CAPÍTULO 15

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SHIRLEY

Besé a Dean en cuanto me soltó de la silla, lo extrañe tanto estos días en la misión que no pude evitar empezar a tocarlo en aquel despacho, me asegure que ya no quedaba nadie en la mansión y justo en aquel momento desbroce su cinturón le baje un poco los pantalones y me arrodille delante de su miembro, empecé a mover mi mano de arriba abajo con suavidad, lamiendo su ya duro miembro, me lo introduje en la boca y le realice una mamada con la boca, pero el no pudo evitar recoger mi pelo con una mano y ayudando a impulsarse me movía la cabeza para más inercia, después de un buen rato así al final se corrió en mi boca y yo gustosa me lo trago entero.

Al salir de la mansión un carruaje nos estaba esperando, subimos y fuimos camino al cuartel general.

***

Cuando llegamos al cuartel fui a los camerinos me duche y cambié de ropa. Me dirigí al salón de juntas para dar el informe de la misión, allí se encontraba mi padre y el resto de tenientes, no había rastro de Lucian pero en ese momento no me importó. Cuando termine de dar el informe comenté a los presentes de si habían podido rescatar a los civiles que había allí, dijeron que si y que se encontraban en las instalaciones privadas del coliseo, en el coliseo había una zona de dormitorios con comedor para cuando teníamos torneos importantes, me dirigí allí con la esperanza de que Katia se encontrará en el lugar.

Al llegar vi a muchas personas desperdigadas por el lugar, incluso arpías que era raro ver en nuestro territorio, vi a uno de mis hombres Mark, el estuvo en la misión infiltrado así que fui a preguntarle.

-cadete Mark,- sentencie firme.

El me miró realizó el saludo militar y respondió.

- Teniente Ritter, en que la puedo ayudar?- pregunto en posición firme aún con la mano en el pecho.

- descanses cadete- anuncie con tono firme- se acuerda de la niña bestia de pelo rojo cadete?- pregunte curiosa.
- Si teniente, se encuentra al fondo de la sala - señaló a una cama que estaba al fondo sola apartada de todos.

Conforme me iba acercando a la zona pude ver que la gente la repelia,  nadie quería estar a su lado, cuando mire al principio no la vi pero me percaté de un bulto en la esquina que se movía, la pobre estaba aterrada enrollada en la sabana escondiéndose de la gente, toque el bulto y ella dio un pequeño brinco destapando su cara, cuando me vio sonrió grande y hermoso abalanzandose sobre mi en un enorme abrazo, la mire y le pregunte.

- como te encuentras Katia? Necesitas algo?- susurre mirándola con ternura mientras me ponía a su altura.

- Bien, pero nadie quiere ser mi amigo, solo los vampiros se me acercan y los de mi especie nadie quiere acercarse a mi, creen que estoy maldita- susurro entre lágrimas.

- Bueno Katia, a partir de ahora no estarás más sola si no quieres- comenté alzando una ceja mientras la abrazaba.

- De verdad puedo quedarme contigo Noa?- pregunto ilusionada.

Claro ella no sabía quien era yo, tenía que decirle para no causar más confusión.

- verás Katia, en realidad no me llamó Noa, me llamó Shirley y soy la princesa vampiro, te dije ese nombre porque estaba en una misión y no quería ser descubierta, perdón por mentirte- explique disculpándome con ella.

Ella me miró un poco sorprendida pero no tardó en hablar.

- Te entiendo..... se que era algo importante y no me molesta, pero de verdad eres la princesa?- pregunto torciendo un poco la cabeza hacia un lado.

- si, soy la princesa y teniente en este ejército, quieres vivir conmigo?- sonreí levantándome y extendiendo mi mano para darle paso a levantarse.

Ella cogió mi mano gustosa y acepto,
-A partir de ahora yo te cuidaré y nadie te  tendrá miedo- afirme con una leve sonrisa, pero tendré que pedirle permiso a los reyes bestia y a mi padre, ya que no podía haber una custodia de otra especie sin su permiso.

SHIRLEY, de humana a vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora