Bajo el foco

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A nadie le sorprendió que al finalizar todas las actuaciones el presentador anunciara que Ecos del Abismo y Alquimia se encontraban entre los seleccionados para pasar a la gran final.
El público estalló en vítores y aplausos, y los miembros de ambas bandas se abrazaron, saltando de alegría.

-¡Esto es increíble! -gritó Chiara, con los ojos brillantes de emoción.

-Definitivamente, esto se merece una buena celebración -añadió Lucas, sonriendo ampliamente.

-Sí, pero no en la fiesta que organiza el festival -intervino Ruslana-. Va a estar a tope de prensa, y ya tenemos suficiente con las entrevistas que nos esperan mañana. Mejor vámonos al ático, tenemos mejor alcohol y no nos molesta nadie.

Todos estuvieron de acuerdo rápidamente. No querían que la presión mediática arruinara el momento de felicidad que estaban experimentando.

-¡Pues al ático entonces!

Pronto, la celebración se desmadró. La música alta, las risas y los bailes desenfrenados llenaron el hogar de los rockeros. Las copas se alzaban constantemente, y el ambiente era de pura euforia. Las parejas se pegaban más entre ellos, provocando que Ruslana y Bea les dedicaran una mueca de odio bromeando entre ellas mientras imitaban a sus amigos acaramelados.

Entre las bebidas y el calor del ambiente, Juanjo tomó la mano de Martin y lo condujo hacia su habitación.

-¡Vosotros dos, no perdéis el tiempo! -gritó Bea, seguido de risas y más comentarios juguetones de los demás.

La puerta de la habitación se cerró con un suave clic, aislándolos del desmadre que sus amigos habían montado. La música y las risas se convirtieron en un murmullo lejano, dejándolos a solas en un mundo solo para ellos.

Martin miró a Juanjo con una mezcla de curiosidad y deseo.

-¿Estás bien?

-Sí, muy bien -respondió con una sonrisa traviesa en el rostro.

-Entonces, ¿por qué me has traído aquí? -bromeó, levantando una ceja.

Juanjo se apoyó contra la pared, observándolo con una gran sonrisa.

-Porque... me vuelves loco.

-¿Ah, sí? Entonces, deberías hacer algo para solucionarlo.

Sus respiraciones se aceleraron, y sus miradas se encontraron, cargadas de deseo y amor.

Enseguida Juanjo tomó a Martin por la cintura y lo atrajo hacia sí, encontrándose con sus labios en un beso profundo y apasionado. Sus manos recorrieron todo su cuerpo con una urgencia desbordante, sintiendo cada músculo y cada curva. Martin respondió con igual fervor, enredando sus dedos en su pelo y tirando suavemente, intensificando el beso.

Ambos se movieron torpemente hacia la cama, sin separarse, tropezando con el borde antes de caer sobre el colchón enredados. Martin se encontró debajo de Juanjo, sintiendo el peso y el calor del musculado cuerpo sobre él, algo que solo aumentaba su deseo. Juanjo, con una sonrisa de satisfacción, comenzó a besar su cuello, dejando un rastro de pequeños besos que se fueron transformando en mordiscos juguetones.

-Te necesito tanto... -murmuró contra su piel.

Martin arqueó la espalda, buscando más contacto, y gimió suavemente. Sus manos exploraron la espalda de su chico, levantando su camiseta y acariciando la piel desnuda.

-Entonces tómame, Juanjo... -susurró con la voz entrecortada por el deseo.

Juanjo no necesitó más invitación. Con movimientos hábiles, retiró la camiseta de Martin, revelando su torso perfectamente esculpido. Sus manos recorrieron cada centímetro de piel, deleitándose en la sensación de calor y vida bajo sus dedos. Martin, sintiendo la necesidad de estar aún más cerca, hizo lo mismo con su camiseta, deshaciéndose de la prenda con rapidez.

Choque de acordes ★ JUANTINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora