Verdad a la luz

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La audiencia se miraba perpleja ante la rápida sucesión de eventos, incapaz de procesar completamente lo que estaba sucediendo frente a sus ojos.
El silencio reinaba en el recinto, roto solo por el sonido amortiguado de los pasos apresurados de los responsables del festival por tratar de enmendar la situación y el murmullo ansioso de la multitud. En los rostros de los espectadores se podía ver el reflejo de su propia confusión y sorpresa, sin comprender del todo el alcance de lo que acababan de presenciar.

Entre bastidores, el ambiente estaba cargado de tensión mientras Juanjo perseguía a Martin a toda prisa, con la determinación grabada en cada paso.

— ¿¡De verdad te vas a largar así!? ¿¡Ahora te haces el ofendido!? ¡Eres un cobarde, vuelve al escenario y acabemos con esto de una vez! —gritaba acelerando el paso.

Sin embargo, Martin estaba decidido a no ceder ante las súplicas. Con el corazón golpeándole con fuerza en el pecho y la ira ardiendo en su interior, seguía avanzando, ignorando los llamados desesperados del rockero.

El sonido de sus pasos resonaba en los pasillos estrechos y oscuros, mezclándose con los ecos de la multitud que aún murmuraba en el recinto. Juanjo continuaba persiguiendo a Martin, llenando el espacio con sus gritos y comentarios despectivos. Pero Martin no se detenía, su rostro enrojecido por la ira y la frustración mientras evitaba a toda costa el contacto con él, acelerando aún más el paso en un intento por dejar atrás la situación.

Los técnicos y el personal del backstage observaban con asombro la escena que se desarrollaba frente a ellos, sin entender del todo lo que estaba sucediendo entre los dos jóvenes músicos.

— ¿Vas a parar ya o vas a seguir montando un espectáculo? Hay que joderse con el niño —se quejaba Juanjo desde atrás.

— ¿¡Me puedes dejar en paz de una vez!?

Martin, con el corazón aún palpitando con furia y los pasos acelerados, buscaba desesperadamente una vía de escape para el persistente Juanjo. Con movimientos ágiles, dobló en un estrecho pasillo lateral, con su respiración agitada resonando en el aire tenso. El sonido de los pasos de Juanjo se desvanecía gradualmente mientras se alejaba, pero sabía que no podía bajar la guardia.

Al doblar en el pasillo, encontró una puerta entreabierta y rápidamente se deslizó dentro, cerrándola suavemente detrás de él. Se encontraba en un espacio oscuro y polvoriento, apenas iluminado por la luz tenue que se filtraba a través de pequeñas rendijas en las ventanas cubiertas de polvo. El aire estaba viciado y denso, impregnado con el olor a humedad y abandono.

Martin se encontró rodeado de una extraña colección de objetos olvidados: altavoces apilados desordenadamente en un rincón, trajes colgados descuidadamente en perchas oxidadas, y una variedad de objetos rotos y polvorientos esparcidos por el suelo. Era como si hubiera entrado en un rincón olvidado del tiempo, donde los recuerdos y las memorias se habían desvanecido en el polvo.

Su corazón seguía latiendo con fuerza en el pecho mientras luchaba por controlar la respiración agitada. Cerró los ojos por un momento, tratando de calmar la tormenta de emociones que lo invadía. Pero incluso en la oscuridad y el silencio del almacén abandonado, no podía escapar de la sensación de opresión que lo rodeaba, una sensación de que el pasado y el presente se entrelazaban de una manera inquietante.

Mientras tanto, afuera, los pasos de Juanjo resonaban en el pasillo, cada vez más cerca. La determinación en su voz y la urgencia en sus pasos eran evidentes mientras seguía buscando a Martin, negándose a dejar que la confrontación terminara allí.

Martin se esforzó por sumergirse en un silencio absoluto, con el corazón en la garganta y su respiración reducida a un susurro apenas perceptible mientras se ocultaba detrás en una estantería vieja, con sus ojos oscuros escudriñando la penumbra en busca de algún indicio del rockero. Se mantuvo inmóvil, apenas atreviéndose a exhalar, mientras esperaba que Juanjo pasara de largo sin descubrir su escondite.

Choque de acordes ★ JUANTINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora