Choque de acordes ★ JUANTIN

Hendidura resplandeciente

La puerta del cuarto actuaba como testigo silencioso de su encuentro, mientras Martin y Juanjo se enfrentaban en un baile frenético de deseos y dudas. Cada movimiento era una expresión de la intensidad de sus sentimientos, cada contacto una chispa que encendía el fuego que ardía entre ellos.

A medida que el beso continuaba, el tiempo parecía detenerse a su alrededor, dejándolos atrapados en el éxtasis del momento. Por un instante, toda la tensión y el conflicto se disiparon, dejando solo la conexión cruda y visceral que compartían.

Cuando finalmente se separaron, el aire vibraba con la electricidad de su encuentro, dejando una sensación de anticipación cargada en el ambiente mientras Martin esperaba ver cómo reaccionaría Juanjo ante este giro inesperado de los acontecimientos.

Con los labios entreabiertos y los ojos amplios de sorpresa, Juanjo lo observaba con una mezcla de incredulidad y asombro. Sus mejillas, teñidas de un suave rubor, resaltaban contra su piel mientras procesaba la intensidad del momento.

Con un nudo en la garganta y la vergüenza coloreando sus mejillas, Martin rompió el pesado silencio que llenaba la habitación al pedirle disculpas por el beso impulsivo. Sus palabras salieron entre balbuceos, cargadas de arrepentimiento y confusión, mientras se apartaba ligeramente de él, como si quisiera distanciarse para evitar que la situación se volviera aún más incómoda.

— Lo siento, Juanjo. Fue un impulso... No debería haberlo hecho —musitó Martin, con la mirada baja y la voz apenas audible. El peso de su vergüenza y arrepentimiento parecía pesar sobre sus hombros, haciéndolo sentirse más pequeño de lo que nunca había sido.

Juanjo, por su parte, tragó saliva ante la disculpa, sintiendo un torbellino de emociones revoloteando en su interior. Con una mezcla de resignación y seguridad, levantó la mirada para encontrarse con la de Martin, su expresión revelando la lucha interna que estaba teniendo.

— ¿Estás seguro de que quieres malgastar tu tiempo conmigo? —respondió con su voz teñida de resignación y un atisbo de tristeza. A pesar de sus palabras, había una chispa de esperanza en sus ojos, como si estuviera buscando desesperadamente una razón para creer que quizás, solo quizás, podrían superar los obstáculos que se interponían entre ellos.

Martin levantó la mirada, encontrando sus ojos con determinación en su expresión. Con un suspiro resignado, pero decidido, respondió con voz firme.

— Si estás dispuesto a arriesgarte, yo también lo estaré. Pero entiendo si no te sientes preparado para enfrentarte al público. Respetaré tu decisión de mantener nuestra relación en secreto, siempre y cuando haya sinceridad entre nosotros. No quiero más secretos, Juanjo.

Las palabras de Martin resonaron en el aire, llenas de una mezcla de esperanza y aceptación. Sabía que el camino por delante sería complicado, pero estaba dispuesto a enfrentarlo si eso significaba tener una oportunidad real con Juanjo. Estaba decidido a construir algo genuino y honesto entre ellos, incluso si eso significaba mantenerlo en la oscuridad.

A medida que la conversación avanzaba, el ambiente en la habitación parecía llenarse de una energía vibrante, como si estuviera cargado de emociones palpitantes. Los rayos de luz que se filtraban por las ventanas iluminaban el polvo suspendido en el aire, creando un efecto mágico que envolvía a los dos jóvenes en un aura de intimidad.

Juanjo asintió lentamente, sintiendo un peso levantarse de sus hombros ante la comprensión de Martin. Aunque seguía sintiendo la incertidumbre y el miedo, también había un destello de alivio en su interior al saber que él estaba dispuesto a aceptarlo tal como era. Tomando una respiración profunda, se apartó lentamente de la puerta sobre la que estaba apoyado, acercándose a Martin con paso decidido. Su mirada era firme, pero había una suavidad en sus ojos que reflejaba una profunda sinceridad. Extendió su mano hacia el chico, ofreciéndola en un gesto de confianza.