Esquivando pensamientos

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La noche ya se había instalado cuando Martin regresaba a su carpa. Mientras caminaba, recordaba cómo Juanjo, tras terminar de curar sus manos y sin decir una palabra más, se marchó dejándolo con miles de emociones corriendo por su interior. La breve interacción había dejado una huella en él, una sensación de conexión inesperada que lo dejó con una tímida sonrisa mientras observaba como el rockero se alejaba entre las sombras de la noche.

Sus amigas lo recibieron con sorpresa y alivio, abrazándolo con fuerza. Martin, con la mirada ligeramente empañada por la emoción, les pidió disculpas.

-Me he comportado como un idiota, no tenía que haberme marchado así, sin decir nada. Estaba muy agobiado y reaccioné de la peor manera, lo siento mucho chicas. Os he fallado.

Sus palabras fueron recibidas con comprensión y apoyo por parte de Violeta y Bea.

-Martin, no digas eso. Es normal que te sientas abrumado, todo esto es nuevo para nosotros, y aún así estamos aquí, compitiendo contra profesionales y siguiéndoles el ritmo como podemos. Lo importante es que estás aquí, dispuesto a enfrentar el reto y todo lo que se venga. Así que no digas que nos has fallado, porque todos tenemos derecho a sentirnos inseguros alguna vez.

Tras escuchar a sus amigas, se abalanzó sobre las dos volviéndose a fundir en un reconfortante abrazo de grupo.

-Chicos... No me gustaría ser yo la que rompiera este momento, pero creo que deberíamos ponernos con la canción si queremos tener alguna oportunidad mañana...-Intervino Bea.

Enseguida Martin, movido por la hiperactividad, les aseguró que tenía una idea excelente para la canción y que no perderían más tiempo. Con determinación, sacó su libreta y comenzó a explicarles su concepto mientras les lanzaba los instrumentos para que se prepararan. Sus amigas lo miraron con gran entusiasmo, felices por verlo animado, y listas para aprovechar al máximo el tiempo que les quedaba. Entre risas y palabras de ánimo, se sumergieron en el proceso creativo, decididos a superar el desafío de componer una canción en una sola noche.

Poniéndole fin al contador, el grupo lo consiguió. Aunque exhaustos, estaban orgullosos de haber terminado el tema a tiempo y confiaban en su trabajo. Ahora sólo faltaba que el jurado estuviese satisfecho con ello.

Martin y sus amigas observaban con angustia cómo muchos de sus compañeros eran rechazados por el jurado, viendo cómo todo su trabajo se desmoronaba ante sus ojos. Algunos no habían sido capaces ni siquiera de terminar su composición, siendo eliminados del concurso sin siquiera poder intentarlo. La ansiedad se apoderaba de los chicos mientras se preparaban para presentar su canción en el escenario. Los escalofríos recorrían su espalda ante la incertidumbre de lo que les depararía a ellos.

Cuando llegó el turno de Ecos del Abismo, todos los allí presentes se deshicieron en aplausos. Los miembros de la banda caminaban con paso firme, radiando seguridad en cada gesto. A pesar del agotador desafío de componer en un tiempo limitado, lucían frescos y enérgicos, como si hubieran pasado la noche sin esfuerzo alguno. Sus rostros reflejaban determinación mientras se preparaban para su presentación, ajustando sus instrumentos con precisión y compartiendo miradas cómplices entre ellos. Mirando a su alrededor con actitud desafiante, estaban listos para demostrar su talento y hacer vibrar al público con su música.

Con los ojos cerrados, Juanjo parecía sumergirse en un mundo propio, concentrado en la melodía que resonaba a su alrededor. Cada nota que sus compañeros tocaban parecía fluir a través de él, alimentando su energía. Una aura magnética envolvía al vocalista, haciendo que Martin no pudiera apartar la mirada de él. Era como si estuviera hipnotizado por la intensidad y pasión que salían de Juanjo en ese momento.

Así fue que, en cuanto la actuación finalizó y el jurado estaba convocando a Alquimia al escenario, el chico seguía tan ensimismado en el rockero mientras devolvía el micrófono a su sitio, que no se dio cuenta de como sus amigas lo observaban llamando su atención. Con un sacudón mental se reunió con ellas y juntos subieron al escenario.

Choque de acordes ★ JUANTINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora