SHIRLEY, de humana a vampiro

CAPÍTULO 25

NARRADOR OMNISCIENTE

Después de aquella noche Dean continuó con su vida, iba por las mañanas a entrenar a su pelotón y era demasiado frío y cruel, uno de sus soldados le pidió tener el día libre por el nacimiento de su hijo pero Dean no le dejó marchar ya que esa no era excusa para faltar a un entrenamiento, el pobre hombre marchó muy furioso, no entendía porque su teniente era tan cruel cuando antes lo era pero no tanto, Dean empezó a humillar a su pelotón de tal manera que poco a poco empezaban a rebelarse contra el.

Un día cuando ya habían tenido suficiente los soldados decidieron convocar una reunión con el rey Caspian, este quedó tan sorprendido por lo que le contaban los soldados que mandó llamar a Dean a su despacho.

Caspian: Teniente Traub, me puedes explicar porque su pelotón a venido a quejarse de usted, desde luego lo que me han contado es algo muy grave, el hecho de haber perdido a su…bueno que no tiene derecho a comportarse así, si lo vuelve a repetir me veré obligado a relevarle de su puesto, Queda claro teniente?

Dean: Que ha querido decir con no haber perdido? Y lamento que lo hayan molestado mis soldados con sus tonterías, pero me temo que no cambiaré mi forma de ser, ya que son una panda de gandules.

Caspian: Es eso una negativa de su parte Teniente?

Dean: Actuaré como vea más conveniente para mí pelotón, no es mi culpa que sean unos vagos.

Caspian no daba crédito a lo que estaba escuchando, el haber perdido a su pareja destinada lo había vuelto más frío y cruel de lo que ya Era y no solo eso, si no le daba un castigo apropiado se vería obligado a expulsarlo del ejército, así que Caspian pensó un castigo para él, pero no había peor castigo que el haber perdido a su alma gemela, decidió enviarlo a encontrar el cuerpo de su hija haber si eso lo hacía recapacitar un poco, aunque ya había pasado más de un año el cuerpo debería seguir por aquella zona.

Caspian: Bien, pues como veo que no estás dispuesto a cambiar te impondré un castigo por insubordinación, te ordenó que vayas a buscar el cuerpo de mi hija Shirley y que no vuelvas aquí sin él.

Dean se quedó petrificado al escuchar aquella orden de Caspian, él no entendía porque tenía que ir a buscar el cuerpo de aquella mujer, con todo eso aceptó su castigo y se fue a casa para preparar las cosas del viaje.

***

Mientras Dean preparaba las cosas de la rabia dio un puñetazo a la pared cerca del espejo, esto causó que la puerta oculta se abriera, el no recordaba que allí hubiera una habitación oculta y entró a mirar qué había allí, cuando entró y vio el cuarto rojo algo hizo click en su corazón empezando a dolerle con intensidad, él no sabía qué era aquel lugar pero le resultaba muy familiar y sentía pena, tristeza y añoranza, continuó mirando el dormitorio y cuando vio la cantidad de juguetes sexuales pensó en traer allí a alguna dama de compañía para divertirse un rato antes de partir, pero de pronto vio un conjunto de lencería, parecía un bañador formado por hilos y un lazo rojo carmesí en la parte trasera.
De pronto Dean sintió mucho dolor en su pecho tanto que cayó al suelo desmayado, cuando volvió a abrir los ojos se encontraba en la cueva pero ligeramente distinta a como la recordaba, no sabía que era pero algo era diferente, decidió acercarse al agua cristalina y pudo ver en el fondo el cuerpo intacto de Shirley, quiso ir a por su cuerpo pero algo se lo impedía.

Diosa: Me temo que no puedo permitirte ir a buscarla hijo mío.

Dean: Realmente me encuentro en la cueva o lo estoy soñando?

Diosa: Esto es un sueño pero a la vez no lo es.

Dean: qué quieres decir con eso?

Diosa: verás hijo mío, esto es lo que está sucediendo ahora mismo en la cueva, pero a la vez tú no estás allí.