DEAN
Aunque ya sabía que ella era mi pareja por alguna razón me sentía sucio el querer estar con ella, supongo que se debía a que había estado con otras mujeres en ese tiempo que la había olvidado, claro que me moría de ganas de estar con ella, pero lo que había pasado en ese tiempo me carcomía por dentro, yo podría ser el hombre más frío y calculador del mundo pero cuando estoy con ella esa parte de mi desaparece por completo.
Ya no sé cuánto tiempo llevo en este lugar, lo que para mí son días para los de fuera son años, ya había intentado varias veces que nos fuéramos de aquel lugar, pero Shirley no quería irse todavía, en su lugar decía que había que esperar un poco más y terminar de sellar nuestras marcas por segunda vez, aunque me moría de ganas por hacerla mía otra vez no me sentía digno de ella.
Al final ella ya se sentía muy molesta se acercó a mí y se sentó a mí lado.
-a caso no sientes lo mismo que yo?-preguntó mientras apoyaba la cabeza en la pared y miraba hacia arriba dejando caer un largo suspiró.
-Yo nunca e dicho eso mi amor,-le decía mientras yo empezaba a agachar la cabeza como perro asustado.
-Entonces qué es lo que te pasa, porque no quieres ni tocarme,- se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas mientras me miraba de lado con una muñeca en sus labios.
En ese momento mi corazón dio un vuelco, pero en que estoy pensando, joder lo único que consigo es hacerla sufrir con mis tonterías y ella se merece más que eso. Decidí cogerla de la cintura y ponerla sobre mi regazo, la miré a los ojos y con mi mano derecha acariciaba su rostro.
-Mi amor, no es que no te ame ni que no me gustes, es que me siento que no soy digno de ti por lo que he hecho todo este tiempo que tú no has estado a mi lado, me gustaría saber qué me perdonas por todo lo que he hecho en tu ausencia,- solté todo el aire que ni sabía que estaba conteniendo mientras agachaba la cabeza de nuevo.
Ella sujetó mi cara con sus dos manos y me miró a los ojos.
-De verdad es solo eso o hay algo más?-preguntó como si no entendiera del todo lo que le decía.
En ese momento la acerque a mi entrepierna donde ya tenía mi miembro erecto desde que la vi nada más abrir los ojos, roze su parte íntima con la mía a través de la tela.
-Te juro mi amor que no hay nada más, es solo que me siento mal por lo que hice, sé que no fue mi culpa que no recordase lo nuestro pero al recordarlo todo me sentí fatal, solo tienes que ver cómo de loco me tienes con un simple roce allí abajo,- en ese momento la acerque más a mi y la bese como si me fuera la vida en ello, ella gustosa acepto mi beso.
No sé en qué momento ya nos encontrábamos los dos ya desnudos mientras ella estaba de pie contra la pared y yo agachado frente a su vagina mientras lamía aquella maravillosa y jugosa vagina que tanto había deseado tener y saborear, ella gemía del placer que yo le estaba proporcionando dejando pequeños mordiscos en su clítoris, no me detuve hasta que ella se corrio en mi boca, eso era lo más sabroso que había probado en toda mi vida y me hizo excitarme aún más, con un pequeño impulso me puse de pie la levanté del suelo y aun ella apoyada contra la pared le ensarte de una estocada certera mi miembro entero, ella gimió de placer que sentía y yo no tenía intención de detenerme hasta que me cansara de ella, cosa que no pasaría nunca. No se cuánto tiempo estuvimos aciendolo, pero justo cuando me iba a correr por cuarta vez lo dejé salir fuera de ella cayendo este justo en las puertas de piedra a la vez que ella también se corría, ella parecía una fuente de la cantidad que salía, al parecer ella como mujer madura es multi orgásmica y los dos somos adictos al sexo.
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SHIRLEY, de humana a vampiro
VampireUna simple humana muere trajicamente en un atraco, pero despierta en otro mundo diferente al suyo, ¿conseguirá superar los obstáculos de la vida y ser la guerrera más temida de la historia? Pero no sin antes enamorarse de su maestro y mentor un hom...