Dean- sentenció con una risa malévola mientras se relamia los labios.

Mi mirada era neutral como si me diera igual todo, el tonto me había puesto cadenas anti magia pero eso solo controla los poderes comunes, el muy tonto no sabe que yo tengo más poder que alguien normal y aunque algunos de mis poderes básicos están neutralizado todavía tengo un as bajo la manga pero quiero ver si le saco información antes de matarlo yo misma con mis manos, lo mire hice un gesto para que me quitara la mordaza de la boca y así lo hizo el tonto.